La Selecta hacia el Mundial: análisis en 10 puntos clave

Después de jugar dos de los seis partidos de esta etapa eliminatoria hacia el Mundial 2026, podemos hacer un alto en el camino y revisar lo bueno, malo y feo que ha mostrado la Selecta salvadoreña hasta ahora.

La visita a Guatemala el 4 de septiembre fue victoria salvadoreña por 1-0 (impensada, sorpresiva); y en casa, en el Estadio Cuscatlán, fue derrota por 2-1 la noche del lunes ante Surinam. Tres de seis puntos en juego.

Repasemos, en 10 puntos, a la Azul y Blanco y su entorno

La afición cumplió y hasta con bandera gigante

Después del triunfo con Guatemala, la fanaticada se activó, compró todas las entradas dos días antes del juego con Surinam y hubo 28,186 personas cantando el himno a todo pulmón en el Cuscatlán. Piel chinita. Hasta Brayan Gil lloró mientras se entonaban las sagradas notas y había una bandera gigante en el sector popular.

Por ahí hemos escuchado: tenemos mucha afición para esta Selección. Puede ser, pero el plantel aún está a tiempo para estar a la altura de lo que la hinchada cuscatleca les demuestra partido a partido. Y eso que no vamos al Mundial desde 1982.

Súper Mario y el ajuste en la línea defensiva

Sumando ambos partidos, Mario González hizo no menos de 7 tapadas espectaculares. Sin el arquero de Alianza en el arco, la Selecta no hubiera ganado en el Cementos Progreso y hubiera recibido al menos dos goles más de Surinam.

A la vez, el cambio que hizo "el Bolillo" Gómez en la zona defensiva, al variar de una línea de cuatro fija a una movilidad de tres defensores a línea de cinco en zaga según los momentos del partido, fue un acierto.

Si bien la Selecta la pasó mal en jugadas a balón parado y recibió goles, fue dura en los relevos, ordenada en los achiques y, en general, sólida.

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¿Sirvió de algo reducir la cancha?

"El Bolillo" pidió que el terreno de juego del Cuscatlán fuera más angosto, y con el aval de FIFA, así se delimitó para el partido contra Surinam. Esto permitió que la zona a defender fuera más chica y, efectivamente, los sudamericanos tuvieron menos terreno para hacer daño con su velocidad. Pero el resultado terminó mandando al traste la estrategia del viejo zorro de las eliminatorias.

Queda la duda: ¿hará lo mismo en partidos por venir?

Reencuentro con el gol, aunque insuficiente

La Selecta salvadoreña fue incapaz de hacer un gol en la Copa Oro de julio pasado. Empató sin anotaciones ante Curazao, y perdió por idéntico 2-0 ante Honduras y Canadá. Fallona, errática, sin pólvora y con pocas ideas ofensivas, recibió palos del periodismo centroamericano.

Despertó con un gol de Harold Osorio que valió tres puntos ante Guatemala; y Brayan Gil marcó un gol que le anularon por usar la mano y obligó al tanto en propia meta de Surinam.

Está claro que la Azul y Blanco necesita más pegada, y que jugadores como Styven Vásquez, Nathan Ordaz y el mismo Gil deben aportar más. Pero, al menos, van dos partidos de eliminatoria en que El Salvador se encuentra con las redes.

Nathan Ordaz, clave pero con pocos minutos

Todos coincidimos en que el chelito de Los Ángeles FC, titular en su club de la MLS, también debe ser titular indiscutible en la Selecta. Es un jugador distinto, con picardía, habilidad y visión de juego. Pero lamentablemente no llegó en su mejor estado físico a estos dos partidos.

Contra Guatemala entró de cambio y él cobró el tiro de esquina que terminó en el gol de Harold. Para el juego con Surinam fue titular, tuvo varios destellos, pero se fue apagando y luego fue evidente que físicamente no estaba bien, y tuvo que abandonar.

Hay que enfocarse en la recuperación de Ordaz para los juegos de octubre, para tener su mejor versión por más minutos.

