Datos almacenados y protegidos

El reto es que los dispositivos tengan más capacidad, rapidez y menor tamaño

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elsalvador.com

Por Mireya Amaya tendencias@eldiariodehoy.com

2015-03-16 8:00:00

A partir de la creación de la primera computadora, la evolución de los medios de almacenamiento ha sido siempre muy importante.

Lo primero que se usó fueron las cintas que guardaban mucha información, pero su acceso era secuencial y, por lo tanto, muy lento.

Enseguida llegaron los floppy disk con un mejor acceso, eran más pequeños, pero demasiado frágiles, se rayaban y duraban muy poco tiempo, además de que su capacidad máxima eran 320 MB.

De acuerdo con Óscar Martínez, de Kingston Technology, fue allá por principios de la década de 2000 que surgieron las primeras USB. “Salieron al mercado con capacidades de 32 y 64 GB, eran una maravilla y además el acceso era mejor porque la información se guardaba en un solo chip y eso hacía el acceso más directo y rápido”, explica.

Al final de cuentas el almacenamiento era igual a través de celdas, pero el acceso y los controladores fueron mejorando, la velocidad del puerto USB también era mayor.

Otra gran ventaja, agrega Martínez, era su seguridad, pues la información era más interna eran más portátiles, resistían el trato rudo y el agua, porque estaban protegidos con un ‘case’ y la información estaba encapsulada en el chip.

Con base en aquellas, todos los fabricantes de memoria empezaron a enfocarse en formatos cada vez más pequeños y con capacidades más grandes. Tanto han evolucionado que ya existen las de 1 terabyte (TB), con velocidades de transferencia de 270 MB por segundo, algo que antes era inimaginable.

“Otra ventaja es que son “booteables”, pues desde ella se puede cargar un sistema operativo. Incluso programas que antes no se podrían cargar desde una USB, ahora ya los reconoce como disco de inicio”, explica el experto.

Pero algunas USB ahora también permiten la encripción de hasta 256 bits, con lo cual son inviolables. Esto se consigue a través de un algoritmo que establece un código, el cual es inaccesible.

“La posibilidad de que pueda ser descifrado es una en millones, pero además, después de 10 intentos de accesar esa información, la USB se formatea de forma automática y borra todo su contenido. Eso es por seguridad”, agrega el representante de Kingston.

Estos son dispositivos que emplean entidades como la CIA, la NASA, el FBI, es decir, son especiales para usuarios que manejan información sumamente confidencial. Por lo mismo, la capacidad máxima de estos es limitada por el gobierno a 32GB.

¿Y el disco duro?

Por muchos años existió el disco duro, y aunque parezca increíble durante medio siglo nunca evolucionó. Es un dispositivo mecánico que gira y tiene dos agujas que leen, es decir tiene el mismo principio que un fonógrafo. Pero se quedó a 7, 200 revoluciones, que es lo más rápido que puede correr.

“Al principio fue una maravilla, pero se volvió un cuello de botella, porque se tienen procesadores y memorias rápidas, pero el acceso al disco duro era muy lento. Aparte, como es la única parte mecánico, es estadísticamente el dispositivo que más falla en las computadoras”, explica Martínez.

Por ello, como una alternativa al disco duro, surgieron las unidades de estado sólido o SSD, cuyo formato es muy parecido a las USB. Incluso tiene el mismo tipo de chips, pero incluye un controlador que hace que funcione igual que un disco duro.

Su capacidad va desde 60GB hasta 1TB, y entre otras ventajas es 10 o 15 veces más rápido, son seguros al resistir golpes y vibraciones, así como bajas temperaturas, presión atmosférica. Consumen menos energía, no generan calor y su promedio de vida es desde 1.2 hasta dos millones de horas, dependiendo del modelo.

“Cualquier usuario que tenga una computadora de hace tres o cuatro años que ya la quiera cambiar, no tiene que hacerlo. En su lugar debe sustituir el disco duro por una unidad de estado sólido y va a tener una computadora más rápida y eficiente”, concluye Martínez.