La juventud se tomó el Salón Azul

Desde tempranas horas, los estudiantes diputados afinaron detalles previo a la ponencia de sus reformas o propuestas. A las 10:00 a.m. tomaron los curules y acordaron las reformas a la ley que aborda normas para insertar a los jóvenes al sector laboral.  

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elsalvador.com

Por Sara Castro

2015-10-09 7:00:00

Muchos de los jóvenes que se sentaron por primera vez en un curul legislativo nunca han laborado. Ayer, vistieron impecables para ser “diputados por un día” y llegaron puntuales al Salón Azul del Palacio Legislativo, y a través de sus roles de funcionarios solicitaron una reforma a la “Ley de Incentivo para la Creación del Primer Empleo de las Personas Jóvenes en el Sector Privado”, esa misma que dentro de unos años les facilitará el camino para aplicar a una plaza laboral. 

Fueron 87 adolescentes que representaron a los 14 departamentos del país por sus destacadas notas, liderazgo, oratoria y disciplina. Ellos mismos determinaron a temprana hora y con 84 votos a favor, la reforma a los artículos 1, 5, 6, 7 y 21, de dicha ley.

Christian Cortez, representante de La Paz, fue uno de los propulsores a la reforma de la ley que fue aprobada con 73 votos en julio de 2012. De acuerdo con el estudiante, “la idea surge del creciente desempleo en el sector juvenil. En muchas ocasiones se cierran las puertas solo porque acabas de finalizar la carrera o el bachillerato”. 

El “debate”, en realidad, se convirtió en la exposición de otras propuestas que fortalecieran la ley. Al finalizar cada intervención, los diputados “novatos” expresaban: “nos unimos y apoyamos al departamento de La Paz…”, lugar donde surgió la propuesta de  reforma. 

Ante ese “compañerismo” y la facilidad para concertar de los jóvenes estudiantes, la diputada por Alianza Republicana Nacionalista (Arena), Ana Vilma de Escobar, calificó el evento de importante e inspirador. “Esta Asamblea Legislativa muchas veces se pierde la perspectiva por el enfoque ideológico que le damos a los temas. Enfocarse en la realidad, esa es la base para la toma de decisiones”, manifestó la funcionaria. 

Así fue. Cada uno de los alumnos plantearon diferentes escenarios reales a los que se enfrentan como jóvenes.

Nohely Cárcamo, proveniente de San Rafael Obrajuelo, La Paz, y José Luis Mendoza; de Metapán, Santa Ana, coincidieron que el fortalecimiento de la educación tecnológica es necesaria para tener acceso a mejores oportunidades de trabajo. 

Otros estudiantes señalaron que los convenios entre centros educativos y empresas privadas son una opción ideal para que puedan desempeñar su primera experiencia en el campo de trabajo. 

“Somos capaces de desenvolvernos laboralmente pero necesitamos una oportunidad. Pedimos a la Asamblea Legislativa, a la empresa privada crear oportunidades de empleos digno, crear horarios flexibles para que los jóvenes puedan superarse académicamente, así como crear oportunidades para potencializar el emprendedurismo”, manifestó Gabriela Murillo, alumna del Instituto Nacional de Juayúa, en Sonsonate.

Aunque algunas de las propuestas se transformaran casi en peticiones a quienes dirigen el Órgano Legislativo, los estudiantes expresaron de una manera coherente y firme las nuevas reformas, esas que esperan sean tomadas en cuenta y puestas en marcha por los que ayer estaban como invitados en el Salón Azul. 

“Me pareció un ejercicio cívico muy bonito. Todas las intervenciones fueron buenas, razonaron de una forma excelente”, aseveró el legislador Johnny Whrigt. 

Y es que los adolescentes que tomaron posesión ayer de la Asamblea Legislativa han trabajado en sus discursos con muchos meses de anticipación. Meybeline Ramírez supo que sería “diputada por un día” en junio y desde ese momento comenzó a investigar sobre el tema que debatirían en la sesión plenaria. 

Cada alumno tomó su papel de legislador muy en serio. Desde la elaboración minuciosa de reformas, el estudio de sus planteamientos, la preparación de su discurso hasta la llegada exacta al Palacio Legislativo para ejercer su labor.

“Siento nervios porque es una gran responsabilidad tener la voz de miles de jóvenes de Sonsonate”, dijo Murillo.

Los jóvenes diputados sabían a quién representaban y por quién debían abogar a través de la toma de decisiones: a la juventud que vive en sectores de escasos recursos, a aquellos que necesitan trabajar para contribuir al presupuesto de su familia o para costear sus estudios. 

“El beneficio no solo será para los que estamos aquí en la Asamblea Legislativa sino que será para todos los jóvenes que buscan un empleo y a los que en un futuro lo hagan porque si se cumple la ley será un gran beneficio para otras generaciones. Esta experiencia ha sido una satisfacción grande”, aseveró Cortez.

Estos 87 adolescentes diputados mostraron que si se trabaja en concertación, El Salvador tendrá cambios positivos.