A peinar las normas del VMT

Urge se haga implementar la lógica y el respeto en nuestra jungla urbana. Si queremos aliviar los síntomas nefastos de la trabazón, no queda de otra más que incentivar el uso eficiente de motos y bicicletas.

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Por Carlos Alfaro Rivas *

2017-06-26 8:18:06

El Salvador sería un mejor país si hubiesen más motos que carros. Esto, pues cuatro ruedas mueven el cuerpo, pero solo dos ruedas pueden mover el alma. “Moverla al cielo, o al infierno, luego de pegar el cachimbazo”, me argumentará.

Puede ser, pero antes la moto elevará su alma a un nirvana de libertad, de control y del “qué bien me siento” que despierta la serotonina, u hormona de la vida plena, de la que platicamos el martes pasado.

Por la misma razón, El Salvador sería un mejor país si hubiese más cuerpos en bicicleta que echados en la cama. La bicicleta eleva su alma a una utopía de “que alucine”, como el pelotón que se formó a 900msnm entre redondeles, arriba de la megatienda favorita de Chamba Arias, la madrugada del solsticio de verano.

Pero además de nirvanas y utopías, las dos ruedas no le dan tos a la Pacha Mama; te ahorran pisto y no bloquean las calles, como lo hace la saturación de cuatro ruedas, rodando en arterias del pasado, sin el mínimo respeto al reglamento.

Ahora que recién le agregan “carril izquierdo solo para rebasar”, sería de pegarle una buena peinada a todos los mandamientos del VMT, y que la “PeiNeCe” reviva su fracasado Plan Cero Tolerancia.

También debían peinar el monto de las infracciones. Si usted es como la mayoría de conductores, que se pasa el reglamento ya sabe por dónde, y decide ir a 60 en el carril izquierdo de la Diego, ahora dizque le zumbarán $57.14. Monto que equivale a 500 colones divididos entre 8.75, el precio de $1 en 2001, último año de Colón (QDDG).

Mismo cálculo para infracciones menos severas, como $34.29 (300 colones), por “no disminuir velocidad frente a colegios, iglesias, hospitales y mercados”, y $11.43 (100 colones) por “circular con placas N fuera del horario laboral”.

Yo que ustedes, señores del VMT, redondeara el castigo a $ 60 por las graves, $35 por las menos graves y $15 por las ligeras. Esto con una campaña de educación y amenaza ciudadana, honestidad en la PeiNeCe, y una eficiente implementación, con todo y POS, para, al chilazo, poner a trabajar el pisto en mejores carreteras y ciclo vías.

Yo que ustedes también le bajara el impuesto a la primera matrícula de las motos, y obligara a los distribuidores a ofrecer clases de manejo, para que los moteros se sometan una rigurosa prueba, antes de poder repartir pizzas. Una última petición. A los automovilistas que no respeten al ciclista, mándenlos a Mariona. Mi alma casi se va al cielo cuando, en el 2011, un cafre me mandó a volar, con todo y bici, y se dio a la fuga.

Conducimos como bestias salvajes, contra toda lógica y respeto al prójimo. Lógico: tráfico lento, carril derecho, y ¿entonces por qué manejamos en el izquierdo, a paso de tortuga, sin jamás ver los espejos?

Lógico: en los redondeles tienen derecho a vía los que circulan alrededor, y si es de más de un carril, debe colocarse del lado que necesita egresar, todo lo contrario a lo que hacemos.

¿Sabía que por no usar las vías, lucear al prójimo, tirar basura y polarizar se supone te clavan $ 11.43? ¿Por cruzar la doble línea amarilla, bajar o subir pasajeros fuera de paradas, invadir la cebra y hablar por celular les clavan $34.29? ¿Y que por ofrecer mordida, manejar a zumba o con tu perro entre pecho y timón, nos clavan $57.14?

Urge se haga implementar la lógica y el respeto en nuestra jungla urbana. Si queremos aliviar los síntomas nefastos de la trabazón, no queda de otra más que incentivar el uso eficiente de motos y bicicletas, así como pegarle una buena peinada a, y respetar, los mandamientos del VMT.

Lo siento, Sofi, vaya para atrás. Good dog.

*Columnista de El Diario de Hoy.
calinalfaro@gmail.com