Católicos, oremos por los obispos

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Por Por María A. de López Andreu*

2014-10-24 6:00:00

El Sínodo por la Familia pretende apoyar esta institución, fortalecerla y velar por el matrimonio. Sin embargo, según algunos medios “comunican” el Relatio Synodi resultante (documento para estudio de los obispos, que en octubre de 2015 elaborarán el documento final) pareciera que su finalidad es realizar “cambios revolucionarios” en los temas por ellos más publicitados: los divorciados y vueltos a casar, las parejas “de hecho” y los homosexuales y lesbianas. ¡Cuánta manipulación!

Todos los profesionales, permanentemente, actualizan sus conocimientos. ¿Hacemos lo mismo respecto a nuestro catolicismo? Desafortunadamente, a veces creemos que es suficiente con la enseñanza recibida durante la homilía escuchada durante la misa de precepto, o que ya aprendimos todo cuando nos preparamos, siglos ha, para nuestra Primera Comunión. ¡Error! Tenemos la obligación personal de crecer en la fe y en el conocimiento de la verdad, de profundizar en la inmensa dignidad recibida en el bautismo, convirtiéndonos en hijos de Dios y la responsabilidad que eso conlleva. Estamos obligados a mantenernos bien informados; a Dios gracias, existen numerosos grupos de formación y, para quienes no pueden asistir a ellos, hay periódicos digitales católicos, que proporcionan enseñanza vital y nos transmiten el pensar oficial del Papa y de la Iglesia. Nuestra religión es atacada permanentemente y debemos orar en cada misa, en cada ocasión, porque el Señor nos provea de la sabiduría y fortaleza necesarias para defenderla. Y para hacerlo, la información veraz es vital.

Conviene, entonces, leer el texto completo del discurso del Papa Francisco al clausurar esta primera parte del Sínodo (www.aciprensa.com/noticias/texto-completo-discurso-del-papa-francisco-al-concluir-sinodo-extraordinario-de-los-obispos-sobre-la-familia-42450/) en el que invita a sus hermanos a “encontrar soluciones concretas a las tantas dificultades e innumerables desafíos que las familias deben afrontar; para dar respuesta a tantos desánimos que circundan y sofocan a las familias”. Y deja muy en claro: “Y esto siempre sin poner jamás en discusión la verdad fundamental del sacramento del matrimonio: la indisolubilidad, la unidad, la fidelidad y la procreatividad, o sea la apertura a la vida”.

El periódico digital Religión en Libertad, en un resumen del Relatio Synodi, informa que “los hombres y las mujeres con tendencias homosexuales deben ser acogidos con respeto y delicadeza” y que se “evitará cualquier marca de discriminación”. Añade “que no se pueden establecer analogías, ni si quiera remotas, entre las uniones homosexuales y el diseño de Dios sobre el matrimonio y la familia”.

Es decir, no hay “cambios revolucionarios”, sino fidelidad a las enseñanzas que la Iglesia proclama desde que Jesús la instituyó y están compiladas en el Catecismo de la Iglesia Católica.

Los obispos del mundo entero tienen una grave responsabilidad entre manos; ayudémosles, orando diariamente por ellos, para que el Espíritu Santo les ilumine y guíe durante todo este año que tienen por delante, hasta la conclusión del Sínodo, a fin de que puedan proponer, para el documento final, las palabras y enseñanzas que el mismo Jesús pronunciaría.

Hagámoslo con fe, mediante la oración católica tradicional por los obispos:

“Oh Dios, que has designado a Tu Hijo Unigénito para ser el Sumo y Eterno Sacerdote para la gloria de tu majestad y la salvación de la humanidad; concede que a quienes Él ha escogido para ser sus ministros y los administradores de sus misterios, puedan permanecer fieles en el cumplimiento del ministerio que han recibido. Por el mismo Cristo nuestro Señor. Amén”.

*Columnista de El Diario de Hoy.