Respetuosamente rebatiré a don Paolo Lüers

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La apuesta por la universidad estatal virtual está enfocada en ampliar el acceso a la Educación Superior. Foto EDH / Archivo

Por Por Evangelina del Pilar de Sol*

2015-04-25 7:00:00

Respetuosamente rebatiré reciente análisis de don Paolo Lüers, culto intelectual de inteligencia envidiable, que no en pocas oportunidades hace reír con su ingenioso sarcasmo y en muchísimas nos entretiene con la acertada sagacidad que vierte en sus artículos. ¡Admirable! Pero su “Carta a la derecha unida”, la observé refutable.

Recurriré, para rebatirle, al significado de palabras que como crítica usó en algunas frases. Éstas las distinguiré en mayúsculas. Otras, igualmente en mayúsculas, las tomaré de cada enunciado:

Frase: “CONSERVADORA para no decir REACCIONARIA”. (Crítica al voto de la derecha para defender constitucionalmente el matrimonio tradicional como “entre hombre y mujer así nacidos”).

CONSERVADORA: “Que defiende el mantener VALORES POLÍTICOS, SOCIALES, MORALES, tradicionales”.

REACCIONARIA: Igual a lo anterior, pero, “oponiéndose a cambios que representan PROGRESO EN LA SOCIEDAD”.

VALORES MORALES: Los seres humanos estamos dotados de conciencia y raciocinio, por lo que reflexionamos nuestras acciones cuestionándonos si obramos correctamente o no. Esto es ser coherentes con las normas establecidas y VALORES MORALES practicados en cuanto al bien y el mal. Ahora bien, para algunos puede ser que lo correcto y natural para el consenso general, no lo sean para ellos. Pero existen normas SOCIALES que facilitan la convivencia SOCIAL y armonía en una comunidad. Así, el cumplimiento de esas normas también responde a una obligación MORAL ya que nos inclina a usar voluntad y entendederas hacia obrar correctamente.

Ser CONSERVADOR Y REACCIONARIO criticó, en cuanto acoger o no al “matrimonio” gay.

1°)-Aclaro no tener nada contra los homosexuales –sintiendo extraordinario cariño por muchísimos de ellos, sumado al respeto hacia su derecho de decidir su forma de vida–; 2°)-Esclarecido esto, me referiré a ese supuesto PROGRESO EN LA SOCIEDAD, porque no lo es.

Homosexuales existieron siempre, pero casar homosexuales es experimento desconocido (presionado universalmente ahora, por ONU, OEA y otras organizaciones internacionales) y ninguna civilización, aun sociedades que hasta fomentaban la homosexualidad, como la de Grecia antigua, ha establecido matrimonios homosexuales, porque entendían matrimonio como la unión estable entre hombre y mujer (así nacidos pues no había cirugía para cambiarlos) y la importancia de la familia y educación de los hijos. Experimentar contra natura así, atenta contra la estabilidad mental de los niños adoptados, que en el menor de los casos sufrirán la burla (“bulling”) de otros niños por tener un papá Vicente y una mamá Pedro. O, “papá, Elena”, “mamá, Juana”; y en el peor, la violación al derecho de todo infante adoptado –o vendido mediante vientre alquilado- de tener a la mejor familia posible constituida por papá y mamá. Si esto no es considerado una injusticia contra los derechos humanos del niño, como igualmente son el asesinato por aborto o asesinato de bebés ya nacidos, como los de las 17 reas condenadas aquí, esto solo puede llamarse, un censurable e indeseable PROGRESO EN LA SOCIEDAD.

PROGRESO SOCIAL significa avanzar hacia una sociedad ideal, e ideal no puede ser una sociedad basada en un experimento que amenaza convertirse en discriminatorio e intolerante hacia la familia entera, como ya se está viendo en muchas partes de USA y Europa, donde familias que rehusan enviar a sus hijos a escuelas donde se impone la enseñanza LGBT, son enjuiciados y obligados a que sus niños forzadamente reciban esa enseñanza que derriba “conceptos ‘arcaicos’ como fidelidad, monogamia, fecundidad, paternidad/maternidad”. Todo esto no es “pendejada” como le dijeron don Paolo, y aplaudo a la derecha por unirse para prevenir más descalabro moral aquí.

¿PROGRESO? Hmmmm.

*Columnista de El Diario de Hoy.