Los hipócritas acechan los tropiezos de la oposición

El nuevo alcalde de San Salvador, que literalmente se ha encontrado un lodazal, ha sido más lógico en sus posturas: comenta, hace declaraciones medidas, espera que los acontecimientos le dicten las respuestas.

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2018-05-08 9:41:47

Felicitamos a los nuevos directivos y miembros de la Asamblea Legislativa y a los nuevos alcaldes con vocación democrática, en quienes la gente sensata tiene la esperanza puesta para que inicien la reconstrucción de un país muy golpeado por la codicia, la incapacidad y la total falta de moral y decencia de previas administraciones.

Se trató literalmente de individuos que llegaron a servirse de la gente, no a ponerse al servicio de la gente y las buenas causas.

Pero en algunas cosas están tropezando algunos de los nuevos funcionarios, porque primero hablan y luego piensan… sus exabruptos son lamentables, como la insistencia en construir un “Palacio Legislativo” en un país empobrecido por dos gobiernos populistas, lo que luego se corona con los lamentos de un diputado arenero porque “son los peor pagados en Centro-América”, los peor pagados debido a que fungen en un país saqueado y a consecuencia de ello empobrecido (el país, no los saqueadores).

Como se dice en boxeo, si el contrincante “se abre”, deja un hueco en la defensa, allí entrará el golpe. Los ciudadanos tienen razón en reprobarlas, pero esas declaraciones también las aprovecha el demagogo de marras que inmediatamente dice que es más importante un hospital que un palacio legislativo (algo que es obvio y que ya estaba en agenda legislativa, la reconstrucción del nuevo hospital Rosales) apelando al desconocimiento de la gente que no se fija en el tremendo hueco financiero que él dejó en las arcas municipales. Y no es porque le preocupe la gente, sino porque persigue sus propios intereses.

En las semanas que transcurrieron entre el triunfo electoral y la toma de posesión de las nuevas autoridades era tiempo para preparar agendas, declaraciones, posturas sobre la crítica situación nacional…

No se comienza diciendo que se van a reducir gastos en cinco por ciento, sino que se va a trabajar para bajar los gastos en la medida de lo posible, pues estos gastos son pagados por la gente, por cada salvadoreño que tiene que entregar parte de sus ingresos para que los diputados y toda la burocracia se sostengan.

En tal sentido, el alcalde de San Salvador, que literalmente se ha encontrado un lodazal, ha sido más lógico en sus posturas: comenta, hace declaraciones medidas, espera que los acontecimientos le dicten las respuestas. Y en una cosa actuó de golpe: quitar una especie de emblema que su predecesor había colocado y restituir el tradicional Escudo de San Salvador. Además ha comenzado por suprimir las plazas de 30 “asesores” dejadas por su antecesor.

La prioridad es trabajar por reconstruir al país

La situación es compleja y son muchos los problemas que requieren atención, “cuidados médicos intensivos”.

La violencia es el problema que más agobia a los salvadoreños, pues, a decir de muchos, se sale de la casa sin tener seguridad de volver. Y lo primero que se debe hacer es abolir las leyes favorables a las pandillas.

El país está endeudado hasta el tope, sin que quienes adquirieron las deudas tengan ni la intención ni la posibilidad de pagarlas. Es muy difícil, si no imposible, ganar fuerzas con media docena de generales al mando si además no han sido efectivos en el combate del enemigo y en el pasado se les acusó de “facilitar” pactos con él.

ARENA y los partidos democráticos afines deben trabajar en la reconstrucción, la gran tarea pendiente.