Los arrecifes coralinos, alertas del peligro climático

La Cumbre de París cerró un acuerdo histórico sobre el cambio climático. Como es elevar los flujos financieros para caminar hacia una economía baja en emisiones de gases de efecto invernadero

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Silvia Cuéllar y Pablo Durán, directora ejecutiva y presidente de Coexport, explican que solo apoyaron la acreditación porque era el primer paso hacia una solución mayor para el IVA exportador.

/ Foto Por elsalv

Por Ricardo Esmahan

2016-01-18 8:32:00

La revista National Geographic publicó a principio del presente año un artículo titulado “Batalla contra la muerte”, el cual, hace referencia a la actual situación del   arrecife de coral en la playa Los Cóbanos, el organismo coralino más grande y extenso de El Salvador.
 
El artículo señala que el coral debería tener un color marrón o manchas que le dan una apariencia parda; sin embargo, indica que en los últimos meses se ha convertido en un manto blanquecino, síntoma de una muerte lenta provocada por el cambio climático.

Mar adentro, señala, al sumergirse unos escasos metros en las aguas del lugar, los estragos del sube y baja de las mareas y de la exposición prolongada del coral a los rayos del sol son evidentes. A consecuencia de ello, fragmentos de coral quedan sueltos y “el edificio de departamentos” de la biodiversidad acuática se deteriora y en mucha zonas se está destruyendo implacablemente.

El Salvador está siendo afectado por el cambio climático de manera dramática, muestra de ello es la severa sequía del 2015.

La falta de lluvia y el sol incandescente son los que han hecho vulnerable al arrecife, ya que debido a las bajas mareas, por la falta de lluvia, los corales se ven más expuestos a luz solar y van perdiendo su vitalidad.

El deterioro del arrecife también tiene consecuencias socioeconómicas para los lugareños, debido a que por el calentamiento de las aguas muchos peces buscan aguas más frías y se dificulta la pesca en la zona.

El arrecife de coral  es un patrimonio de El Salvador, con cerca de 150 años de existencia y las rocas sobre las que se encuentra son de origen volcánico.

Este arrecife rocoso es único y eso lo convierte en un punto importante en la conectividad de ecosistemas marinos costeros del Océano Pacífico tropical oriental, ya que se trata del único hábitat para los corales en la zona comprendida entre México y Nicaragua.

Los pobladores locales se han unido para impedir lo que consideran el riesgo de destrucción de la zona por parte de grandes proyectos hoteleros, pretendiendo con ello asegurar su fuente de empleo permanente en la pesca. Vigilan con gran interés la zona ecológica y el sector comercial de comidas y habitaciones para turistas.

A la protección que realiza la población se suma el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, al nombrar en el 2007 a Los Cóbanos como Área Natural Protegida, una superficie marina y terrestre de 206.2 kilómetros cuadrados.

La Ley de Áreas Protegidas Naturales tiene por objeto regular el establecimiento del régimen legal y administrativo, el manejo e incremento de las Áreas Naturales Protegidas, todo con la finalidad de conservar la diversidad biológica, asegurar el funcionamiento de los procesos ecológicos esenciales y garantizar la perpetuidad de los ecosistemas, a través de un manejo sostenible en beneficio de los habitantes del país. Y contempla  el régimen económico y financiero para poder conseguir fondos para su recuperación.

La Cumbre de París cerró un acuerdo histórico sobre el cambio climático. Como es elevar los flujos financieros para caminar hacia una economía baja en emisiones de gases de efecto invernadero, los que han desencadenado este adverso clima. 

A este fenómeno global, del cual la región no es de los principales responsables, se suma el hecho de que Centroamérica está duramente golpeada por la afectación del clima a resultas de su propia actividad económica. Si bien produce una mínima parte de las emisiones mundiales con efecto invernadero, se ha convertido en una de las regiones más vulnerables al embate del cambio climático. En nuestras manos está incidir en lo que corresponde.
 

*Colaborador de El Diario de Hoy.
resmahan@hotmail.com