Águila y FAS empataron en un clásico muy poco "iluminado"

En la vuelta de la luz al Barraza, Águila y FAS regalaron un bonito partido, entretenido, pero terminaron empatados a uno

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Foto: EDH | Jonathan Funes

Por Franklin Ponce Twitter: @_FP11

2021-08-07 8:58:15

Las “Noches mágicas” del estadio Juan Francisco Barraza no tuvieron mucho encanto. El Clásico nacional, número 247 entre Águila y FAS, terminó empatado a uno. Los tigrillos, con siete puntos y un partido más, están líderes y ahora se concentran en la Liga Concacaf, donde el jueves enfrentarán al Forge de Canadá.

Como animales enjaulados, los jugadores de los dos equipos iniciaron sedientos de clásico. Después de 18 meses, ambos equipos se estaban reencontrando y regalaron un partido entretenido, con buena dinámica, aunque con pocas ocasiones a gol.

Un ambiente fresco, de esos que se extrañaban en San Miguel, con los juegos nocturnos. Pero que tampoco hubo el lleno esperado en los graderíos, pues el tema de la vacunación evita que muchas personas ingresen al estadio. La “Súper Naranja”, barra emplumada, se quedó afuera del estadio, pero desde ahí, con sus instrumentos amenizó las fiestas en las gradas.

Águila quería hacer un buen estreno de la iluminación del Barraza, el equipo salió ofensivo y dando prioridad a la posesión del balón. Cristian Domizi, entrenador de los orientales, salió con un 4-1-4-1, con esa línea ofensiva muy interesante: Jairo Henríquez, Gerson Mayén, Yan Maciel y Luca Ventura, imponiendo mucha velocidad en las bandas, con los trazos en diagonal.

Por su parte, FAS volvió con varios jugadores titulares que no estuvieron en el partido ante Jocoro, dibujando un 4-2-3-1, un tanto conservador en la marca y complicando en el contragolpe.

Los migueleños empezaron a hacer presión, con algunos tiros desviados del brasileño Ventura. Pero fueron los santanecos quienes sorprendieron al encontrar el primer gol, tras un tiro de esquina, que el panameño Roberto Chen cabeceó de espaldas a la portería, pero con un efecto de balón, que bañó y venció a Benji Villalobos (21’).

Era la segunda situación clara a gol de los migueleños, con el que se habían puesto adelante en el marcador, con el que silenció por un momento el Barraza. Mientras en la cancha, de parte de los emplumados surgieron algunos reclamos.

Sin embargo, Águila no modificó su idea de juego y sin desesperarse mantuvo el control del partido, pero sin dejar de sufrir con cada llegada de los tigrillos, ante el juego sin balón que realizaba Peralta, como único atacante de los visitantes.

Águila aprovechó una mala acción defensiva de los tigrillos, quedando mal parados después de una acción en ofensiva. Fredy Espinoza buscó con un pase en profundidad a Ventura, quien sorprendió a los defensores y despertó la desesperación de Kevin Carabantes, quien se apuró en su achique. El brasileño venció de derecha, con un toque elevado (31’).

Esto despertó a los migueleños, tanto en la cancha como en las gradas, ya que la afición se metió al partido con sus gritos, apoyando a los suyos y haciendo presión al rival. Águila terminó el primer tiempo presionando.

Cerrados

Con esa misma intensidad, Águila quería arrancar el segundo tiempo, pero fueron los tigrillos quienes encimaron y asustaron con dos remates que se fueron desviados, ambos de Kevin Reyes.

Pero los migueleños logaron soltarse la presión y ganar en profundidad, con el mismo empuje que generaban Ventura y Henríquez por las bandas, con el que también ganaron una seguidilla de tiros de esquina, donde Jairo Henríquez exigió a Carabantes, quien esta vez lo hizo bien rechazando sobre la portería (51’).

Los dos entrenadores realizaron modificaciones, de hombre por hombre, para no tocar el esquema táctico, con el que Águila mantuvo la idea con la pelota y proponiendo en ofensiva.

Estas modificaciones oxigenaron la dinámica y por momentos se vivió un encuentro de ida y vuelta, con los dos equipos probando a portería, con el que se esperaba que en cualquier momento podría aparecer el gol.

También fueron más los instantes de pierna fuerte, que hicieron constantes pausas y en las que se sacaron algunas tarjetas amarillas.

Águila fue más constante sobre la meta de los tigrillos, pero el equipo perdió claridad para definir y se tuvieron que conformar con el empate, el segundo tras dos jornadas. Mientras los santanecos, a partir de este domingo, ya piensan en los canadienses, a quienes enfrentarán de visita en el Cuscatlán, por restricciones en el país norteamericano por el Covid19.