¿Otoño en El Salvador? El festival que trae jardines de cempasúchil, calabazas y experiencias únicas

Aunque en El Salvador solo conocemos dos estaciones bien marcadas -invierno y verano- el espíritu del otoño ha llegado para transformar un vivero en un escenario digno de postal. El Festival de Otoño de Rainbow Ornamentales celebra su segunda edición este 18 y 19 de octubre, de 8:00 a.m. a 4:00 p.m., con un despliegue de jardines, flores, calabazas y actividades que prometen una experiencia inolvidable para toda la familia.

Detrás de esta iniciativa está Diana Paola García, gerente y directora de comunicaciones, eventos y relaciones públicas del vivero, quien explica que la idea nace del deseo de ofrecer propuestas distintas cada vez que las siembras de girasol florecen.

“Nuestro vivero se ha hecho emblemático por los girasoles, y para seguir innovando, cada temporada creamos festivales temáticos. Este año tuvimos el Festival del Girasol, el Festival de las Flores y ahora cerramos el 2025 con el Festival de Otoño, previo a la temporada navideña”, detalla García.

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Un evento único en su tipo

Lo que hace especial a este festival es la posibilidad de vivir el otoño en un país tropical. Aunque no se presentan los cambios climáticos tan marcados como en otras latitudes, Diana asegura que sí se percibe la estación en detalles naturales. Las entradas están disponibles en preventa a $2 y el día del evento a $3.

“En El Salvador también hay otoño. No es tan notorio como en otros países, pero hay caída de hojas, florecen especies diferentes, oscurece más temprano y el clima cambia. Todo eso lo queremos celebrar con un concepto único y familiar”, explica.

La propuesta va más allá del paisaje. Este año, el vivero ha cultivado por primera vez flores de cempasúchil, conocidas en México por su uso tradicional en los altares del Día de los Muertos.

“Tenemos un jardín con unas 1,000 flores de cempasúchil, una especie muy querida en México. Quisimos traerla a nuestro país para que las personas puedan admirarla, conocerla y retratarse entre sus colores anaranjados y amarillos”, comenta García.

Además, la inspiración también proviene de Estados Unidos, donde las calabazas protagonizan el otoño. “Aquí no existe una experiencia similar y queríamos ser los primeros en traerla. Muchas personas nunca han visto una calabaza real, así que esta es la oportunidad para conocerlas y tomarse fotos otoñales únicas”, añade.

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Actividades para toda la familia

El Festival de Otoño está pensado para todas las edades. Durante el fin de semana habrá música en vivo, juegos, animación y dinámicas familiares. Los niños podrán participar en “Sembremos con El Surco”, una actividad educativa donde sembrarán su propia planta por solo $1. También habrá una pequeña granja con animales, ideal para el contacto con la naturaleza.

El domingo se llevará a cabo uno de los momentos más esperados: el Pet Fashion Show, un desfile en el que las mascotas lucirán atuendos otoñales o creativos.

“Queremos que las familias vivan este festival, incluyendo a sus peludos. Además del desfile, habrá concursos y premios de parte de nuestros patrocinadores”, indica la organizadora.

El arte también tendrá su espacio con una violinista invitada y un show sinfónico el domingo por la tarde, sumando un toque cultural a la celebración.

El recorrido otoñal no estaría completo sin sabores únicos. Rainbow Ornamentales presentará este año sus nuevas creaciones: pupusas, horchata y atol de calabaza.

“La idea es que las personas se lleven un recuerdo completo del otoño, no solo visual sino también gastronómico. Estas recetas se preparan especialmente para esta temporada”, comenta García.

El evento contará también con un jardín de emprendedores, donde talentos locales ofrecerán productos variados, desde artículos artesanales hasta opciones gastronómicas.

Curiosidades del festival

Más allá de lo que el público ve, hay detalles que hacen aún más especial esta experiencia. Por ejemplo, las calabazas son el elemento más difícil de conseguir.

“En el país no hay producción local, por lo que tenemos que importarlas desde Estados Unidos. Esto las convierte en el componente más caro del festival, ya que se compran por libra. Tenemos unas 20 reales y el resto son artificiales o hechas de papel”, explica Diana.

Otra curiosidad es la presencia de tres calaveras decorativas enviadas por la Embajada de México, que se integran al jardín de cempasúchil y se han convertido en uno de los spots más fotografiados por los visitantes.

Y hay un detalle muy personal detrás del festival: la tradición de sembrar flores viene del padre de Diana, quien le enseñó desde pequeña a cultivar jardines. “Cada siembra me recuerda a él. Este proyecto es también un homenaje a su amor por la naturaleza”, confiesa.

Cabe destacar que, el Festival de Otoño de Rainbow Ornamentales no es una celebración de Halloween. “Más que eso, celebramos una estación del año que no es tan conocida en nuestro país. Nos inspiramos en el otoño de otros lugares y en los jardines de cempasúchil de México para traer un pedacito de esa experiencia a El Salvador”, apunta García.

“Lo imperdible es venir con tu familia a retratarte entre las calabazas y nuestros spots otoñales, y probar nuestras pupusas y atol de calabaza. Los esperamos para vivir juntos la magia del otoño en El Salvador”, concluye Diana.