Corte Federal de Canadá ordena revisar caso de salvadoreño por motivos humanitarios

La decisión da un respiro al connacional, José Figueroa, quien permanece sin estatus migratorio desde hace 17 años

descripción de la imagen
El salvadoreño José Figueroa está a la expectativa de la resolución de la corte canadiense sobre su situación migratoria.

Por Yensy Ortiz, corresponsal en Canadá

2014-07-22 10:00:00

“Contento” así se siente José Figueroa tras conocer la decisión de la Corte Federal de Canadá que avaló la Revisión Judicial para que su demanda de Residencia Permanente por Razones Humanitarias y Compasión (H&R, por sus siglas en Inglés) sea estudiada de nuevo por un distinto oficial de inmigración.

El camino ha sido largo: 17 años de angustia sin un estatus migratorio. Los Últimos 10 meses ha permanecido en santuario, en una iglesia en Langley, British Columbia, ante el temor a ser deportado. El pasado 28 de marzo de 2013 Inmigración Canadá rechazó la petición humanitaria, alegando motivos de seguridad nacional.

José es padre de tres hijos, todos canadienses; al primero de ellos le fue diagnosticado autismo. Su esposa también enfrenta problemas de salud desde hace algunos años. Esos han sido algunos de los argumentos para solicitar la residencia por razones humanitarias.

Previo a su llegada a Canadá, en El Salvador el connacional formó parte de una organización estudiantil (en Santa Ana), desde donde “muchos de los miembros mantenían una relación clandestina con el FMLN”, expresó en una entrevista previa. Eso le valió el rechazo a su solicitud de residencia permanente y la subsecuente por motivos humanitarios.

Esta semana, el juez, Richard Mosley le dio una nueva esperanza a Figueroa. En el análisis, el juez dice que “no hay nada en los archivos que sugieran que el aplicante (Figueroa) tenga un récord criminal o se haya conducido inapropiadamente en Canadá” aspectos que son tomados en cuenta al priorizar el tema de seguridad en este país.

En sus consideraciones, Mosley dice que “el delegado (de inmigración) se refiere de forma irrazonable al FMLN, como una organización terrorista”, el juez prosigue señalando que “El FMLN nunca fue un grupo cuya principal táctica fuese el terror político. Tuvo un amplio apoyo y ahora constituye el Gobierno elegido por la vía democrática”.

En su resolución, el juez destaca que “el FMLN no ha sido proscrito como una entidad terrorista en la lista que mantiene el Gobierno de Canadá” y que, “El Gobierno de Canadá sostiene vínculos con el Gobierno de El Salvador, ahora liderado por el FMLN”

A criterio del funcionario, todas esas consideraciones debieron haber sido tomadas en cuenta por el oficial de inmigración antes de concluir que la pertenencia del “demandante” (Figueroa) al FMLN era de “naturaleza grave”, que superaba los factores positivos humanitarios y de compasión a favor de otorgar al demandante una excepción.

Se marca un hito

Para José Figueroa la decisión del juez Mosley “está sentando un precedente diferente al que por muchos años el CBSA (Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá) ha utilizado como alegación para encontrar a alguien inadmisible en Canadá”.

Aunque la orden de deportación sigue vigente, Figueroa se muestra esperanzado que la determinación del Juez genere un giro en su historia “Nos acercamos más a la solución. Pero lo más importante es que la persona que haga esa determinación (la revisión) no se base en la membresía con el FMLN, porque el juez ha dejado en claro que no se puede referir al FMLN como una organización terrorista ya que no está en la lista de Canadá”.

El connacional señala que sigue pendiente la decisión del ministro de Seguridad Pública sobre la aplicación por la excepción. Eso implica una declaración del funcionario en la que dice que su presencia no genera ningún perjuicio a la sociedad de este país.

Pero hay un hecho que a Figueroa le llama la atención. Durante la audiencia de Revisión Jurídica, se reveló que un oficial del CBSA había enviado un reporte al ministro de Seguridad (desde enero 2011), en el que recomendaba al funcionario otorgarle la excepción.

“Los ministros de Inmigración y Seguridad Pública ya tienen la información que ellos deben considerar. Las decisiones de ellos son de carácter político, ellos pueden decidir en cuestión de minutos para dar la excepción”, puntualizó Figueroa.

El caso de José Figueroa da nuevos brillos a otros, como al del también salvadoreño, Oscar Vigil, a quien le fue denegada la residencia en Toronto, Ontario, bajo los mismos términos al haber sostenido vínculos con el FMLN durante la guerra. El periodista espera en el limbo migratorio desde hace 13 años.