UES impulsa técnica agrícola para garantizar alimentos

La Universidad de El Salvador (UES), a través de la Facultad de Ciencias Agronómicas, está trabajando en un proyecto que busca fortalecer la seguridad alimentaria y enfrentar los efectos del cambio climático en la región del corredor seco.

Se trata del sistema Milpa Intercalada con Árboles Frutales (MIAF), una técnica que combina granos básicos con árboles frutales para diversificar la producción, aprovechar mejor el suelo y cuidar el medioambiente.

Te puede interesar: ¿El agua te llega sucia? 6 formas caseras y seguras para purificarla

Una apuesta por la resiliencia del campo

Actualmente, la UES desarrolla el proyecto “Fortalecimiento de la Gestión del Riesgo en Sistemas Agroalimentarios, que contribuye a la seguridad alimentaria y nutricional para enfrentar el cambio climático del corredor seco de Guatemala, El Salvador y Honduras 2023-2024”.

En San Luis Talpa, La Paz, se han instalado cuatro parcelas demostrativas donde investigadores y estudiantes prueban esta técnica. La idea es que pronto pueda replicarse en los terrenos de agricultores salvadoreños.

El ingeniero Fidel Parada Berríos, docente investigador del Departamento de Fitotecnia, explica: "Tenemos parcelas demostrativas de diferentes especies. En el país hay suelos deteriorados por estar en terrenos con topografía accidentada y vulnerables".

Para enfrentar esa realidad, los investigadores diseñan surcos en curvas a nivel donde se siembran árboles frutales. Entre ellos se cultiva maíz y otros productos como frijol, arroz, ejote, maracuyá, chufle, pitahaya, ajonjolí, ayote y pipián. Esta combinación de cultivos garantiza alimentos más nutritivos y abre la posibilidad de que las familias agricultoras tengan ingresos adicionales durante distintas épocas del año

Te recomendamos: Día Mundial de las Playas, equilibrio entre desarrollo y conservación

"A medida crecen los árboles, se tiene un manejo intensivo con podas para que sea sostenible y productivo", señala Parada.

El sistema MIAF permite que en un mismo terreno se produzcan alimentos variados. Según Parada, con esta diversidad de cultivos: "se garantiza la producción de diferentes productos alimenticios durante el año, garantizando la seguridad alimentaria de las familias, porque pueden comercializar su producto, beneficiando la salud del suelo y minimizando los problemas con plagas y enfermedades".

En las parcelas ya se cultivan jocote de azucaron, guayaba taiwanesa, arrayán y limón pérsico, especies con alto valor económico en sus temporadas.

El proyecto no solo consiste en sembrar, también incluye herramientas tecnológicas y educativas. Se han instalado estaciones meteorológicas portátiles para monitorear el clima y alertar a los agricultores sobre posibles fenómenos naturales.

El sistema MIAF no es nuevo en la región. Fue implementado en México desde el año 2000 por el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) junto al Colegio de Postgraduados (COLPOS). En tierras mexicanas ha tenido éxito con pequeños productores, quienes han logrado reducir riesgos agroalimentarios y diversificar sus cosechas.

En 1996, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Ganadería (FAO) en la cumbre mundial de la alimentación, realizada en Roma-Italia, aseguró «que la seguridad alimentaria es tener acceso físico, social, económico a alimentos nutritivos, satisfacer necesidades diarias, para llevar una vida activa y sana».

"Tenemos un equipo de investigadores de Fitotecnia, con apoyo de técnicos y docentes de SIC-UES, Desarrollo Rural, Meteorología y Estación Experimental, para sacar adelante este proyecto", comenta Parada, destacando el esfuerzo colectivo.

El papel de los estudiantes

En este proceso, los estudiantes también tienen un rol clave. Bajo un fuerte sol y altas temperaturas, trabajan junto a sus docentes en la Estación Experimental de San Luis Talpa. Con rostros llenos de sudor, hacen pequeñas pausas para hidratarse, pero mantienen la concentración en cada parcela, organizada por tipo de cultivo.

Michelle Saraí Ayala, de quinto año de Ingeniería Agronómica, realiza sus horas sociales en la Estación Experimental y asegura: "Esta experiencia académica es interesante, si los agricultores aplican esta técnica en sus tierras, podrán diversificar sus cultivos. No deben tener miedo a lo nuevo, si lo hacen, no dependerán de un solo rubro de cultivo».

Convencida, añade: "Si el campo duerme, la ciudad muere, es el diario vivir para un agricultor".

El proyecto es financiado por el International Development Research Centre (IDRC) y la Secretaría General del Consejo Superior Universitario Centroamericano (SG CSUCA). Además, investigadores de la UES fueron capacitados gracias a la cooperación japonesa (JICA) y la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID)

*Con reporteo de El Diario de Hoy