Diciendo adiós a mis lectores

Supe que decir verdades lo agradecen las personas con conciencia limpia, con ansia de saber realmente que es lo que pasa, encontrar quien les muestre la verdad sobre la educación moral

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Foto Por edhdep

Por Luis Fernández Cuervo*

2015-10-17 5:46:00

Creo que ha llegado la hora de decir adiós. Vengo publicando artículos de opinión en El Diario de Hoy desde 1997. El primero fue “Clonación, Transgénesis y otras lindezas” sobre la expectación mundial de un animal vivo obtenido por clonación: la famosa oveja Dolly. Después seguí, como colaborador ocasional, sobre temas de más profundidad como: “La materia… ¿es material?” y “Dios se asoma en el universo”. Todavía en 1999 mis artículos se publicaban algunos sábados y con cierta irregularidad. Desde el 2000 pasaron a publicarse todos los lunes y por la amabilidad de don Fabricio Altamirano, ya como columnista en día y sitio fijo. Al mirar lo escrito desde entonces hasta hoy me sorprende la enorme cantidad de artículos salidos de mis manos. Y debo sorprenderme no tanto de la inmensa cantidad de artículos sino de haber podido tratar en ellos todos los principales temas de actualidad mundial, sin eludir los difíciles y controvertidos y ver la estupenda acogida de un creciente número de lectores que respondían muy positivamente, que me felicitaban por hablar con claridad y exponer el fundamento seguro de mis ideas y noticias. He tenido lectores no solo del país sino también de Estados Unidos, Canadá, Australia, Suecia, Guatemala, España y Chile. Muchos de mis lectores coleccionan los artículos. Muchos me piden que publique un libro con ellos. Y voy a hacerles caso.

Ya publiqué en Amazon “Cuatro Cuestiones Fundamentales, Universo, Vida, Hombre, Dios” y espero publicar pronto “La Cultura de la Vida” al cual seguirán, si Dios quiere, otros que ya tengo terminados.
Creo que la ética del periodista se basa en informar, aunque sea con peligro de su vida, de lo que es verdad, aunque sean verdades incómodas para ciertos turbios intereses políticos y/o económicos. Y dentro de esa labor de veracidad está también el denunciar todo lo que es intoxicación informativa.
Yo he trabajado siguiendo esos principios y lo hice siempre dando la cara, manteniendo al pie de cada artículo mi dirección de correos y contestando a todos los que me escribían, incluso a los insultantes. 

Hay columnistas que no son periodistas, y se les nota; escriben de temas que ni tienen “punch” ni molestan a nadie y algunos, encima, no dan su dirección de correos. Ese tipo de periodismo no intoxica pero tampoco informa y no despierta la conciencia moral hoy adormecida en la inmensa gente masificada. Allá ellos.

Siempre supe que decir verdades lo agradecen las personas con conciencia limpia, con ansia de saber realmente que es lo que pasa, encontrar quien les muestre la verdad sobre la educación moral, sobre la sexualidad, sobre como el desarrollo económico requiere aumentar la población, y no disminuirla, como una sociedad sana, pujante, tiene que estar basada en un porcentaje muy alto de familias constituidas por matrimonios estables con abundancia de hijos educados en el amor y en los principios morales eternos, hogares de dónde es difícil que alguno de esos hijos se haga delincuente juvenil. Por mostrar estas importantes verdades sobre la familia recibí un premio de los mormones, como hombre del año. Y ahora veo, con alegría, que el Papa Francisco me muestra que lo que yo publiqué sobre la familia está de acuerdo con la doctrina de la Iglesia Católica.

 Benedicto XVI dijo que el peor mal de esta época es el odio o desprecio de la verdad. Decir verdades acarrea odios por todos los que trabajan en esclavizar el cerebro de la gente, esos de la Cultura de la Muerte, empresa imperialista, racista, y antinatalista cuya última y poderosa rama es la Mafia del Cambio Climático y su falso dogma de que el CO2 de origen humano es el que aumenta la temperatura de la Tierra. 

Poco me queda por añadir. Agradecer a El Diario de Hoy y especialmente a don Eduardo Torres, don Luis Fuentes y don Godofredo Rodríguez Montenegro, la libertad que me dieron para expresar mis ideas incluso cuando no coincidiesen con las del Diario.

*Dr. en Medicina.
Columnista de El Diario de Hoy.
luchofcuervo@gmail.com