Oyéndose a sí mismos no sabrán exactamente cuáles son sus fallas

Los antiguos romanos tenían una sabia enseñanza que a los efemelenistas les resulta muy oportuna en estos momentos: si no tienes un amigo que te diga tus errores, págale a un enemigo para que lo haga.

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2018-03-14 9:25:55

La buena noticia es que el gobierno ha decidido entrar en un proceso de autocrítica y evaluación. Lo que no está bien es que lo hará un grupo de funcionarios y miembros del partido oficial, que no dan garantías de que haya un acto de contrición sincero y que retome la inconformidad y el clamor de los diferentes sectores del país.

El riesgo es que no haya cambios verdaderos y que esto les lleve a cavar un agujero más profundo del que se encuentran.

Los antiguos romanos tenían una sabia enseñanza que a los efemelenistas les resulta muy oportuna en estos momentos: si no tienes un amigo que te diga tus errores, págale a un enemigo para que lo haga.

El que no entienden su problema lo comprueba la frase del Secretario Técnico de que no habrá “cacería de brujas”, la manera de decir que no habrá mayor movimiento.

Algunos funcionarios han hecho un mea culpa personal, pero muy superficial, como si no entendieran las causas del creciente deterioro económico, la falta de empleo, la violencia que no pueden controlar, las dificultades de las familias y personas para vivir y alimentarse.

Los salvadoreños les han enumerado muchas fallas a través de los medios:

—el impuesto a las telecomunicaciones que elevó su costo y que encarece la tecnificación del país;

— el incremento a las tarifas de agua sin que el servicio mejore, dineros que no se sabe adónde van a parar;

— los abusos de varias dependencias y autónomas, como los gastos en licor y descarado incremento de la empleomanía;

— no haber pagado oportunamente a los que elaboraron uniformes y zapatos para escolares;

—las prestaderas de dinero para cubrir presupuestos desfinanciados, pero principalmente para sus derroches, incluyendo el mantenimiento de más de cuarenta mil nuevos burócratas que la ciudadanía cree que más bien son activistas del oficialismo.

La gente ve con muy malos ojos el nepotismo y la práctica de echar a empleados de larga trayectoria en las instituciones donde laboran, alegando “falta de confianza”, al grado de nombrar en cargos diplomáticos y cargos técnicos a personas sin ningún conocimiento o capacidad en la materia.

La mayoría de ministros y funcionarios están literalmente como atornillados en sus sillas aunque vayan de tumbo en tumbo, como ha sido evidente en transporte y en la red de hospitales. Irrita mucho a la población la viajadera de funcionarios, viajes muy costosos que no aportan nada al país.

Los salvadoreños ya
se pronunciaron

Es obvio que el oficialismo nunca se atrevería a convocar un foro nacional para saber cuáles son sus fallas, pero de hecho el foro se realizó (las elecciones del 4 de marzo) y es permanente la crítica en redes sociales, tanques de pensamiento, los planteamientos que hacen las gremiales que aglutinan prácticamente todo el trabajo formal del país, a lo que se suman los gremios profesionales incluyendo los trabajadores de salud.

Su principal pecado es haber tomado al país como su finca, y a sus pobladores, como sus siervos.