La escuela de “Papi” fútbol del “Kaká” Jiménez

El jugador profesional Óscar Jiménez creó el proyecto de trabajar con adultos. Practican de lunes a viernes, en la cancha Azteca de Ilopango

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Jiménez (vestido de negro), al pendiente del trabajo que se realiza en la escuela. Foto EDH/René Estrada

Por Franklin Ponce | Twitter: @FP11EDH

2018-10-04 9:11:25

SAN SALVADOR. Son casi las 11:00 de la mañana, otro día para practicar el fútbol en la cancha Azteca, de Ilopango. En el ambiente se escuchan que estiran algunas vendas y se percibe un fuerte olor a una pomada para calentar los músculos. Luego viene el pitazo para iniciar. No hay mucha explicación de parte del profesor, los alumnos toman la idea rápido, claro, no son unos niños. Son personas entre los 40 y 60 años, algunos todavía con algunos menos, otros con un poquito más. Esta es la escuela de “Papi” fútbol que lidera Óscar “Kaká” Jiménez, jugador profesional, ex de la Selecta Mayor y de varios equipos de Primera.

Con colaboración de la alcaldía ilopaneca, el “Kaká” Jiménez tiene a su cargo a un grupo de casi treinta personas, entre ellas dos mujeres; a quienes ejercita, con el mismo método como que fuera un equipo de fútbol.

La escuela de fútbol para adultos en Ilopango

Con colaboración de la alcaldía ilopaneca, el “Kaká” Jiménez tiene a su cargo a un grupo de casi treinta personas, entre ellas dos mujeres; a quienes ejercita, con el mismo método como que fuera un equipo de fútbol. “Para mí es un orgullo entrenar a toda esta gente.

“Para mí es un orgullo entrenar a toda esta gente. Son personas que me ayudaron y ahora yo los estoy ayudando a ellos. Mi mayor satisfacción es verlos contentos, escucharlos de que se sienten personas nuevas, porque algunos ya ni corrían y ahora lo hacen con gran facilidad”, comenta Jiménez.

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Desde 2009, Óscar Jiménez está trabajando con la alcaldía de Ilopango, en el área de deportes. Este proyecto es financiado por el actual edil, Adán Perdomo, quien “donó todo el material (pelotas, conos, uniforme) para que esto se echara a andar”.

Junto con la alcaldía, el “Kaká” también tiene a cargo a las escuelas municipales, con quienes trabaja en la tarde. También imparte aeróbicos en el parque “Los Dinosaurios”, en Ilopango. Además, recientemente Jiménez se sumó al cuerpo técnico del C.D. Ilopaneco, en la Segunda División.

La escuela lleva año y medio funcionando y la idea nació, reitera el “Kaká”, tratando de devolver un favor: “Son personas que tengo años de conocer. En mis ratos libres yo venía a esta cancha, a hacer mis trabajos personales, entre terminaba un torneo y empezaba el siguiente. De repente se me acercaron tres personas y trabajaban conmigo. Luego llegaron a ser diez, quienes trabajaban junto a mí, pero haciéndolo con ritmos diferentes. Entonces al ver que esta gente estaba entusiasmada y ver que querían entrenar, ahí surgió la idea. Lo comenté con el alcalde y se entusiasmó. Así es como nace la escuela de papi”, explica.

Con la escuela, sobre lo que trabajan en cada sesión: “No va enfocado en que aprendan a jugar fútbol. Lo que se hace con ellos, es que con base en el fútbol, vuelvan a ser personas ágiles, que tengan movilidad en sus articulaciones, que vuelvan a recordar el toque, porque muchos de ellos son muy buenos con la pelota. A la edad de ellos, les cuesta agacharse, tirarse (en el caso de los porteros). Así que esto es, más que todo, por salud. No porque busquen entrar a una competencia”, menciona Jiménez.

Jiménez, de negro, supervisando la práctica.
óscar “Kaká” Jiménez también trabaja en un gimnasio. Además de todo el trabajo que hace con la alcaldía, Óscar “Kaká” Jiménez también labora en el gimnasio “E & E” como instructor de ejercicios y de aeróbicos. “En realidad no hay ratos libres, porque todo el día paso haciendo ejercicio. Pero lo hago con mucho orgullo”, expresa el jugador

Las sesiones casi siempre están diseñadas con un periodo para hacer trabajo físico, luego continúa lo técnico y cierran con un poco de fútbol, donde Jiménez imparte algunos consejos tácticos.

Mientras que los resultados son medidos cuando “como ellos juegan en diferentes torneos de papi, se les da un seguimiento y son personas que en sus respectivos equipos marcan la diferencia, porque tienen ritmo, una capacidad física mejor, que de las otras personas contra las que están compitiendo y andan por la misma edad. También en el aguante, porque se ve que difícilmente se cansan”, detalla el entrenador.

Jiménez asegura que la escuela de fútbol ha tenido mucha aceptación y espera que más gente se pueda sumar: “Esta escuela está abierta para todo aquel que quiera venir, no necesariamente tiene que ser del municipio, ni tampoco gente mayor. La idea es que todos nos divirtamos haciendo deporte”.

Luis Rivas, entre sus hijos Lenny y Luis (der.), compañeros de escuela.
Algunos familiares se han convertido en compañeros en esta escuela. Como los casos de Carolina y Amadeo Santamaría (padre e hija).

Esfuerzo y dedicación

Algo que motiva a Óscar Jiménez a trabajar con estos “viejos” alumnos, son las ganas que estos colocan en cada ejercicio: “En cada entrenamiento ponen mucho esfuerzo, no piensan en su edad, solo se sienten jóvenes al estar realizando cada ejercicio. Sin prejuicios, porque obviamente hay cosas que ya no las pueden hacer como antes”.

Mientras que los integrantes de la escuela tratan de sacar el mayor provecho a la experiencia del “Kaká”.

“Óscar es un buen entrenador. Es paciente y con su experiencia aprendemos mucho. Para mí es una experiencia nueva porque nunca había trabajado con personas mayores y de grandes experiencias en el fútbol. Enseñan mucho, me ayuda mucho, me divierte y me ayuda para la salud”, expresa Carolina Santamaría, una de las dos chicas que integran el grupo, con quien enfatiza que se siente cómoda.

“Ellos no me discriminan. Al contrario, me hacen parte del grupo. Aquí el trabajo es parejo, me tratan como cualquiera de ellos, no tengo privilegio por ser mujer, sino que lo hago con la misma intensidad”, apuntó.

Por su parte, Luis Rivas, uno de los que trabaja desde que se inauguró el proyecto, comentó: “Este proyecto es una iniciativa muy valiosa, que debería de ser imitada en otros lugares. En lo personal, físicamente me siento bien y sin la necesidad de ir al médico, porque con estos ejercicios estamos agarrando vida”.