Exhumarán 11 cuerpos de cementerio clandestino en Colón, confirma Fiscalía

La Fiscalía General de la República (FGR) informó este lunes que espera recuperar los restos de 11 personas asesinadas por miembros de la Mara Salvatrucha (MS-13), entre los años 2010 y 2022 y que fueron enterradas clandestinamente en terrenos de la finca San Jorge y lotificación Mano de León, del cantón Botoncillal, distrito de Colón, departamento de La Libertad.

Las pandillas, tal como revelaron algunos líderes entrevistados recientemente por periodistas de El Faro, operaban bajo el principio “sin cuerpo no hay delito”, optando por ocultar los cadáveres de las víctimas en cementerios clandestinos.

Según la Fiscalía, la ubicación del cementerio clandestino es fruto de la investigación que se ha realizado contra una estructura de la MS-13, cuya clica o agrupación es conocida como “Delicias Locos Salvatruchos” (DLS), que utilizaba el sector como cementerio para esconder a muchas de sus víctimas.

Entre los cadáveres que esperan exhumar, según la Fiscalía, se encuentra el de un soldado que fue privado de libertad por pandilleros, a quien llevaron hasta el referido lugar donde fue torturado y luego asesinado

El cuerpo del militar activo fue enterrado clandestinamente, como hacían con muchos salvadoreños que desaparecían; lo cual era parte de un acuerdo con el gobierno para que, en apariencia, los índices de homicidios disminuyeran, tal como han revelado investigaciones de autoridades estadounidenses que ya han sido judicializadas, como entrevistas con pandilleros publicadas recientemente por el períodico El Faro.

No obstante, la táctica de “cultivar” a los desaparecidos inició en 2012, cuando el gobierno del fallecido Mauricio Funes Cartagena permitió, durante otra negociación con esos grupos terroristas, que éstos se posicionarán como autoridades de facto en los lugares donde tenían presencia, a tal punto que en muchos de esos lugares eran ellos los que exigían que los visitantes se identificaran.

“Las investigaciones en contra de esta estructura han permitido ubicar cementerios clandestinos en la Lotificación Monte León y la Finca San Jorge, del cantón El Botoncillal, lugar donde los cuerpos fueron enterrados sistemáticamente con el objetivo de dificultar su localización”, asegura el boletín de la Fiscalía, en referencia a los lugares donde esperan recuperar los restos de 11 desaparecidos.

“Consta en el proceso que entre las víctimas hay 8 hombres y 3 mujeres, a quienes asesinaron con extrema violencia. Uno de los casos más impactantes corresponde a un soldado que fue privado de libertad en el 2020 en el cantón Las Delicias. La víctima fue trasladada a una zona rural ubicada en las faldas del volcán de San Salvador, donde fue interrogada, torturada y posteriormente asesinada”, indicó la Fiscalía.

Otros cementerios clandestinos en el mismo sector

El departamento de La Libertad, según fuentes policiales y fiscales, podría ser uno donde más cementerios clandestinos existen. Gran parte de ese territorio es controlado por la misma organización criminal: la MS-13. Es parte del “Programa Libertad”, cuyo principal fundador y cabecilla fue Borromeo Enrique Henríquez Solórzano, alias Diablito de Hollywood, el máximo cabecilla de esa agrupación criminal.

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De acuerdo con las fuentes, el “Programa Libertad” comprende desde el Puerto de La Libertad, San José Villanueva, Zaragoza, Nuevo Cuscatlán, Santa Tecla, Colón, San Juan Opico, San Pablo Tacachico y Quezaltepeque, entre los principales municipios (hoy distritos) donde estaban las clicas más fuertes de ese programa.

En Colón es posiblemente donde haya más cementerios clandestinos de la MS-13. En 2016, durante el gobierno de Salvador Sánchez Cerén, un equipo de policías y fiscales comenzaron a investigar la Finca El Guarumal, que abarca parte del cantón El Limón; pero los trabajos fueron abandonados, según fuentes fiscales y policiales, por el temor de que fueran muchos los restos recuperados.

De los últimos casos de personas desaparecidas, cuyos restos fueron encontrados en el sector de la finca El Guarumal, donde tanto pandilleros de la MS-13 como de la 18 enterraban a sus víctimas, se cuenta el de dos jóvenes que trabajaban repartiendo comida a domicilio de un restaurante de comida china. Este crimen, según la Fiscalía, fue cometido por miembros de la 18.

En ese mismo sector, en diciembre de 2013, las autoridades recuperaron 28 cuerpos. Muchos de los restos recuperados nunca fueron identificados y entregados a sus familiares. Para los habitantes del cantón El Limón y lugares aledaños, no era extraño que al caminar entre los cafetales encontrarse de respeten con un zapato, con parte de huesos o personas que llegaban a buscar a sus desaparecidos, incluso comentaban haber encontrado tumbas.

En la finca El Cobanal, más próxima a la finca San Jorge, del Botoncillal, también hay cementerios clandestinos donde podría haber decenas de desaparecidos sepultados, aseguran habitantes del lugar, que era controlado por la MS-13.

Lo mismo sucede con la Finca Suiza, del distrito de Nuevo Cuscatlán, donde solo en el 2022 fueron recuperados 26 cadáveres u osamentas de personas asesinadas por la MS-13. Ese territorio, según fuentes policiales, era bastión de la clica “Teclas Locos Salvatruchos”. Y fue en ese mismo lugar donde fueron enterrados los cuerpos de los hermanos Karen y Eduardo Guerrero Toledo, y de la futbolista Jimena Ramírez.

Los trabajos de búsqueda y recuperación de restos humanos fueron abandonados, según fuentes policiales, ante la posibilidad de encontrar muchos cadáveres. 

El gobierno de Nayib Bukele por su parte, hasta este lunes, había dejado de trabajar en la excavación de fosas o cementerios clandestinos para recuperar restos humanos, identificarlos y entregarlos a sus familiares.

El Estado salvadoreño no ha cumplido compromisos adquiridos ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), tales como la creación de un registro de personas desaparecidas, el establecimiento de un diálogo con familiares  y el fortalecimiento o apoyo en la búsqueda, investigación y judicialización de los casos, tanto para que las familias dolientes cierren el luto en que por meses o años vivieron como para que los responsables no queden impunes.

Este modo de operar con crueldad representó una violación sistemática a los derechos humanos de los salvadoreños. Muchas madres de desaparecidos, del pasado y del presente, aún siguen su búsqueda con esperanza, al menos, de encontrar a sus seres queridos y darles sepultura.

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