Cómo poder ayudar a tu hijo adolescente drogadicto

Muchos adolescentes intentarán probar el alcohol y la marihuana durante sus años de escuela secundaria. 

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elsalvador.com

Por Amy Rothermel de Family.com

2016-01-10 3:14:00

Una vez que los niños se convierten en adolescentes, comienzan averiguando quiénes son. Ese proceso implica una gran cantidad de experimentación, de probar cosas tan inocentes como nuevas músicas y diferentes peinados a comportamientos peligrosos tales como experimentar con drogas. Muchos adolescentes intentarán probar el alcohol y la marihuana durante sus años de escuela secundaria.

De acuerdo a la encuesta del Instituto Nacional sobre el Abuso de Alcohol y Alcoholismo el 35,1 por ciento de los adolescentes de 15 años de edad reconocen que han tomado alcohol al menos una vez, y según una encuesta de la Universidad de Michigan, el 12 por ciento de los estudiantes de octavo grado, y el 35 por ciento de 12º grado, han consumido marihuana en el último año. Una parte considerable de los niños que toman alcohol, marihuana, y otras drogas, desarrollan graves problemas de abuso de sustancias.

De hecho, esa misma encuesta de la ‘UM’ encontró que cerca del 5 por ciento de los estudiantes de 12º grado han abusado de la prescripción de opiáceos como ‘Vicodin’ en el último año, y un 2,6 por ciento ha consumido cocaína durante ese mismo período de tiempo.

¿Sospecha que su hijo puede estar experimentando con drogas? ¿Está preocupado por una posible adicción a las drogas? Esta es una situación muy difícil de tratar para cualquier persona, especialmente para un padre.

Siga leyendo hasta el final para averiguar cómo puede proporcionarles la ayuda que necesitan para combatir el problema. 

Confrontación Es cierto que no se puede ayudar a los que no quieren ayudarse a sí mismos.

Por ello, se comienza con el reconocimiento del problema. Una vez que haya llegado a un acuerdo con ésto, es importante que su hijo adolescente empiece a darse cuenta de que él o ella tiene un problema. Esta situación es emocionante para todos los involucrados. Pero hay que mantener la calma y la sensatez cuando se enfrente a su hijo o hija.

La atención debe centrarse en su rehabilitación y no en el castigo. El tono debe ser de preocuparse, no de enojarse. Si usted se dirige a ellos con ira, es probable que se pongan a la defensiva.

Para que el tratamiento sea realmente eficaz, es necesario que lo quieran hacer tanto como usted lo hace. 

Tratamiento Hay una variedad de tratamientos que se pueden utilizar para hacer frente a las luchas de su hijo o hija con la adicciones.

Los adolescentes responden a los tratamientos específicos de manera diferente, y lo que funciona mejor para un adolescente puede no ser muy eficaz para otro. 

Un centro de rehabilitación ofrece una variedad de opciones de tratamiento con el fin de servir con eficacia a la mayor cantidad de pacientes únicos, diferentes, tanto como sea posible.

Las opciones incluyen consultoría grupal, consultoría uno-a-uno, terapia familiar, terapia artística, consultoría o asesoría de vida, prevención de recaídas y más.

Especialistas en adicciones revisan a cada paciente de manera individual, para determinar qué método funciona mejor.

Por ejemplo, los pacientes de ‘Tipo A’ muy a menudo se desarrollan en un entorno de terapia de grupo donde comparten sus experiencias y aprender unos de otros. Por otro lado, los pacientes ‘Tipo-B’ a menudo hacen más progresos trabajando solo, con un consejero, en las sesiones de uno a uno. 

Seguir adelante El hecho de que su hijo haya completado un programa de rehabilitación no significa que su hijo ha superado por completo la adicción. Es importante para ellos mantener una dieta saludable, hacer ejercicio regularmente, y participar en actividades y pasatiempos después del tratamiento.

Por lo general, hay un problema de raíz que impulsa las tendencias de abuso de sustancias, tales como baja autoestima, problemas del cuerpo, trauma del pasado, etc.

Las terapias para pacientes en ambulatorios se puede utilizar para hacer frente a esos problemas de raíz y evitar que su hijo se deslice de nuevo en los malos hábitos.

Recuerde tomar las cosas con calma. La recuperación de la adicción es un proceso lento. Sea paciente con su hijo, tenga una comunicación permanente a través del proceso, y recuerde que siempre hay esperanza para la recuperación.