“En respuesta a denuncia ciudadana en redes sociales, ubicamos a Raúl Melquier Recinos, miembro de la MS13 que se dedica a robar a la población que se desplaza en microbuses en los alrededores del mercado de Ciudad Credisa. Fue entregado a la Policía Nacional Civil”, afirmó la Fuerza Armada de El Salvador, en una publicación que hizo en la noche del pasado 8 de octubre en su página en Facebook.
Minutos antes, en las redes sociales de la Policía Nacional Civil (PNC) se había difundido similar publicación.
“Raúl Melquier Recinos se dedicaba a robar en la zona del hospital Amatepec, Soyapango, fue captado en una cámara de videovigilancia huyendo tras el robo”, escribió la PNC en un primer tuit a las 8:10 p.m. del mismo 8 de octubre.
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Luego agregó otros detalles y una solicitud a la población: “Lo capturamos gracias al trabajo de investigación. Si usted ha sido víctima de este sujeto puede acercarse a los puestos policiales más cercanos y denunciarlo para que pague por sus delitos. No permitiremos que este delincuente siga despojando de sus bienes a los salvadoreños”.
En las publicaciones de la Fuerza Armada y de la PNC abundaron los halagos a la efectividad que mostraban ambas instituciones en el combate a la delincuencia.
Las mismas publicaciones también estaban cargadas de comentarios de reproche del “asaltante”, que iban desde “rata”, “que se pudra en la cárcel”, “a los ladrones hay que cortarles las manos” y otras más o menos en términos similares.
Sin embargo, todo resultó ser falso, excepto la captura y el linchamiento mediático para Raúl Melquier Membreño. Recinos, un joven de 32 años, que fue víctima de soldados de la Brigada Especial de Seguridad Militar (BESM, ex Guardia Nacional) que lo capturaron porque le hallaron parecido a un hombre cuya imagen se había hecho viral luego de que circulara un video en el que se lo señalaba de ser ladrón.
De acuerdo con fuentes de este periódico, Membreño Recinos reside en la colonia Ciudad Credisa y no es cierto que sea ladrón ni mucho menos pandilleros. Sus padres son una maestra y un empleado de una institución pública, afirmaron.
Aquel día, de acuerdo con fuentes fiscales que hablaron a condición del anonimato, aquel ocho de octubre, Raúl caminaba sobre el bulevar del Ejército, en las proximidades del hospital Lamatepec. Iba rumbo a una capacitación a la que se había sometido para optar a un trabajo en un centro de llamadas o call center.
Un grupo de soldados le mandó alto, Raúl obedeció. Los soldados no le encontraron nada ilegal. A pesar de ello, procedieron a detenerlo no sin antes propinarle algunos golpes. Los soldados dijeron a la Policía que había tratado de escapar pero que un militar lo había logrado someter.
Luego vinieron las fotos en la que Raúl aparece hincado, mientras es custodiado por dos soldados de la BESM.
Capturado solo porque se parecía al del video
Sin embargo, pese a todo lo que dijeron la Fuerza Armada y la PNC, que gracias al trabajo conjunto y a las investigaciones había sido capturado el ladrón que asaltaba a pasajeros de transporte colectivo, Raúl no fue acusado de ni de robo ni de otro delito grave.
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De acuerdo con fuentes fiscales y policiales, a Raúl lo acusaron únicamente por el delito de resistencia, debido a que los militares captores no le encontraron nada que lo vinculara al sujeto que fue denunciado en un vídeo. Solo porque se parecía.
El 13 de octubre anterior, Raúl enfrentó la audiencia inicial (y la última) en el Juzgado Segundo de Paz de Soyapango, por el delito de resistencia. Por ese delito lo acusó la oficina de la Fiscalía de Soyapango.
Y el resultado de la audiencia fue que el juez de la causa resolvió sobreseer definitivamente a Membreño Recinos de la acusación que le hizo la Fiscalía que no presentó ninguna prueba contra él, más que el decir de los soldados, afirmaron las fuentes.
El juez dijo que no había motivo para que fuera capturado pues los soldados no le encontraron nada ilícito cuando lo revisaron, por tanto, no hubo circunstancias que motivaran la resistencia a ser capturado.
De acuerdo con los informantes, Membreño Recinos dijo, durante la audiencia, que había sido golpeado por los soldados injustificadamente y que temía que, tras haber sido expuesto en redes sociales por la Fuerza Armada y PNC, no le dieran el trabajo para el que estaba aplicando.