Los Hermanos Flores, 65 años de historia que ahora llegan a Coachella y los Grammy

A sus 57 años de trayectoria dentro de la Orquesta Internacional Los Hermanos Flores, Nory Flores habla con la misma emoción que cuando, siendo apenas una adolescente, tomó un saxofón por primera vez. En entrevista con elsalvador.com, la cantante recuerda los orígenes humildes de una agrupación que comenzó como un sueño familiar y hoy representa la esencia de la cumbia salvadoreña en el mundo.

“Mi papá (Andrés Rodríguez) nos decía: ‘Venga, a estudiar la solfa por dos años’. Así fue con todos. A los nueve (años) ya estábamos aprendiendo solfeo, y a los 11 nos entregaba un instrumento”, relata al recordar aquellos años de disciplina y música que marcaron el inicio de la orquesta.

En su caso, fue el saxofón el instrumento con el que debutó, antes de convertirse en la voz insignia de la agrupación. “Ejecuté el saxofón por ocho años. Me retiré por el nacimiento de mi primera hija, pero cuando regresé, mi papá me pidió que volviera ya no como músico, sino como cantante. Desde ahí ya no me he despegado del escenario”, recuerda.

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Las memorias de la infancia son sencillas, pero llenas de significado. “Antes de entrar a la orquesta me recuerdo que mi papá se iba a trabajar el 31 de diciembre a Honduras. Nos dejaban dos colones para cohetes y el regalito no era un juguete, sino una camisolita y una pantaloneta. No recuerdo haber tenido un juguete. Pero creo que de grande he tenido demasiados premios, demasiados reconocimientos, por haber sido obediente con mi papá”, dice con una sonrisa.

Más de seis décadas después de aquella idea nacida en San Vicente, Los Hermanos Flores siguen siendo parte de la historia de los salvadoreños. Su trayectoria está marcada por momentos difíciles, pero también por una resiliencia que los mantiene vigentes, generación tras generación.

“Hemos pasado demasiados momentos complicados. Los bonitos se recuerdan a diario, pero los duros se dejan atrás. La verdadera victoria está en superar los obstáculos que la vida nos pone. Y aquí estamos, después de terremotos, guerras, pandemias y todo”, afirma Nory.

La pandemia fue uno de esos grandes desafíos. “Estuvimos guardaditos casi dos años, fue algo tremendo, pero aquí estamos de nuevo, hemos surgido y con mucho éxito, gracias a Dios”, cuenta. En medio de los cambios que ha vivido la industria musical, la agrupación ha apostado por mantener su estilo original sin dejar de evolucionar.

“A cada elemento que integra la orquesta se le pide que sepa ejecutar la música tal como el ritmo lo traemos desde hace muchísimos años. Los vocalistas, por ejemplo, cada quien tiene su estilo, pero el director es quien se encarga de decir cómo debe sonar. Esa disciplina ha sido parte del éxito”, enfatiza Flores.

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Una de las razones por las que su música no pasa de moda es que ha acompañado a generaciones completas en momentos importantes de su vida. “Hemos amenizado bodas, fiestas rosas, aniversarios de casados, cumpleaños… y las nuevas generaciones van escuchando esa música porque los papás se las han inculcado. En los pueblos, en los cantones, en los hoteles, siempre llega gente joven a bailar y disfrutar la música de la orquesta. La música de Los Hermanos Flores jamás pasa de moda”, afirma Nory con orgullo.

Incluso con el avance tecnológico, el grupo mantiene su compromiso con el sonido en vivo. “Ahora en el estudio se pueden hacer muchas cosas: doblajes, subir tonos… pero en el escenario somos 100% en vivo. A veces hay quienes dudan y les decimos que bajen los niveles de la consola o la voz para que vean que no usamos pistas. Lo que escuchan en el disco, lo escuchan en vivo”, enfatiza.

Rumbo a los Latin Grammy y Coachella 2026

Uno de los logros más emocionantes para la agrupación llegó recientemente con la pre-nominación del disco 50 Años Sinfónico Nory Flores a los Latin Grammy. El proyecto fue un sueño largamente acariciado por Nory.

