AHUACHAPÁN. No fue un “Quiteñazo”. Pero el derbi santaneco en afición, en el partido decisivo de cuartos de final, lo ganaron los fasistas. En color, en número, en apoyo.
Si bien lidiar con no ir ni al estadio del departamento, ni al de la capital, sino que viajar hasta el de Ahuachapán significaba transporte, gasto, tiempo, nada de eso importó para los tigrillos. Todos los que fueron poblando los graderíos, de a poco, lo hicieron para poner la mejor vibra por el equipo.
Y aunque era suelo vecino, las camisas rojas fueron las que predominaron. Tanto en el sector popular como en el preferencial, eran los seguidores de FAS los que mandaron. De hecho, población ahuachapaneca también se fue a apoyar a los tigres, aprovechando para ver y disfrutar de un juego de Primera.
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FAS liquidó a Metapán (2-0), en una serie pareja y apretada. Se verá las caras contra Alianza. Metapán tuvo una mejor segunda mitad, pero no tuvo definición
El espacio reservado para los hinchas caleros quedó, prácticamente, vacío. Incluso, con el pasar de los minutos, se fueron sentando seguidores tigrillos en ese sector y se mezclaron con el mínimo de afición calera que intentó hacer su aporte al equipo.
Metapán tuvo así que jugar a solas. La inseguridad para los seguidores caleros, en su regreso a casa, impidió que se dejaran ver camisetas azules. Pero aún así, algún aplauso a secas, solitario, se dejó escuchar para los metapanecos, entre el bullicio de los locales, que incluso llegaron hasta en grupos familiares.
No echaron de menos los del cubil las banderas, ni el colorido. La fiesta de FAS, mudada a otro campo, fue literalmente propia. Y los nervios, la ansiedad y el amor de la afición al equipo estuvieron ahí. Presentes. Tangibles. Con el premio de avanzar a semifinales.