Águila no tuvo que meter todo el pie en el acelerador para golear 4-0 a Municipal Limeño. Los cuatro goles naranjas llevaron firmas de los jugadores extranjeros y uno de ellos es Waldemar Acosta, quien reconfirma su buen momento en el fútbol nacional.
Los cucheros volvían a Santa Rosa de Lima después de la suspensión de la jornada pasada, en la cual tenían que ir de visita a la capital. El último registro en el Ramón Flores Berríos fue una derrota amarga ante Isidro Metapán y era la oportunidad de lavar las heridas de buena manera, ante un Águila clavado en la tercera posición.
Ganarle a los migueleños podía ser un impulso en la segunda vuelta del torneo Apertura. Para eso, su timonel Víctor Coreas ponía en la cancha a sus mejores cartas, pero sabedor de que el rival de turno también ha tenido un torneo bastante regular y llegaba con el plantel completo tras recuperar a algunas piezas, como Joaquín Vergés y Jimmy Valoyes, el primero estuvo lesionado y el colombiano pagó una sanción.
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Con una buena dinámica empezó el equipo cucheros, aunque sin tener mucha presencia en el ataque, puesto que los emplumados adelantaron líneas y a Otoniel Espinoza y Clayvin Zúniga les tocaba arrancar desde el medio campo.
Los dos delanteros con buen dominio de balón en jugadas individuales, pero eran desarmados, no sin antes dar dolores de cabeza a los cafeteros Valoyes y José Ramírez, quienes volvieron a hacer pareja en el centro de la defensa.
Al minuto 19 tuvo su chance más clara el Águila con un tiro libre de Joaquín Vergés, que logró mandar sobre la barrera pero José Manuel González alcanzó a desviar con la punta de los dedos al tiro de esquina. Antes no había sufrido ningún apuro serio la defensa.
Sin demostrar una superioridad marcada, los emplumados consiguieron el primer gol de la tarde al 23′, otra vez en un remate de Vergés que buscaba meta, pero para fortuna, José Ramírez logró intervenir y la desvió lo suficiente para que el meta González no tuviera reacción e impedir el gol.
Cristian Portillo estuvo cerca de igualar el marcador al 31′, pero lo evitó Benji Villalobos en un tiro libre potente, a media altura que llevaba efecto. Esa era la primera salvada que se le apuntaba al guardameta de los negronaranjas después de la primera media hora del compromiso.
Águila, como había sido en todo el primer tiempo, no era el equipo arrollador de las últimas jornadas, y es que Santos Ortiz, de los que más insiste por la va da derecha estaba apagado, había tenido poco margen de maniobra ante la buena marca de los defensas. Sin embargo, al 40′ mandó un centro venenoso para un Vergés que estaba son marca y que se las arregló para poner el 2-0 con un toque cruzado.
Arriesgó temprano
Con esa desventaja en el marcador se fueron los cucheros al descanso del medio tiempo. Coreas, sin dudarlo, mandó dos cambios desde el inicio del segundo tiempo, ambos con mucho talento para atacar. Erick Rivera llegó para acompañar a Zúniga y Espinoza, aunque era el hondureño el que se quedó como enlace para buscarles espacios. El medio campo se lo entregaron a Yuvini Salamanca.
Tal y como lo querían, los locales ganaron mucha presencia en el frente, eran una amenaza constante, como también era la lluvia que se avecinaba con una nube que cubrió Santa Rosa y podía hacer estragos en la cancha.
Debido al giro que tuvo Limeño con los cambios, el técnico Carlos Romero, del Águila, también hizo ajustes para defenderse mejor y sacó a un cansado Álvaro Lizama para dar paso a Fredy Espinoza y así reforzar la línea preventiva.
Sin encargo, cuando esas sustituciones se iba a a realizar, un centro desde el lado izquierdo le llegó a Waldemar Acosta, quien le puso la almohada para bajarla, se sacó a Meme González y amplió a 3-0 la victoria momentánea, pero que iba rumbo a convertirse en tres puntos valiosos.
Los santarroseños sólo fueron chispazos en los que se pudo ver un cambio de actitud, pero Águila se encargó de bajarles el autoestima, pero sin hacer grandes cosas.
Cuando el triunfo estaba consumado, Waldemar Acosta puso el sello charrúa con el cuarto gol para su equipo y reconfirmar que pasa un buen momento con el equipo al ser el máximo artillero.