Póquer de ilusión en la semifinales de la Liga Mayor

Cuatro equipos sobreviven al sueño de coronarse campeón del torneo Clausura. Alianza va ante ??guila y Santa Tecla se medirá al Audaz que ahora es la revelación

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Vista panorámica del estadio Cuscatlán durante la final entre Alianza y Santa Tecla. Foto/ Mauricio Castro

Por Raúl Recinos

2018-05-07 8:39:49

SAN SALVADOR. Tres pasos más hay que dar para coronarse campeón del torneo Clausura 2018. Son cuatro los equipos que siguen vivos. Alianza, Águila y Santa Tecla cumplieron con el pronóstico de superar sus series de cuartos de final. Audaz, por su parte, pasó de estar en problemas de descenso a ser la revelación tras meterse a semifinales, dejando en el camino a FAS, uno de los favoritos al título.

En esta etapa se debe depurar aún más los errores, porque cuestan muy caro, cosa que le pasó a los tigrillos en la serie ante los coyotes. Desde que salvaron la categoría todo era ganancia para los vicentinos y ahora se enfocan en dar otro golpe ante un cuadro tecleño que ya no se permite nada menos que disputar la final.

Por cómo están las llaves, que se repita la misma final por cuarto torneo consecutivo es una realidad. Alianza es el último monarca de Primera y busca el bicampeonato, para consolidar un año deportivo en el que lograron marcar historia al batir muchos récords, pero el más recordado será el de haber conseguido la corona 12 de manera invicta e imponer una racha de 42 partidos sin conocer la derrota.

Águila quiere dar una sorpresa, está en esta ronda después de superar a Firpo en los cuartos de final con global de 1-0, con un gol de David Rugamas en el partido de ida, pero en el de vuelta dejaron muchas dudas con el tema de la definición.

Firpo tendrá nuevo dueño

Una empresa mexicana es la que está más cerca de cerrar un acuerdo con el presidente Modesto Torres, para la venta del equipo pampero

Este lunes se confirmó que los partidos de ida de semifinales se jugarán el jueves 10 de mayo. Audaz recibirá, a las 3:30 p.m. a Santa Tecla en el estadio Jiboa. El domingo pasado, tras amarrar el boleto a esta fase, al directiva de Águila dijo que jugarían el mismo jueves a las 3:00 p.m., pero ayer, tras la reunión de Primera División, se conoció que los emplumados contratarán servicio de iluminación para jugar ese mismo día a las 7:00 p.m. Si no pasa la prueba de la comisión revisora de estadios, el partido será siempre jueves, pero a las 3:30 p.m.

Albos y emplumados

El partido entre Águila y Alianza es el más atractivo de las dos llaves. Los paquidermos superaron sin problemas a Sonsonate en los cuartos de final tras ganarles en la ida 1-0 y en la vuelta 4-0, en lo que fue un examen poco exigente antes de esta ronda. En el último registro en semifinales entre estos dos equipos, los migueleños dejaron en el camino a los capitalinos, los doblegarlos 1-0 en el Cuscatlán y 2-1 en el Juan Francisco Barraza. Vuelven a chocar, pero hoy la balanza está inclinada del lado del campeón, que en los últimos cuatro partidos se ha servido con cuatro victorias solventes (1-3, 5-0, 0-2 y 3-0) en las dos canchas. Los albos están completos, no reportan bajas y cuentan con la buena noticia de que Juan Carlos Portillo está de nuevo en forma y hasta marcó un gol el domingo. En la delantera, Rodolfo Zelaya también está recuperado y el jueves podría volver a la titularidad. Águila, entre tanto, también se reporta listo para seguir escalando y soñar con la copa 16. Tampoco reportan bajas, pero desde ayer que volvieron a los entrenos se enfocan en la definición.

Colineros y coyotes

Santa Tecla no se permitirá ningún susto en las semifinales, ya sabe lo que le pasó a FAS en cuartos de final ante el sorpresivo Audaz. Ni siquiera irán a especular al estadio Jiboa, la idea es sacar dos triunfos para pasar solventes a la final. El único problema es que ante las lesiones, los periquitos son un plantel con muchos partidos encima y con pocas variantes, pero el técnico Rubén da Silva ha confiado en jugadores juveniles y no lo han defraudado, como el caso de Fernando Quintanilla, quien se adueño de la media cancha. Los vicentinos del Audaz ni se imaginaban estar en esta etapa del torneo en su primera experiencia en el circuito de privilegio. La llegada de Carlos Romero al banquillo les cambió la cara y los salvó del descenso. El entrenador encontró un grupo con ganas de destacar, pero les hacía falta un ingrediente secreto que él se los dio. Ya le quitaron el invicto al Alianza en el Jiboa y sacaron del camino a uno de los grandes. Ahora van por más y se ilusionan con llegar a jugar el 20 de mayo la final en el Cuscatlán.