Las personas inquietas, ansiosas y buscadoras de novedades son las más propensas a ser infieles con sus parejas, según resultados arrojados de estudios realizados por la Universidad de Indiana, aunque no se debe perder de vista su educación, ideologías, valores y creencias.
Las personas inquietas, ansiosas y buscadoras de novedades son las más propensas a ser infieles con sus parejas, según resultados arrojados de estudios realizados por la Universidad de Indiana, aunque no se debe perder de vista su educación, ideologías, valores y creencias.Por supuesto, la infidelidad no es un rasgo exclusivo de los varones pero, ¿qué rasgos son los más frecuentes en un hombre que engaña y que —por lo tanto— se puede convertir en un indicador para identificarlo?
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Aquí te presento algunos síntomas claros:
1. Falta de interés
Este es un indicador muy evidente y frecuente que también puede ser confundido con una carga fuerte de estrés o exceso de trabajo. La diferencia entre las dos es la duración, es decir, difícilmente tu estrés va a estar presente todo el tiempo, salvo que su trabajo sea un constante de estrés y carga laboral. Incluso bajo mucho trabajo, siempre pueden buscar un espacio para mandar un mensaje de vez en cuando.
2. Explicación no pedida
Como dice aquella frase: “Explicación no pedida, acusación manifiesta”. es decir, si tu marido te empieza a dar explicaciones de algo que tú no estás preguntando ¡cuidado!, puede ser que se esté delatando solo porque inconscientemente se siente culpable. Claro, si él acostumbra contarte todo lo que hace y el por qué, no tienes de qué preocuparte.
3. Cambios de humor repentinos
Cuando los hombres son infieles se vuelven más irritables. Cualquier cosa hace que él monte en cólera: les haces un cariño, tienes un acercamiento físico con él y explota, no quiere que lo toques y su pretexto es “tengo mucho trabajo” o “estoy muy cansado” o “no estoy de humor”. Esto mismo puede pasar hasta con los hijos. El hombre infiel se vuelve más intolerante a sus juegos, ruidos, dudas, peticiones y hasta a su presencia.
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4. Detalles en exceso
Antes de explicar este punto hago una aclaración: hay hombres que toda la vida han sido detallistas, a veces más o menos pero son parte de su forma de ser y a ellos no aplica este punto. Pero si tu pareja rara vez tiene algún detalle y de repente llega cargado de algún obsequio, sin razón aparente alguna, y siempre con una frase como: “es que te quiero mucho, mi amor” o “me acordé de ti”, de nuevo es el remordimiento el que le lleva a obrar así.
5. Cambio de rutina
Los horarios para ir al “trabajo” sufren modificaciones inesperadas, continuas y permanentes; éstos pueden ser desde la hora de salir de casa, como de llegar. Esto aunado a la forma de salir: siempre impecable de pies a cabeza, les preocupa más la combinación de su corbata con el traje bien planchado, la loción, el peinado, que no le dejes la marca de un beso, su alimentación y puntualidad para salir.
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Si tu esposo o pareja presenta más de dos de los puntos anteriores, puede ser que esté envuelto en una infidelidad. Si es así, te recomiendo platicar con él para aclarar la situación y, si se puede, poner lo mejor de cada uno para que esa relación mejore y puedan ser una familia más feliz.