Otro gran proyecto público en camino a quedar tirado

No se puede dejar tirado el hoyo de El Chaparral sin ir al fondo de todo el escándalo y deducir las responsabilidades del caso. Ciento y tantos millones de dólares tirados, propiedad del pueblo…

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De cara a la Paes personal administrativo y docente del Instituto Nacional Alberto Masferrer participó ayer por la tarde en la limpieza y señalización de los salones. Foto EDH / Marvin Recino

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2014-10-07 5:00:00

Dejar en abandono El Chaparral, considera el régimen, lo que encaja con lo que vienen haciendo los rojos desde que asumieron el poder hace poco más de cinco años. Tirada está la renovación del aeropuerto, en igual olvido “Nuevo Mejicanos”, el Puerto de La Unión, parte de lo que se propuso con Sitramss y otras obras, como están parcialmente tirados los servicios de Salud, las escuelas públicas y sus techos y servicios, la seguridad del país…

Para justificar lo de El Chaparral, el Secretario Técnico trata de igualarlo al Puerto de La Unión, comparación absurda, inverosímil, pues lo uno no aplica con lo otro.

Ese gran puerto, construido y supervisado bajo vigilancia y tutela del gobierno japonés —construido además en lo que se calificó siempre como uno de los mejores puertos naturales del mundo—, está como está por la negativa de los rojos de aprobar la concesión cuando estuvo lista porque entonces se oponían a todo.

No cuesta entender por qué hasta la fecha el Puerto de La Unión no se pudo concesionar. Cuando el gobierno de Saca presentó a la Asamblea el proyecto, los rojos se opusieron pues no cabe en sus cabezas que un ente privado lo administre con eficiencia y además obtenga beneficios.

Ahora que están en el poder, no encuentran la forma como conseguir a una empresa que comparta con el régimen las ganancias y permita que la administración de la nueva entidad se llene de incapaces adeptos a ellos, como con LaGeo tomada por la CEL.

Y así quedará en abandono hasta que puedan caerle encima, para que luego tengan que abandonarlo al fracasar en su manejo.

A cualquiera que se ponga a pensar y recuerde la trayectoria que ha seguido la CEL en los últimos diez años, desde que se entregó su dirección a un total incapaz asesorado por incapaces poco éticos, le extraña lo sucedido con El Chaparral. Dirigir el sector eléctrico de una nación requiere de mucha experiencia en administrar, en el manejo de recursos públicos, en una dedicación de servicio a toda prueba… esa fue la trayectoria de CEL desde su fundación —sus primeras oficinas estuvieron en el edificio de EL DIARIO DE HOY—, hasta que el grupo de militares golpistas de izquierda le cayeron encima en 1979.

La CEL nació como fruto de la lucha y la visión de Napoleón Viera Altamirano.

Lo malo que hereda el régimen lo hereda de sí mismo

El régimen dice que los problemas actuales son “una herencia”, pero no es “herencia” de lo que fue hasta hace diez años y después de que la entidad se saneara de lo que heredó de la época duartista, sino herencia de un régimen formado por ellos mismos, que ha llevado de desastre en desastre al sector.

Todo inició cuando la CEL se transformó en una especie de caja chica del régimen, aunque de “chica” no tiene nada. Y de allí surge la apropiación de LaGeo, lo de privatizar lo que son bienes públicos, perseguir a antiguos funcionarios por decisiones sabias que tomaron, el creer que se pueden ignorar fallos de cortes internacionales sin que eso acarree graves consecuencias a un país.

No se puede dejar tirado el hoyo de El Chaparral sin ir al fondo de todo el escándalo y deducir las responsabilidades del caso. Ciento y tantos millones de dólares tirados, propiedad del pueblo…