Washington rinde homenaje a El Greco

La Galería Nacional de Artes de Washington DC ha montado una exhibición con obras en Estados Unidos de El Greco. La muestra estará abierta en el emblemático templo del arte en la capital estadounidense hasta febrero de 2015. Entrada gratuita

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Por Tomás Guevara Corresponsal en Washington escena@elsalvador.com

2014-12-22 8:00:00

Los personajes alargados ataviados con mantos de colores fulgurantes, la desnudez dotada de dramatismo y las escenas conmovedoras que evocan la fe cristiana son un regalo a la vista y al espíritu de los cientos de visitantes que a diario se aglomeran para disfrutar de una singular exhibición en la Galería Nacional de Washington D.C., que rinde homenaje a El Greco, maestro del cromatismo y el dibujo y quien revolucionó la forma de pintar hace más de cuatro siglos.

Con esta exposición titulada: “El Greco en la Galería Nacional de Arte y las colecciones del área de Washington: una celebración del 400 aniversario”, el principal templo del arte en la capital estadounidense se une a las conmemoraciones a nivel internacional por los 400 años de la muerte del pintor Doménikos Theotokópoulos.

El Greco como fue rebautizado en tierras ibéricas, ante la difícil pronunciación de su nombre natural, nació en un islote que hoy es parte de Grecia en el año 1541 y desde ahí hizo un peregrinaje por Europa hasta llegar a España, y quedar cautivado por el encanto y grandiosidad de la ciudad de Toledo, donde residió los 37 años restantes de su vida hasta su muerte, el 7 de abril de 1614.

Si bien Italia le abrió paso a la pintura en la época renacentista y donde este pintor se movió entre los pintores como Miguel Ángel, donde tuvo acercamiento al manierismo con el que se catalogó los centurias su obra, fue España la que concedió los altares de iglesias, monasterios y hasta catedrales para engrandecer la fe católica amenazada entonces por los turbulentos efectos de la Reforma Religiosa que se había implantado en Europa desde la primera mitad del siglo XVI, la que llegaría ha trastocar los lienzos y el pincel.

Para esta muestra donde se exponen 11 cuadros en los que los espectadores, bajo la ilustración de los curadores e historiadores del arte, pueden entrelazar con las síntesis en las cápsulas informativas en la sala, las conexiones desde el arte antiguo hasta llegar al Greco y la inspiración que este pintor produciría en artistas del arte moderno y contemporáneo del impresionismo hasta el abstracto, entre ellos Edgar Degas (1843 – 1917); Pablo Picasso, (1881 – 1973) y Jackson Pollack (1912 – 1956).

Con un documental realizado por la Galería Nacional para dimensionar la figura del artista “El Greco: la odisea de un artista”, narrada por el laureado actor estadounidense Adrien Brody, el espectador sale de la exhibición con una óptica ampliada de la majestuosidad del pintor que desarrolló un estilo muy personal en su etapa madura y donde la milenaria ciudad de Toledo, se convierte en trasfondo de muchas de sus creaciones.

El director de la Galería Nacional de Artes de Washington, Earl Powell, considera que los curadores de esta exhibición han logrado capturar para los espectadores “el estilo pictórico innovador del artista, que fusionó elementos del arte bizantino y renacentista con la exacerbada espiritualidad de la Contrarreforma Religiosa”, que se impuso en la Europa católica.

Pero también el visitante puede apreciar uno de los cuadros donde el pintor, que llegó a España con la idea de convertirse en pintor de la corte, retoma una de las figuras mitológicas y la dibuja con un dramatismo excepcional “Laocoonte”, obra pintada entre 1610 y 1614, en la que el maestro recrea la muerte del sacerdote y sus tres hijos, que se opusieron a la entrada en Troya del caballo de madera, que los enemigos griegos les ofrecieron en regalo como trampa para tomar la ciudad.

El Greco traduce en esta pieza propiedad de la Galería Nacional otros elementos de su propia época y la ciudad de Toledo como trasfondo gris del cuadro. Así también los visitantes se enfrentan a otros cuadros que dejan ver la divinidad de las figuras alusivas a la fe cristiana.

Una estampa en gran formato de la Virgen María con el niño muestra el estilo más esplendoroso del Greco, en su etapa tardía, en el que aparecen los personajes alargados de manos puntiagudas y la riqueza cromática de sus vestuarios, donde el pintor aprovechó –como en muchas de sus obras- dejar mensajes encriptadas, en este las iniciales de su nombre están escritas a manera de grafos en la frente de un león sostenido por una santa.

Igual cautivan la mirada las obras como “San Martín y el mendigo”, y “San Francisco recibiendo los estigmas”, al igual que “San Jerónimo” o “San Pedro arrepentido”, donde la delicada paleta del artista dejó una impronta que le dio un lugar privilegiado en la historia del arte como un trasformador del arte de su época.

La National Gallery of Art espera recibir en el salón dispuesto para este homenaje a unos 200 mil espectadores durante los tres meses y medio de la muestra, que contiene las piezas provenientes tanto de su propio tesoro pictórico como de otros museos del área de la capital nacional.

El embajador de España en Washington, Ramón Gil-Casares, quien asistió a la rueda de prensa para inaugurar esta exposición, se mostró complacido por los esfuerzos coordinados entre la mayor pinacoteca de Estados Unidos, centro con más obra del Greco en el continente americano y la cancillería española que ha tutelado este año alrededor del mundo otros eventos conmemorativos a los 400 años de la muerte del célebre artista que adoptó el reino ibérico hace más de cuatro siglos.

El museo, de entrada gratuita los siete días de la semana, está en la Avenida Constitución en la famosa explanada del Capitolio, conocida como el Mall de Washington, junto al otros museos del Smithsonian.