Cómo la cultura de trabajar sin parar está afectando a los padres en EE.UU.

Los empleadores esperan que sus empleados siempre estén a una llamada telefónica de distancia y listos para dejar todo y reemplazar a alguien en la oficina. Y eso está lastimando a las familias y a los padres que trabajan.

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elsalvador.com

Por Shelby Slade / Deseret News

2015-06-07 10:47:00

Los empleadores esperan que sus empleados siempre estén a una llamada telefónica de distancia y listos para dejar todo y reemplazar a alguien en la oficina. Y eso está lastimando a las familias y a los padres que trabajan.

Nuevos estudios publicados por Harvard muestran que la cultura de trabajar sin parar en EE.UU. creó un sistema que ayuda a hacer ascender a los hombres y a dejar a las mujeres, muchas de las cuales son madres, en el mismo puesto de trabajo durante años, según Claire Cain Miller en un artículo publicado en el New York Times.

Dos profesoras estudiaron una compañía que empleaba a muchos más hombres que mujeres para determinar qué hacía que ellas renunciaran con más frecuencia.

Descubrieron que lo que hacía la diferencia eran las respuestas distintas de los dos grupos a las constantes exigencias del trabajo, escribió Miller.

Las mujeres tienden a reaccionar frente a la cultura del trabajo excesivo consiguiendo empleos de tiempo parcial o trabajando en horarios flexibles predefinidos, mientras que los hombres trabajan las horas que quieren sin permiso, eligen puestos de trabajo locales y trabajan desde casa, informó Miller.

En consecuencia, es mucho más probable que las mujeres no asciendan, a diferencia de sus colegas de trabajo varones.

Muchos esperan que las madres que trabajan sean mucho más propensas a pasarse a trabajos part-time que los padres porque es lo que se espera de ellas tradicionalmente.

Este hecho y la falta de políticas públicas amigables para las familias constituyen obstáculos para las madres trabajadoras desde hace mucho tiempo.

Podría ser una de las razones por las cuales el número de trabajadores freelance está creciendo en EE.UU.

Jeff Wald escribió en Forbes que uno de cada tres trabajadores en 2013 era freelance, y se espera que la cifra llegue a 50% de la población en edad laboral para 2020. Sara Horowitz, fundadora del Sindicato de Trabajadores Freelance, afirmó en un artículo publicado en Fast Company que 53% de los trabajadores de este tipo son mujeres porque esa modalidad se acomoda mejor a sus horarios que los cronogramas tradicionales de trabajo.

“Esta generación de trabajadoras freelance representa un cambio transformador”, dijo Horowitz.

“Al reaccionar contra las presiones económicas y la inadecuada cultura de la oficina a su alrededor, ellas se pusieron a trabajar por cuenta propia. Están aprovechando la tecnología para concentrarse en trabajar en algo que les parezca gratificante, con horarios adecuados para sus vidas y condiciones que las dignifiquen como contribuyentes vitales a nuestra economía”.

Con todo, a pesar de que trabajar pesado durante varias horas puede perjudicar a las familias, algunos empleados creen que tener un cronograma de trabajo exigente se está convirtiendo en un “símbolo de status”, afirmó Miller.

A medida que los ingresos crecen, también lo hace el número de horas trabajadas.

Miller informa que los que se encuentran en la franja porcentual del 60% al 95% superior en cuanto al nivel de ingreso trabajaban 2,015 horas por año, mientras que los pertenecientes al quintil más bajo solamente trabajaban 1,497 horas diarias.

En 2007, los trabajadores registraron en promedio 1,868 horas de trabajo anuales, 10.7% más que en 1979, explicó Lawrence Mishel en una publicación del Economic Policy Institute. La cifra equivale a trabajar 4.5 semanas de trabajo de 40 horas más por año.