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Iglesia católica pide que El Salvador no se convierta en una “gran cárcel internacional”
El arzobispo de San Salvador también instó a la Asamblea Legislativa que derogue la ley de minería metálica y al gobierno que mejore los servicios de salud y educación
Al finalizar su mensaje del Domingo de Pascua, el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, hizo una serie de peticiones de parte de la Iglesia católica a las autoridades salvadoreñas para que no permitan que el país se convierta en una gran cárcel internacional.
Señaló la preocupación por el recibimiento de deportados desde Estados Unidos al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT).
“Nos preocupa también el hecho que El Salvador reciba presos de otros países, ya sea porque han cometido grandes crímenes o por ser migrantes indocumentados”, expresó.
“Les pedimos a nuestras autoridades que no permitan que se convierta nuestro país en una gran cárcel internacional”, sostuvo Monseñor Escobar Alas.
Al menos 278 personas, en su mayoría venezolanos y algunos salvadoreños, fueron deportados desde mediados de marzo por el gobierno de Estados Unidos bajo el argumento que pertenecen a la banda Tren de Aragua y a la pandilla MS-13.
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El presidente Donald Trump invocó la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para expulsar a los migrantes que califica como criminales, aunque no tengan una condena judicial al respecto.
La Corte Suprema de EE.UU. frenó recientemente la deportación de más venezolanos a El Salvador.
De acuerdo a información que brindó el viernes el senador Chris Van Hollen, el pago de EE.UU. al gobierno de El Salvador sería de $15 millones y no de $6 millones como se dijo inicialmente, por mantener los detenidos en las cárceles de El Salvador.
Hizo alusión a articulistas que consideran que El Salvador se convertiría en otro Guantánamo.
"Yo digo que no permitamos eso, pedimos al gobierno que no se permita eso. Puede ser que el gobierno lo haga con el mejor interés, posiblemente queriendo de parte de Estados Unidos un mejor trato para los migrantes nuestros que están allá, posiblemente, no sé, no conozco las causas", agregó el arzobispo.
"Pero el hecho es que no conviene, a ningún país le conviene ser cárcel de otro país, no le conviene, menos de un país tan grande como Estados Unidos", dijo en conferencia.
Dijo que desconoce "si hay grandes presiones de parte de EE.UU." e instó a "luchar para que eso no se dé" y que respete nuestro país.
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En el caso del salvadoreño deportado Kilmar Ábrego García pidió que se quiten los intereses políticos y se siga el proceso legal. "Que la ley opere", dijo.
Derogar minería
Escobar Alas también llamó a la Asamblea Legislativa a derogar la Ley General de Minería Metálica. “Por favor, escuchen la voz del pueblo y no olviden que su compromiso es para con el pueblo, el pueblo está a la espera de su respuesta. Les pedimos que su respuesta sea en favor de la vida, derogando dicha ley”, expuso.
La Iglesia Católica llevó una carta al Órgano Legislativo el pasado 18 de marzo, acompañada con 150,000 firmas de ciudadanos y ciudadanas que piden la derogación de dicha ley, ya que la reactivación de la extracción minera conlleva una severa contaminación del agua y el ambiente.
Dicha solicitud ha sido ignorada por la Asamblea oficialista al no incluirla en los listados de correspondencia que se envía a las comisiones de trabajo.
"La respuesta que esperamos es que sea positiva de acuerdo a nuestra petición, o mejor, la petición del pueblo. Que los señores diputados escuchen la voz del pueblo y deroguen esta ley", afirmó.
No quiso adelantarse a acciones que podrían tomar en el futuro como iglesia, sino que espera que los legisladores “escuchen la voz del pueblo”.
Desempleo y desalojos
La Iglesia Católica salvadoreña también expresó su preocupación por la “disminución de fuentes de trabajo tanto el área formal tras los numerosos despidos en las distintas dependencias del gobierno, así como también por los desalojos de los vendedores en varios puntos del Centro de San Salvador”.
Piden a las autoridades a buscar otras fuentes de trabajo para estas personas puedan ser colocadas, que se construyan nuevos mercados “o se alquilen sitios convenientes” donde colocar a los vendedores desalojados.
“Todos aquellos que han sido despedidos o sufrido desalojos tienen familias a las cuales mantener. Es deber del Estado velar por el bienestar de las familias”, agregó.
Salud y educación
En tercer lugar, la Iglesia aboga por el mejoramiento del sistema de salud y de educación.
“La unificación de las escuelas no beneficia a nuestros niños y niñas, ya que por la pobreza en que vivimos es mejor que dispongan de una escuela cerca de sus hogares, eso evita el gasto de buses o bien el caminar largas distancias que les expone a muchos peligros”, expresó Monseñor.
El Ministerio de Educación ha señalado que no se están cerrando centros educativos públicos, sino que están “unificando” los centros donde hay poca matrícula hacia los más cercanos.
No obstante, sindicatos han denunciado el cierre de más de 60 escuelas y más de 4,200 maestros despedidos.
En el tema de salud, aunque reconoce como positivo la construcción de nuevos hospitales, dijo que “se oye el clamor del pueblo por medicinas, atención con especialistas”, entre otras necesidades; por lo que piden a las autoridades atenderlas pronto.
Agregó que preocupa a la iglesia “la carencia” de atención. Y añadió que “el rubro de la salud es muy sensible”. Aunque ve positivo superar el problema de la violencia, no se debe descuidar la salud y la educación.
Llama a que se busquen mecanismos para llegar a consensos y tomar las mejores decisiones.
? #Comunicado del Arzobispado de San Salvador:
— Arquidiócesis de San Salvador (@arzobispadoss) April 20, 2025
1. Reitera la derogación de la ley de la minería
2. Preocupa la disminución de fuentes de trabajo
3. Aboga por sistema de salud y educación
4. Que nuestro país no sea una gran cárcel internacional. pic.twitter.com/2NWCdUJDw2