“Siempre quise un sinfónico y lo logré en mis 50 años, con muchísimo trabajo. Los amigos de la disquera fueron quienes sometieron el disco a la Academia, y gracias a Dios fue tomado en cuenta. Solo estar pre-nominados me llena de alegría”, confiesa.

Para Nory, el proceso ha sido tan especial como inesperado. “Todas las noticias me llegan por mis hijos porque no tengo redes sociales. Cuando me contaron que estábamos pre-nominados, no lo podía creer. Hasta ahora, pienso que si mañana me retiro, me doy por servida y satisfecha con todo lo que hemos logrado.”

César Cortez, vocalista de la orquesta, asegura que la emoción se siente en cada rincón del grupo. “Cada logro ha tenido su propio nivel de emoción. Nos llena de orgullo sentirnos parte de esta institución musical justo en este momento histórico. Sentir que vas a vivir esto en carne propia, en primera persona, es increíble”, relata.

Carlos Cortez, también vocalista de la orquesta, lo resume con una frase que ya es parte del vocabulario interno del grupo: “Yo me siento mundialista”. Y es que, según dice, “estar en la lista de los Grammy es un sueño que parecía inalcanzable hace algunos años. Ahora es una realidad”.

A esto se suma que, el próximo 11 y 18 de abril de 2026, Los Hermanos Flores subirán al escenario del festival Coachella, uno de los más importantes del mundo. La noticia sobre su participación llegó de forma inesperada, en medio de un show en el Centro Histórico de San Salvador, el pasado 15 de septiembre.

“Estábamos tocando tras regresar de una gira por Estados Unidos. En medio del show nos dieron la noticia y nos autorizaron a compartirla. El público estalló en aplausos. Fue un orgullo enorme decir: El Salvador también estará presente en uno de los escenarios más importantes del mundo”, recuerda César.

“Fue un momento espectacular. No estaba programado decirlo ahí, pero nos autorizaron a dar la noticia y la gente enloqueció. Ser los primeros en llegar a ese escenario tiene un valor enorme”, añade Nory. “Queremos que otras agrupaciones salvadoreñas también lo logren. Este país tiene mucho talento.”

La preparación ya comenzó, y no hay detalle que quede al azar. “Todo tiene que verse impecable: ensayos, uniformidad, vestuario, coreografía. Hasta los saxos tienen que bailar”, comparte Nory entre risas.

El show durará 40 minutos por día, un reto para una agrupación con más de seis décadas de repertorio. “Estamos midiendo el tiempo para pegar canciones y tocar la mayor cantidad posible. Mi País, La Enfermera, Linda Muchachita, La Bala y Somos Latinos, no pueden faltar.”

César asegura que el significado trasciende lo artístico. “Estar en una plataforma como Coachella es algo que no alcanza las palabras. Tanto como salvadoreño como artista, estar ahí parado en ese escenario es un sueño hecho realidad”.

Carlos, por su parte, destaca el orgullo que sienten al representar al país: “El Salvador no solo estará en el fútbol o en el deporte. Ahora también estaremos en la música, representando a nuestro país con orgullo.”

“Queremos ver un Coachella lleno de azul y blanco”

El título de “Embajadora Musical de El Salvador” no es solo un reconocimiento formal, es un compromiso que la agrupación lleva con orgullo. A pesar de haber atravesado momentos difíciles en lo personal, Nory mantiene el entusiasmo intacto.

“He tenido accidentes, caídas… pero el ánimo sigue. Pienso en cada detalle del vestuario, en cómo será el espectáculo. Me cuesta dormir de la emoción. A la gente no le importa mi físico, me quieren por lo que transmito con mi voz”, señala.

En este sentido, luego de Coachella y los Grammy, el futuro promete nuevos proyectos. “Estamos considerando una gira internacional. Ya nos llamaron de Barcelona y hay interés en que regresemos a Europa. También, pensamos en lanzar un par de temas nuevos”, adelanta Nory.

El mensaje final que deja la agrupación a los salvadoreños es una invitación a acompañarlos en este histórico capítulo: “Queremos ver el festival Coahella lleno de azul y blanco. Que se escuche ‘¡El Salvador!’, cuando estemos en el escenario. Lleven sus banderas, sus pancartas, vistan los colores. Que el mundo sepa que aquí está la cumbia salvadoreña”, concluye.