Hace algunos años, la inteligencia se medía con base en el IQ, o Coeficiente intelectual que una persona mostraba según diversas pruebas cognitivas estandarizadas.
En dicha medición, 100 puntos indican el número promedio que un apersona común puede tener, por lo tanto, quien rebasaba ese puntaje se consideraba sobresaliente.
Posteriormente, con más estudios e investigación, se determinó que la inteligencia no es hacer operaciones con la velocidad de una calculadora, o saber “al derecho y al revés” datos de manera ilimitada.
Ahora se piensa que tanto la capacidad de razonar, como el tener un pensamiento abstracto, así como el aplicar los conocimientos obtenidos para resolver problemas, forman parte de aquello que llamamos inteligencia. Incluso, hoy en día se habla de la inteligencia emocional, la cual incluye en su concepto el poder percibir, utilizar y controlar los sentimientos y emociones de sí mismo y otros.
De ésta se han derivado otros tipo de inteligencia, como la musical, natural, interpersonal, lógica, espacial, corporal, etc. Entonces, con toda esta información, ¿será que tu hijo —al que llaman “problemático”— tiene un trastorno de aprendizaje o es un genio? Para ayudarte a descubrirlo, te pido que reflexiones y determines si tu hijo presenta alguna de estas características:
1. Se le dificulta adaptarse socialmente
Puede ser en ocasiones un buen conversador y en otras ser totalmente tímido. No hace amigos con facilidad o su círculo de amistades es muy reducido y cambiante. Cuestiona las normas y reglas sociales, le es difícil aceptar y comprender estas normas y usos sociales.
2. Es muy sensible en el área emocional
Puede ser lastimado con mucha facilidad; los comentarios sobre su persona pueden ser sumamente destructivos y dañinos para él. Expresa su opinión sobre otras personas de manera clara y sin miramientos.
3. Se aburre en la clase
Hace su trabajo con rapidez, termina primero, hace un trabajo más, y otro, y sus compañeros aún no terminan el primero. El maestro se cansa y lo manda a jugar porque, de lo contrario, se aburre en el salón y comienza a hacer travesuras.
La enseñanza tradicional le resulta aburrida y tediosa, crea con frecuencia conflictos y no le gusta asistir a la escuela.
4. Le encanta armar o desarmar cosas ¡Lo que se encuentra a su paso! Y le encanta saber cómo las cosas funcionan.
5. Su lenguaje es más avanzado que los niños de su edad
Con frecuencia interviene en pláticas de adultos e interactúa muy bien con ellos. Lee mucho, con facilidad y absorbe rápidamente el vocabulario nuevo. Se aprende los diálogos de las películas o programas de televisión, sin siquiera mirarlos.
6. Aprende muy rápido, pero tiene periodos cortos de concentración ¡Qué contradictorio! ¿Verdad?
Para nosotros puede estar distraído de una tarea, pero en verdad está aprendiendo con solo ver o escuchar; incluso a veces lo hacen sin siquiera o sin escuchar, aparentemente, pero el niño aprende. A las mamás les gustaría ver a su hijo sentado tranquilo, leyendo o haciendo su tarea, pero este tipo de niños hará todo menos estar en paz.
Resultan contradictorias todas estas características al pensar en un niño con inteligencia mayor al promedio, ¿verdad? Y es por esta razón que muchos de nuestros niños son diagnosticados erróneamente con TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad), o algún otro síndrome o trastorno infantil.
Si sospechas que tu hijo puede tener un desarrollo intelectual superior, te recomiendo que busques más información en organismos gubernamentales y particulares, donde pueda presentar algunas pruebas para medir su CI y la escala Weschler, principalmente.
Consulta también las que la APA (American Psychological Association) tiene determinadas para este fin. Detectar un niño súper dotado tiene la misma intención que detectar a un niño con dificultades de aprendizaje: proveerle de todos los medios para que logre su mejor potencial y felicidad en esta vida, no lo olvides.