La razón principal de los problemas de El Salvador es la situación de polarización política en la que estamos. Y me preocupa que los principales responsables no estén haciendo nada para cambiar. Por el contrario, los dos partidos políticos más importantes se la pasan señalando al otro, peleando por demostrar que el otro ha sido peor y más que preocuparse por sacar adelante al país, enfocan sus esfuerzos en ver cómo hacer que el otro pierda las próximas elecciones. Y como siempre estamos en periodo electoral, no les queda tiempo para nada más.
Si los partidos políticos demostraran que tienen realmente un interés en El Salvador y se pusieran de acuerdo, en lugar de pasar peleando, ya habríamos avanzado muchísimo en la mayoría de problemáticas. Como esto no está sucediendo, para salvar a El Salvador, es crucial que nosotros obliguemos a los políticos a ponerse de acuerdo.
Como ya lo he mencionado antes, la mayoría de salvadoreños estamos de acuerdo en más de lo que pareciera: queremos un país más seguro, con mayores oportunidades, mejores salarios, acceso a la educación, más empleos, etc.
Los políticos saben que eso es lo que la mayoría de salvadoreños queremos. Entonces, ¿por qué no comenzar de una vez a hacer algo al respecto? ¿Por qué no ver la manera de llevar a la realidad las mismas promesas de todas las campañas?
Para lograr lo que los salvadoreños queremos para nuestro país, no hace falta tener interminables reuniones interpartidarias ni comisiones de alto, medio y bajo nivel. Tampoco es necesario crear comisiones presidenciales para cada tema en la agenda de país. Lo único que se necesita es un plan de país a largo plazo. Hay que pensar cómo queremos tener a El Salvador en 25 años, qué queremos dejarle a nuestros hijos y nietos. Yo me pregunto esto con frecuencia y se me ocurren un par de ideas para poder llevar a El Salvador hacia adelante.
Lo primero es aumentar los montos del presupuesto de nación asignados a educación y salud. Podemos tomar como ejemplo los montos asignados por otros países latinoamericanos que van avanzando mejor que nosotros. Colombia, por ejemplo, para 2017 destinó a educación un 29 % del presupuesto de la nación.
También, si los problemas que más nos afectan están relacionados a salud, educación y seguridad, se debería dignificar a los profesores, médicos y policías, invertir en capacitarlos y aumentar salarios. Esto, basado en un plan que busque resultados, así como funciona en las empresas, que se establece KPIs. Garantizar seguridad jurídica a inversionistas y apostarle a tecnificar la mano de obra en general son otras ideas que ayudarían a que en nuestro país se comience a ver un cambio en positivo.
Para que El Salvador pueda salir de donde está hay que definir bien la meta del país a largo plazo y que todas las acciones del gobierno estén enfocadas en alcanzar cada uno de los objetivos. Nos urge un acuerdo de país. El tiempo sigue corriendo y las generaciones venideras nos van a reclamar si no hacemos algo ahora para darle un buen rumbo a El Salvador. Todos tenemos un poco de responsabilidad de estar en la situación que estamos. Ahora toca arreglarlo.
Dejemos a un lado las diferencias y veamos en qué estamos de acuerdo. Enfoquémonos en eso y no en lo que nos separa, pues esto solo nos polariza más. No hay que olvidar que la última vez que como país estuvimos así de polarizados terminamos en una guerra en la que murieron 75 mil salvadoreños y retrocedimos décadas en desarrollo.
*Emprendedor salvadoreño.
@aatanacio