Seguramente habrá oído decir que cuanto más sexo, mejor. Eso no es totalmente cierto.
Entonces, ¿cuánto sexo se necesita para tener un matrimonio feliz? Un trabajo de investigación reciente llevó a cabo algunos descubrimientos interesantes.
Lea lo que dicen estos expertos con respecto a la cantidad indicada de sexo y cómo conseguirlo: Un nivel suficiente de sexo es más accesible de lo que usted cree.
Trabajos de investigación demostraron durante un tiempo que las parejas que tienen sexo frecuentemente son, supuestamente, más felices.
Pero ¿qué significa frecuentemente? Psicólogos de la Universidad de Toronto descubrieron que las parejas que tienen sexo una vez por semana son más felices que las que tienen sexo con menos frecuencia pero los beneficios se nivelan ahí. Una pareja que tiene sexo cuatro veces por semana no es más feliz que una con frecuencia semanal.
Por lo tanto, tranquilícese. No tiene que subirse a la moda del “sexo todos los días”.
No tiene que ver con la cantidad Si no están teniendo sexo una vez por semana y los dos están felices ¡magnífico! No hace falta poner el acento en un número cuando algo ya está funcionando bien para ustedes. “Sin ninguna duda, hay parejas para las cuales tener sexo con menos frecuencia funciona para su felicidad”, dijo Amy Musie, investigadora posdoctoral que estudia las relaciones sexuales, en una entrevista en CNN. “Y hay parejas que verán aumentar su felicidad si tienen sexo más de una vez por semana”. No hay que obsesionarse con el número exacto. Experimenten y resuelvan qué es mejor para usted y su pareja.
¿Por qué es un tema tan difícil de hablar? La etapa de luna de miel de una relación va de 18 meses a tres años. Durante esa maravillosa fase de embelesamiento, los niveles hormonales desenfrenados nos permiten hablarle abiertamente con más facilidad a nuestra pareja sobre el sexo, según un artículo del Wall Street Journal. Pero después la realidad se instala. Algunas partes de nosotros están ocultas. Heridas del pasado han quedado sepultadas. En algunos casos, tememos que las charlas íntimas vuelvan a traer a la superficie momentos no deseados.
Este podría ser el artículo más útil de su vida Ahora usted tiene una manera fácil de iniciar una conversación sobre la frecuencia con la cual le gustaría tener sexo con su cónyuge. Mencione de paso este artículo y podrá saltar a un tema que de lo contrario es difícil de iniciar. No hablen de sexo cuando acaban de tenerlo Si no está feliz con su vida romántica, no lo hable estando en la cama: especialmente después de haber tenido un momento de intimidad. “Es cuando somos más vulnerables”, dijo la terapista sexual de Chicago, Kimberly Sharky a Women’s Day. La cama debe ser una zona protegida. Traten de plantearlo cuando hacen una caminata, van a un restaurante o mientras están lavando los platos juntos.
Programar no tiene por qué ser aburrido Programar el sexo quizá no sea lo más indicado para usted, pero en realidad puede ser mucho menos aburrido de lo que piensa. “Para algunas parejas, programar el sexo funciona realmente bien, les da algo para esperar, les gusta la anticipación, les gusta sentir que son prioritarios”, dijo a CNN Vaness Marin, terapeuta sexual de Berlin. Busquen pequeños cambios ¿Duermen en la misma cama? ¿Comparten la cama con sus hijos o una mascota? ¿Abraza a su esposa regularmente simplemente porque la ama? ¿O busca la mano de su marido durante una película? Esas son las cosas que hacen una gran diferencia.