Rutinas de belleza dañinas

En ocasiones el afán por mantener hábitos de belleza para sacarte el mejor partido puede pasarte factura y poner en riesgo la salud de tu piel, ojos o cabello. Pon atención a estas prácticas, que en exceso o mal implementadas, pueden dañarte. 

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elsalvador.com

Por Guadalupe López

2016-04-08 6:00:00

1. Usar pestañas postizas

El antojo o vanidad por lucir unas pestañas más largas y rizadas  ha provocados que muchas recurran al uso excesivo de pestañas postizas. Sin embargo, debes considerar la advertencia de la Academia Americana de Oftalmología, que señala que el uso de pestañas postizas puede causar infecciones y alergias. Entre los riesgos de usar pestañas postizas y los adhesivos (que contienen formaldehído) con los cuales se fijan al párpado, están: producir infecciones de córnea y párpado, inflamación del párpado y pérdida temporal o permanente de las pestañas.

2. Abusar del exfoliante
Actualmente hay muchas alternativas para la exfoliación de la piel del rostro y cuerpo, incluso está de moda prepararlos de manera casera con ingredientes naturales. Debes tomar en cuenta que si eres adicta a buscar la lozanía de tu piel, puedes provocar que el exceso de exfoliación te produzca irritación, enrojecimiento, inflamación y ardor en la piel, como lo advierte la Academia Americana de Dermatología. Si lo haces una vez a la semana no hay problema.

3. Fijador para el cabello
Si tienes un evento especial es normal que vayas al salón de belleza y a la hora de querer fijar tu peinado utilicen spray para el cabello. Datos del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos han evaluado el propilenglicol, un ingrediente común en los aerosoles para cabello, y han detectado que es una sustancia con propiedades cancerígenas. Evita el uso excesivo.

4. Frotarse la cara en exceso
A la hora de retirar el maquillaje o limpiar el cutis puedes llegar a frotar en exceso tu rostro. Lo normal es lavar el rostro dos veces al día y al secarlo procura hacerlo con una toalla suave,  limpia y no frotes en exceso. Debes tener cuidado porque al hacerlo con demasiada presión es posible provocar dermatitis y envejecimiento prematuro. 

5. Uñas postizas
En el afán de tener unas manos bonitas y delicadas, muchas mujeres recurren al uso de las uñas postizas para llevar manos hermosas, evitar retocar el esmalte o simplemente porque su crecimiento natural no es el deseado. Sin embargo, debes controlar el uso y el tiempo que llevas uñas postizas pues los adhesivos empleados en ellas provoca que se inflamen las cutículas y aparezcan hongos, según lo advierte la Academia Americana de Dermatología.  

6. Rulos con calor
Aunque la tecnología ha llegado a las herramientas para estilizar el cabello con planchas, tenacillas y rizadores; hay algunas mujeres que aún prefieren lo tradicional y siguen utilizando  los rulos para lograr volumen. Los rulos de plástico se usan en mojado, de preferencia aplicando un producto fijador antes de ponerlos. Y si deseas resultados más duraderos, sólo se obtienen secando el cabello bajo un secador a temperatura alta. Lo que provoca que estos artículos de belleza pueden dañar más el cabello que la plancha o la secadora, y lo que es peor, tu cuero cabelludo se expone a quemaduras.  

7. Cepillar el cabello en exceso
Hay personas que conservan la rutina de cepillarse el cabello para eliminar suciedad, exceso de grasa y restos de productos. Algunos consideran que está práctica beneficia a la circulación del cuero cabelludo y potencia el brillo del pelo, hacerlo una o dos veces al día es una excelente forma de estimularlo; pero peinarlo más puede ocasionar la caída del cabello y la aparición de orzuela.

8. Usar brochas sin lavarlas
Estos accesorios tienden a acumular bacterias que en caso de tener alguna lesión en la piel podrían causarte alguna infección. Para protegerte, es necesario que  los laves regularmente y nunca los prestes o utilices las de alguna amiga.  Unas brochas de maquillaje sucias pueden afectar tu piel cada vez que las uses. Si lavas tus brochas serán más efectivas, ya que al secarse quedan como nuevas.

9. Probar los cosméticos
Es común que vayas al centro comercial y la vendedora quiera probarte el tono que le queda mejor a tu piel, ¡detente!, aunque uses un aplicador desechable no es suficiente para protegerte de los microbios. Incluso, los maquillajes de “prueba” suelen contener estafilococos, estreptococos o E. coli., por eso es mejor que pidas una muestra gratis del producto. Recuerda que antes de ti pasaron  muchas más clientas potenciales.