La Ponerología es una palabra derivada del griego “poneros”, que significa “el mal” y se refiere a la disciplina de las ciencias que evalúa el mal o con una mejor precisión a la ciencia que se encarga de estudiar la naturaleza del mal.
Nos debe asombrar, en primer lugar, que el mal sea una situación tan común en nuestros días que requiera de una rama de las ciencias encargada exclusivamente para su estudio. Sin embargo, al igual que existe la “moral” o la “ética”, que se encargan de las “buenas costumbres” o del estudio del bien personal o profesional respectivamente, era de esperar que hubiera una rama antagónica al bien.
Deberíamos entender la naturaleza del mal en la dimensión correcta: hacemos el mal cuando pudiendo ayudar al prójimo lo victimizamos; hacemos el mal cuando actuamos con desinterés ante las necesidades urgentes de los más vulnerables; hacemos el mal cuando pudiendo actuar en concordancia con la verdad y el bien nos volvemos entes desinteresados. En esas ocasiones en que se busca el origen del mal en seres externos o sobre-naturales, debemos reconocer que el mal se encuentra en la naturaleza del humano. Está en los demonios internos del odio, apatía y resentimiento social. Va mas allá del “Semos Malos” de los Cuentos de Barro de Salarrué, pues no hay un sentimiento de arrepentimiento ni acto de contrición.
En segundo lugar debe sorprendernos que un concepto que se derivó inicialmente de la teología, haya logrado trascender sus fronteras y actualmente se encuentre relacionada con ciencias y disciplinas tan diversas como la psicología, psiquiatría, historia, cultura, ética y aun la política.
Y es precisamente en la política que ha tenido su difusión más amplia, esto debido a la producción en 1984 del libro “Ponerlogía Política: Una ciencia del mal adaptada a propósitos políticos”, texto escrito originalmente en polaco por A.M. Lobaczewski, y tras años de censura fue publicado finalmente en el año 2006. En este libro el autor desarrolla la tesis del “Mal Macro-social”, una especie de maldad a gran escala con progresión a la universalidad, que nos acecha desde tiempos pasados y que continúa con nuestras sociedades en consecuencia con la maldad que existe en cada uno de nosotros. No podemos quejarnos de una “sociedad mala” pues esta es el reflejo de lo que somos en ella. No podemos pedir que la sociedad cambie si no es que antes logramos realizar ese cambio en nuestra conducta y en nuestra forma de actuar frente a nuestros semejantes.
El libro no solamente trata del Mal Macro-social, sino también de la maldad cotidiana debido a que están en íntima relación y, por tanto, se vuelven inseparables. Hace especial énfasis en el término de “psicópatas”, en el sentido literal en que se conoce, es decir el “sociópata”, personas que sufren de trastorno antisocial de la personalidad. El sociópata es un individuo que carece de alma, actúa en forma “casi humana” pero es deficiente en las emociones morales o en las muestras de empatía con los que sufren. Como su nombre lo dice esta contra la sociedad.
Es por eso que en esta época de brutal e inhumana violencia necesitamos conocer cada vez más sobre la Ponerología, pues al saber sobre la naturaleza del mal, estaremos mejor preparados para cuidarnos y cuidar a las personas que son importantes para nosotros. Esto mientras llega el esperado y utópico momento en donde todos actuemos de acuerdo a la moral y a la ética.
Médico y columnista
de El Diario de Hoy