El mundo enfrenta el reto del hambre en el Día de la Alimentación

Cada 16 de octubre el mundo conmemora el Día Mundial de la Alimentación, una fecha establecida por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para reflexionar sobre los desafíos en torno al acceso a alimentos seguros, nutritivos y suficientes. Este año, la conmemoración coincidió con el 80 aniversario de la FAO, y tuvo como epicentro su sede en Roma, donde líderes mundiales recordaron que el hambre continúa siendo una tragedia que afecta a millones de personas.

Según publicó la agencia de noticias EFE, alrededor del 8,2 % de la población mundial —unos 673 millones de personas— padeció hambre en 2024. Aunque esta cifra representa un leve descenso respecto al año anterior, los avances no son uniformes: mientras América Latina muestra señales de recuperación, en muchas regiones de África y Asia Occidental la situación sigue siendo crítica. La FAO advierte que, de mantenerse la tendencia actual, para 2030 más de 500 millones de personas continuarán en situación de subalimentación crónica.

La Reina Letizia pide reforzar la cooperación internacional

Durante la ceremonia principal celebrada en el salón de plenos de la FAO, la reina Letizia de España, embajadora especial para la Nutrición de la organización, ofreció un discurso centrado en la necesidad de defender los principios de Naciones Unidas en tiempos que calificó como “complejos” y de “revisiones constantes”.

“La alimentación adecuada, suficiente, sostenible y sana debe considerarse un derecho inalienable”, afirmó la monarca española, quien además enumeró diversos factores que amenazan la seguridad alimentaria global: la concentración de los sistemas de producción, el desperdicio de alimentos, la desigualdad en el acceso de las mujeres a los recursos, la obesidad juvenil y los impactos del cambio climático.

En una de las frases más citadas de su intervención, la Reina aseguró que “el hambre es hoy un arma de guerra en muchos lugares y una herida abierta”. Su mensaje culminó con un llamado a fortalecer la cooperación multilateral: “Me gustaría por favor que si hay alguien en la sala o en algún lugar que tenga una idea mejor que la cooperación multilateral para conseguir que las personas tengan una alimentación adecuada que venga y nos lo diga”, expresó ante líderes como el presidente de Uruguay, Yamandú Orsi, y el exsecretario general de la ONU, Ban Ki-moon, según el despacho de EFE desde Roma.

El Papa León XIV reclama un compromiso humanitario global

El papa León XIV también participó en el evento de la FAO, siendo esta su primera aparición en un foro internacional desde el inicio de su pontificado. En un mensaje leído en español e inglés, denunció que “los escenarios de los conflictos actuales han hecho resurgir el uso de los alimentos como arma de guerra, contradiciendo todo el trabajo de sensibilización llevado adelante por la FAO durante estas ocho décadas”.

Según la misma publicación de la agencia EFE, el pontífice estadounidense calificó este fenómeno como “una estrategia cruel” y recordó la situación de millones de personas en países como Ucrania, Gaza, Haití, Afganistán, Mali, Yemen o Sudán del Sur, donde el acceso al alimento, al agua y a la atención médica sigue siendo una promesa incumplida.

De pie frente al atril, León XIV insistió en que la humanidad no puede aceptar el hambre como un hecho inevitable ni como un instrumento político. Además, defendió “sin ambages el multilateralismo frente a las nocivas tentaciones autocráticas en un mundo multipolar”, subrayando que solo la cooperación entre naciones puede garantizar una solución duradera.

América Latina enfrenta su propia paradoja alimentaria

Mientras tanto, en distintos puntos del planeta se desarrollaron actividades con motivo del Día Mundial de la Alimentación, enfocadas en los desafíos regionales. En América Latina, los datos muestran una paradoja preocupante: cerca de 20 millones de personas padecen inseguridad alimentaria aguda, mientras que la obesidad y el sobrepeso siguen aumentando, según la Organización de las Naciones Unidas.

En un comunicado emitido por la Alianza Latinoamericana de Nutrición Responsable (ALANUR), con sede en Ciudad de México, su directora ejecutiva, Elizabeth Díaz, señaló que “si bien el reto para alcanzar la meta de Hambre Cero es grande y los suplementos no sustituyen a los alimentos, sí se han consolidado como aliados para apoyar la nutrición”. Explicó que los suplementos alimenticios son una herramienta práctica “para reforzar la alimentación en momentos o condiciones donde no siempre se logra cubrir todos los requerimientos nutricionales”.

Soluciones compartidas para alcanzar el Hambre Cero

Según el mismo comunicado, en el marco de la Agenda 2030 de la ONU, el Objetivo de Desarrollo Sostenible 2 busca poner fin al hambre y promover una agricultura sostenible, pero el progreso ha sido desigual debido al cambio climático, la inflación y los conflictos internacionales.

ALANUR destacó además que, según datos del Banco Mundial y Euromonitor, los suplementos alimenticios representan cerca de un tercio del mercado total de salud del consumidor en América Latina. Esto equivale a entre 200 y 250 millones de personas que recurren a productos nutricionales, desde multivitamínicos hasta suplementos deportivos, como parte de su dieta cotidiana.

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Elizabeth Díaz enfatizó que “alcanzar el Hambre Cero requiere voluntad colectiva, innovación y soluciones que trabajen en conjunto. Ninguna acción aislada resolverá el problema, pero cada esfuerzo cuenta”. Agregó que para lograrlo es fundamental que gobiernos, empresas y ciudadanos “trabajen juntos por una nutrición sin fronteras, donde cada persona pueda acceder a una alimentación suficiente, segura y nutritiva”.

Ocho décadas de lucha contra el hambre

La FAO, creada en 1945 tras la Segunda Guerra Mundial, cumple este año ocho décadas de trabajo en favor de sistemas alimentarios más justos y sostenibles. Sin embargo, como recordaron la Reina Letizia y el Papa León XIV, los desafíos persisten y las desigualdades se profundizan.

El Día Mundial de la Alimentación 2025 deja un mensaje claro: no habrá paz ni desarrollo sostenible mientras millones de personas sigan sufriendo hambre. Las palabras de los líderes en Roma resonaron como un llamado a la acción colectiva, a la empatía y a la cooperación, recordando que alimentar al mundo no es solo un deber moral, sino una condición indispensable para la dignidad humana.