SANTA ROSA DE LIMA. Bajo la dirección técnica del DT asistente, Wilfredo Molina, Limeño tuvo un segundo tiempo para enmarcar. Después de irse en el primer tiempo en desventaja contra Sonsonate, los cucheros remontaron en el segundo tiempo y terminaron ganando (3-1) a los cocoteros, quienes pasan a ser último en la acumulada.
Dos equipos necesitados de los puntos se pararon con ideas similares (4-4-1-1) sobre el campo del Ramón Flores Berríos, bajo una alta temperatura.
En las gradas había poco público, mínimo por parte de la visita, pero en todo fue evidente el desfile de DTs que aspiran a quedarse con el cargo en los santarroseños, después de la destitución del argentino Emiliano Barrera.
Los comentarios sobre Limeño es que al plantel se le veía otra actitud. En la cancha, el equipo fue el que tomó la iniciativa sobre la portería rival, aunque la dinámica del partido era bastante enredada, de mucho trámite en el medio campo, con pocas ocasiones claras para anotar y de mucha pierna fuerte, que hicieron que el inicio fuera accidentado.
En este periodo, a los nueve minutos, Sonsonate resintió la salida de Cristian Sánchez, por un golpe en la cabeza, por quien entró el mexicano Manuel Rivera y trató de combinarse con el charrúa Nicolás Fagúndez, pero había poca trascendencia adelante.
Por los santarroseños, el paraguayo Jorge Cáceres tuvo que jugar con un vendaje en la cabeza, por un golpe accidental con el defensor cocotero, Luis Copete.
De lo que se pudo rescatar del primer tiempo, fueron las ocasiones que le negaron al nigeriano Fredrick Ogangan, quien al momento de perfilarse al área, le tapaban el disparo y hacía que se lamentaran los aficionados orientales, quienes poco a poco fueron siendo más exigentes con los suyos, al no reflejar en el marcador, el dominio en el control de la pelota.
Pero era porque temían lo que terminó sucediendo. Sonsonate, que solo había llegado un par de veces y solo inquietado con tiros desviados, abrió el marcador (45+3’), con la anotación del mexicano Rivera, quien definió luego del pase de Fagúndez, en profundidad.
Este gol fue festejado con mucha euforia por los cocoteros y alborotó más la molestia de los aficionados locales, quienes terminaron despidiendo a sus jugadores, con reclamos airados.
Foto/ Carlos Cruz
Reacción
Pareció que el llamado de atención funcionó. El cuerpo técnico reaccionó realizando dos sustituciones, enviando a Clayvin Zúniga y José Peña, en la parte de complemento, con lo que el equipo ganó alternativas en el ataque.
Los jugadores también mostraron una actitud más agresiva y el tanto del descuento no tardó en llegar, con la definió de pierna derecha de Ogangan (47’), luego de controlar la pelota en el área, tras la asistencia del “Puma” Peña.
Una jugada en la que se destacó la conexión colectiva, que reflejaba la nueva cara con la que salieron los cucheros y con el que recuperaron la proyección ofensiva.
El impulso de los santarroseños les alcanzó para hacer la remontada, a los 58’, con el desvío de cabeza de Francisco Álvarez, tras el tiro libre que Coca convirtió en centro al área y que dejo sin reacción a los cocoteros.
Limeño hizo un festín a partir de este momento, aunque tuvieron que sufrir con un penal en contra. Una mano en el área, de Walter Canales, fue sancionado por el central Juan Quinteros y cobrado por el jamaiquino Tulloch, a quien el lanzamiento fue atajado por el portero Kevin Carabantes (69’).
De ese rechazo salió el contraataque de los cucheros, que terminó con la tercera anotación, en una jugada por la derecha, que Ogangan centró y terminó definiendo José Peña (70’).
Duro golpe anímico para los sonsonatecos, quienes ya no pudieron reaccionar, a pesar de que lo intentaron. Limeño se cuidó mejor atrás, mantuvo la proyección ofensiva, buscando el cuarto. Pero se tuvieron que conformar con este triunfo que sana algunos dolores.