Empresa salvadoreña limpia escombros de huracán Sandy

Rubén Treminio Landscaping pasó de tener tres a casi 40 empleados gracias a que le fue otorgada una licitación como contratista para limpiar manualmente las playas afectadas por la tormenta de hace casi dos años.

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Parte de los empleados de Ruben Treminio Landscaping, una empresa salvadoreña establecida en Nassau, reciben capacitación en seguridad industrial. Ellos están en cargo de limpiar una porción de las playas del condado de Nassau (Long Island, NY) dañadas por el huracán Sandy.

Por Carmen Molina Tamacas

2014-08-15 11:00:00

Hace nueve años, Rubén Treminio venció el miedo. Este salvadoreño originario de Santa Rosa de Lima, La Unión, había llegado a Nueva York en 1990 y 15 años después estaba listo para tomar el riesgo de ser empresario.

Así, después de pensarlo y repensarlo, compró el libro de negocios de una empresa de jardinería ya establecida y le puso su nombre: Rubén Treminio Landscaping.

Este es uno de los principales rubros de servicios en Long Island, donde según los registros oficiales viven más de 100 mil salvadoreños.

“Surgió una oferta que me presentaron de hacer una inversión y compré el libro de negocios. Es un trabajo de temporada, durante nueve meses, que empieza la segunda semana de marzo y termina la segunda semana de diciembre”, explicó.

Como en todo negocio, tuvo muchos obstáculos que vencer, especialmente la discriminación y el poco acceso a contratos oficiales. “Al principio fue difícil, pero hay que tener determinación hacia lo imposible y tomar riesgos. Hay que decidir con fe y siempre tener ideas positivas”, cuenta el compatriota.

Rubén Treminio Landscaping tuvo, en la mayor parte de su vida inicial, un promedio de tres empleados; ellos cortan la grama y podan los árboles de casas, mansiones y negocios del Condado de Nassau. Hasta que llegó la oportunidad de crecer.

Fue otro compatriota, Luis Méndez, quien le apoyó en el proceso de aplicar para ser contratista de la empresa VIP Water Recovery, la cual ganó una licitación para reparar los daños y limpiar las toneladas de escombros que dejó el paso del huracán Sandy en octubre de 2012 por las playas e islas del Condado.

La organización sin fines de lucro Splash realizó un censo y enumeró los estragos en la costa de este Condado debido a los escombros arrastrados por la combinación de lluvia y una marea extraordinaria. Madera, postes, casas hechas pedazos, embarcaderos, barcos y autos, entre una gran variedad de desechos, representan un grave peligro ambiental, además de poner en riesgo la navegación marítima de la zona.

Méndez fue nombrado por VIP Water Recovery como consultor para dar cumplimiento a la Ley 14A del Condado de Nassau; ésta -desde 2004- requiere la contratación de empresas de minorías étnicas en proyectos de gran magnitud. Treminio tuvo que llenar una serie de requisitos y ampliar su capacidad de trabajo; para ello contrató a 35 personas, la mayoría salvadoreños de oriente, centroamericanos, afroamericanos y blancos, quienes hasta el momento se mantenían desempleados.

El Gobierno Federal erogó 8 millones de dólares para efectuar la limpieza; la porción que desde abril de este año está ejecutando la empresa de Treminio tiene un presupuesto de entre 1.2 y 1.5 millones de dólares. Los empleados ganan un promedio de 18 dólares la hora, el doble del salario mínimo en el estado de Nueva York.

Actualmente, la empresa mantiene el servicio de jardinería; pero el grueso de la mano de obra está destinada para la limpieza de escombros. El proyecto lleva 19 semanas en las que han remozado las áreas de Atlantic Beach, Long Beach, Island Park, East Rockaway, East Far Rockaway y las islas de la barrera natural tanto en la bahía como en mar abierto, precisó Treminio.

“Faltan otras 20 semanas, aunque el período podría extenderse debido a la necesidad de limpieza y reparación de los daños”, indicó.

Aunque el proyecto está a la mitad, Treminio es optimista y agradece la oportunidad porque le abrió puertas no sólo a él como empresario salvadoreño sino a los trabajadores que estaban desempleados.

“Estoy muy agradecido porque (con el trabajo) regreso algo a un lugar que me ha dado mucho, donde me siento seguro y voy a ver crecer a mis hijos”, dijo.

Méndez, por su parte, dijo que la mayor recompensa es saber que los trabajadores, pese a que desarrollan una labor pesada, cuentan con el sustento del que antes carecían. “Tenemos el compromiso y la presión de conseguir que más empresarios salvadoreños y de minorías logren contratos como éste”, puntualizó.