Bajas importantes ante Guatemala y Surinam

El defensa de FAS recibió tarjeta amarilla ante Guatemala y, por acumulación de amarillas, no pudo enfrentar a Surinam. El elegido para sustituirlo fue Ronald Rodríguez, pero la apuesta del profe Gómez por la estatura, fuerza y experiencia del jugador de Águila no salió bien. Perdió marcas, se vio lento y no estuvo a la altura frente a los sudamericanos.

Cabe recordar que tampoco pudieron participar en esta doble fecha ni Jairo Henríquez ni Santos Ortiz, ya que ambos recibieron tarjeta roja ante Canadá, en la pasada Copa Oro, y por eso estaban suspendidos.

Todos ellos deberían volver a la convocatoria para los partidos de octubre, si el cuerpo técnico del "Bolillo" así lo indica.  

La nota negativa: gritos racistas

Stanley Menzo, técnico de Surinam, fue claro y contundente en la conferencia de prensa pospartido, al lamentar que parte de la fanaticada cuscatleca les gritó palabras racistas en el estadio Cuscatlán.

Son acciones inaceptables que no deben tener cabida en el deporte y que podrían tener una consecuencia importante para la Federación Salvadoreña de Fútbol, que podría verse obligada a que los encuentros de octubre, ante Panamá y Guatemala en el estadio Mágico González, se disputen a puertas cerradas. Sin público.

Esto dependerá de lo que autoridades de CONCACAF y FIFA determinen tras estudiar el caso, pero el riesgo está ahí.

Por supuesto -no podía faltar- ya hay periodistas de Guatemala y Panamá señalando que El Salvador debe recibir este castigo. Si sí ocurre, será por culpa de pseudoaficionados que no han entendido que el racismo debe estar lejos de la actividad deportiva.

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Darwin Cerén, del abucheo al aplauso

El veterano mediocampista fue uno de los jugadores más silbados en los partidos anteriores de eliminatoria mundialista, ante Bonaire o Puerto Rico, por ejemplo. Pero la noche del lunes, tras correr y fajarse en el mediocampo ante Surinam, después de su entrega, despliegue y compromiso, se llevó el reconocimiento de la afición, que valoró con aplausos lo que el jugador de Águila aportó en la cancha, a pesar de la derrota.

Cerén llegó a 103 partidos con la Selecta en el duelo frente a Surinam, y va por más, ya que goza de la confianza del cuerpo técnico y, además, probó que físicamente tiene el nivel exigido.

Panamá y Guate "jugaron para la Selecta"

Tener solo tres de seis puntos disputados tiene a El Salvador con la calculadora en la mano, pero las fallas cuscatlecas son algo que no han sabido aprovechar los otros rivales del grupo: Panamá y Guatemala empataron sin goles en la ciudad del canal, el pasado lunes, con lo que se hicieron daño.

Por ahora, con cuatro juegos por disputar, el grupo lo comanda Surinam (4 puntos), le sigue El Salvador (3 puntos), después va Panamá (2 puntos y lejos del nivel esperado) y en el fondo está Guatemala (1 punto).

Hay que recordar que al Mundial van los primeros de grupo cuando termine esta ronda eliminatoria, y que los dos mejores segundos de grupo irán a una repesca intercontinental, es decir, contra equipos de otras confederaciones.

Último juego en el Cuscatlán en la eliminatoria

Haber perdido en casa ante Surinam es muy malo, pero El Salvador puede hacerse fuerte en la tabla si se impone en los dos juegos que vienen en octubre: el 10 contra Panamá y el 14 frente a Guatemala.

Debido a un concierto de Guns N Roses que será en el estadio Cuscatlán el 4 de octubre, FIFA decidió no darle el ok a ese escenario deportivo para albergar estos juegos. Por tanto, la Selecta no podrá jugar en su casa de siempre, en un Coloso de Monserrat que tiene un ambiente único; sino que jugará ante canaleros y chapines en el estadio Mágico González de la colonia Flor Blanca.

Jugar fuera del Cusca tendrá su peso. Panamá, por ejemplo, nunca ha podido vencer a la Selecta en esa cancha.