Apalear y asesinar a opositores no es “asunto interno” de un país

Los chavistas venezolanos hablan de "no interferencia" en sus salvajadas, pero casi desde que Chávez llegó al poder financian movimientos comunistas en todo el Hemisferio

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Jonathan Javier Philipe de Alianza hace una "chilena" en el partido contra ??guila.

/ Foto Por Marlon Hernández

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2015-03-16 5:00:00

Maduro y su despótico y ruinoso régimen rehúsan entenderse con la oposición, a la que persiguen y encarcelan, como se negó a recibir a un grupo de expresidentes de Hispanoamérica que quiso servir de vínculo entre la dictadura y los partidos políticos venezolanos.

Es lo que no comprende el oficialismo salvadoreño respecto a medidas anunciadas por los Estados Unidos: presionar a la dictadura venezolana no es “inmiscuirse en sus asuntos internos”, sino correr en defensa de un país y sus pobladores, que están siendo perseguidos, apaleados, amordazados y asesinados.

Las medidas anunciadas por los Estados Unidos van dirigidas a contrarrestar el involucramiento de los chavistas en el narcotráfico.

Es imposible dialogar o discutir con quienes rechazan parlamentar con la oposición venezolana, han apresado a sus dirigentes, amordazan y clausuran medios de comunicación, disuelven marchas a balazos y están matando de hambre a la gente.

¿Qué clase de entendimiento se puede alcanzar con alguien como Maduro, que recibe mensajes del más allá por intermedio de pajaritos, o con el segundo de a bordo, Cabello, que ha sido vinculado al narcotráfico por medios internacionales?

¿Qué mayor injerencia en los asuntos internos de un país puede haber, si a través de vuelos a África y caravanas que cruzan el Sahara, desde Venezuela se inunda de droga países europeos?

La injerencia del chavismo vía petrodólares y narcotráfico

Los chavistas venezolanos hablan de “no interferencia” en sus salvajadas, pero casi desde que Chávez llegó al poder financian movimientos comunistas en todo el Hemisferio y son el sostén de una dictadura, la cubana, que se habría desmoronado de no ser por el petróleo que se roba a los venezolanos y se despacha a Cuba.

La dictadura venezolana ha sido acusada también de estar financiando la campaña de “Podemos” en España, de dar dinero a raudales a los comunistas en esta tierra, de ser el principal apoyo del régimen de Evo en Bolivia y de servir de puente para ingresar terroristas del Medio Oriente al Hemisferio Occidental.

¿Qué es Petrocaribe si no un mecanismo de infiltración del comunismo en sociedades pacíficas?

En su comunicado, el oficialismo salvadoreño aduce que el chavismo ha recibido respaldo de los electores, lo que califica como una legitimación democrática, pero sin entender que esa legitimación se pierde de golpe al usar la fuerza y la coacción para acallar a opositores. Y más se deslegitima al ser considerado puente de la droga hacia el Caribe, América Central, África y Europa.

Al afirmar que el chavismo “es un régimen democrático” por haber triunfado en las últimas y previas elecciones, los rojos en este país reconocen la validez de la democracia como sistema político, lo que por lógica excluye “otros esquemas”, desde las dictaduras del signo que sean hasta lo que mueve a corrientes mesiánicas como la del ISIS y el Boko Haram en su pretensión de someter al Medio Oriente, a África y al mundo a un islamismo enajenado.

La democracia como sistema político no concede licencia para matar y someter a los pueblos, como en el caso de Hitler y los nacionalsocialistas que alcanzaron el poder por medio de elecciones, ni faculta pasar por encima de derechos y libertades fundamentales, rechazar la lógica ni eliminar los pesos y contrapesos institucionales que garantizan los derechos de las minorías.

Tampoco la democracia provee de salvoconductos a ladrones, narcotraficantes, pandilleros, fanáticos, funestos depravados ni a nada proveniente de la escoria humana.