La detección temprana puede salvar la vida de muchas mujeres

El cáncer de seno es un mal cada vez más frecuente en las mujeres por lo que es vital detectarlo de forma temprana. Conozca en qué consiste la enfermedad y algunas formas de prevenir un desenlace fatal.

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elsalvador.com

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2015-10-18 10:00:00

El cáncer de mama es una afectación de las células en el tejido mamario que comienza a progresar y que por ser una célula maligna no se queda únicamente en la mama sino que tiene capacidad de viajar hacia otros  órganos. Es decir que puede dañar el cerebro, los pulmones, el hígado y los huesos, entre otros, esto se conoce como metástasis y puede cobrar la vida de las pacientes.

De acuerdo con la doctora Norma Grace Caceros, del Hospital de la Mujer, este es el motivo por el que se enfatiza la detección precoz, “porque si nosotros evitamos que crezca un tumor, al encontrarlo de forma temprana, lo más seguro es que todavía no ha tenido la oportunidad de migrar hacia otros órganos”, asegura.

Detéctelo a tiempo
Para la profesional, lo primordial es detectar el mal antes de que se advierta algún síntoma o signo, de ahí la importancia de examinarse periódicamente. Con el autoexamen de mama, puntualiza Caceros, se puede detectar la presencia de un nódulo o un bulto, pero también un cambio en la piel, ya sea en coloración o en aspecto. 

Por ejemplo, podría notarse una especie de hoyuelos como celulitis, también pueden ocurrir secreciones en el pezón o hundimiento (retracción) del mismo. Otro síntoma puede ser asimetría en las mamas, es decir que se vuelvan más grandes o pequeñas. 

“Nosotros tenemos que estar alerta. Y si bien alguien se encuentra un bulto en la mama no significa que tiene cáncer, pero sí tiene algo por lo que acudir al especialista y no descuidarse”, enfatiza Caceros.

Normalmente la mujer entre los 20 y 30 años debe aprender a conocer sus mamas e informarse sobre cómo se realiza la autoexploración una vez al mes, por lo menos ocho días después de que haya pasado el periodo menstrual para que los senos no estén muy sensibles.

En el caso de una mujer que ya no ve períodos menstruales o que son sumamente irregulares lo mejor es fijar una fecha todos los meses para llevar un orden, porque esos seis minutos de exploración pueden salvarle la vida.

Otras formas de detección son por medio de mamografía y ultrasonografía. La primera se debe hacer a partir de los 40 años, cada año, excepto en las mujeres que tengan factores de riesgo muy importantes como antecedentes familiares en línea directa por el lado materno o que no hayan tenido hijos. 

En ellas la primera mamografía inicia a los 35 años.  Para la ultrasonografía no hay una fecha específica de cuándo iniciar, además es un examen que no tiene ningún efecto adverso no emite radiación y no es doloroso.

En caso de encontrarse una lesión sospechosa en alguna de las pruebas mencionadas se procede a realizar una biopsia. Esto es llegar a la lesión y tomar una muestra del tejido para confirmar si es cáncer y de qué tipo o bien para descartar que se trata de ese padecimiento. 

Causas y tratamientos
Lamentablemente hay mucho por descubrir sobre esta enfermedad y por eso es que no hay una prevención que sea eficiente para evitarlo.
“Los factores genéticos son muy importantes, sin embargo es algo que no se puede modificar porque si se heredaron genes defectuosos de la madre que pueden predisponer a cáncer  de mama es algo inevitable”, aclara la doctora.

No obstante, hay factores modificables que se deben practicar como por ejemplo evitar el estrés, el tabaco y el uso de químicos.  Antes de usar hormonas, luego de la menopausia, también se deben hacer chequeos. Y no es que no se puedan usar hormonas o que vayan a causar cáncer, pero sí se debe tener la seguridad de que en la mama no hay un cáncer oculto para que no se propague.

También es beneficioso hacer ejercicio, alimentarse lo más saludable posible y evitar las grasas, porque se ha visto que la obesidad sobre todo después de la menopausia predispone a desarrollar cáncer de mama.

“Desde luego hay mujeres que son muy atléticas y llevan una vida saludable y no significa que eso les asegure que no les puede afectar esa enfermedad. Por eso es que nos tenemos que cuidar”, sugiere Caceros.

En cuanto a tratamientos, la médico dice que se ha avanzado mucho, por lo que la esperanza ha aumentado y se continúa investigando.
Hoy en día para tratar el cáncer se emplea la quimioterapia, y es el médico oncólogo quien decide cuál es la indicada para cada mujer de acuerdo al tipo de células que hayan detectado en la biopsia. Otros tratamientos son la radioterapia y desde luego las cirugías.

Con respecto a este último recurso, Caceros destaca el porqué de la concientización sobre la detección  temprana. 

De ser así “incluso la cirugía puede llegar a ser menos extensa. Podría ser curado con solo quitar un cuadrante en el seno que es muy diferente a quitar la mama completa o que hacer un vaciamiento de las axilas, porque estas son parte de la mama”, detalla y agrega que deben ser incluidas en la mamografia, en la ultrasonografía y en los exámenes físicos.