¡No más calambres musculares!

Los calambres son intensos, dolorosos y pueden sorprenderte en cualquier momento del día. Toma nota de cómo puedes prevenirlos

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elsalvador.com

Por Mireya Amaya

2016-09-05 8:28:00

El calambre es un espasmo o contracción involuntaria de uno o varios músculos, casi siempre muy doloroso, cuya duración pueder ir desde algunos segundos hasta varios minutos. 

Si durante el día o a medio entreno debes detenerte ante un dolor agudo y repentino en las piernas, sobre todo en la pantorilla, muy posiblemente se trata de un calambre. Este también puede ocurrir en los músculos anteriores y posteriores del músculo, en los pies, las manos, el cuello e incluso en el abdomen.


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Al momento que se produce además del dolor es posible sentir o ver un bulto duro del tejido muscular bajo la piel. En general pasan sin dejar mayor daño, pero también hay casos en los que es difícil utilizar el músculo afectado al menos por algún tiempo.

Cómo prevenirlos

Hidrátate. Permanecer hidratado, pues beber líquidos en suficiente cantidad ayuda a que se contraigan y relajen los músculos con más facilidad. Además, es sumamente importante reponer los líquidos cuando uno participa en actividades físicas.

Haz estiramientos. Estirarse antes de ir a la cama puede ayudar a quienes padecen de calambres nocturnos en las piernas.

Actividad física. Hacer ejercicio ligero, como andar en bicicleta estacionaria durante unos minutos antes de acostarse, podría ayudar a evitar sufrir de calambres durante el sueño.


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Cuidado con el calzado. Elegir el calzado adecuado, usando zapatos que ofrezcan buen soporte.

Al dormir. Aflojar las sábanas y cobijas en el pie de la cama porque tener más holgura allí podría disminuir la incidencia de los calambres nocturnos en las piernas.

Otras medidas
Si sufres calambres musculares al menos una vez por semana puede ser una señal de que hay algún desequilibrio orgánico.  Ante esto puedes optar por aumentar el consumo de alimentos ricos en magnesio y potasio, como el tomate y el banano.

Otra recomendación es que agregues frutos secos y semillas germinadas a  tus ensaladas, ya que aportan vitaminas y minerales.
En caso de que el problema sea persistente, pregunta a tu médico si puedes probar con un suplemento de magnesio.