Nuestra puerta de entrada

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elsalvador.com

Por Por Eduardo Torres*

2014-07-14 6:00:00

n aeropuerto –recuerdo haber oído esto desde siempre– es la puerta de entrada de un país, por lo que fue en su momento una visión de avanzada la decisión de construir en Comalapa el “Aeropuerto Internacional El Salvador”. Hubo algunas quejas en aquel momento, ya que la nueva terminal aérea estaría a decenas de kilómetros de la capital mientras que la de Ilopango queda en un suburbio de la ciudad. Y casi que con la inauguración del nuevo aeropuerto estalló la guerra… pero las ahora viejas instalaciones le han pagado con creces a nuestro país la decisión que se tomó de haber construido fuera de la capital nuestra principal terminal aérea.

El aeropuerto de Barajas es un buen ejemplo de lo que con carácter de urgencia necesitamos hacer nosotros. Siendo España uno de los cinco países que más turistas recibe en el mundo, modernizaron un aeropuerto que se les había vuelto obsoleto, construyeron una nueva terminal (la T4), a la cual se llega a través de un tren interno, como es la norma en los grandes aeropuertos, y lo remodelaron íntegramente, con un sobrio y bello diseño arquitectónico. Madrid es fácilmente accesible desde el imponente aeropuerto de Barajas, vía metro, autobús o taxi, como se ha vuelto norma en la aldea global.

Un ejemplo de lo que habría que evitar es lo que estamos haciendo nosotros con nuestro aeropuerto en Comalapa: el no hacer nada. Quedarnos sin hacer algo nos hace retroceder, aceleradamente, ya que por el funcionamiento de las líneas aéreas al haberse fusionado Taca con Avianca, nuestro aeropuerto en Comalapa quedó siempre como un “hub” de los vuelos hacia Norte-América durante la mañana, y por las noches, en una ruta importante hacia Sur-América. El pasado diciembre, en un vuelo a Miami la manga de abordaje nos llevó a la rampa –como fue hace cuatro décadas en Ilopango– para abordar el avión.

Unos meses antes me había sucedido lo mismo en un viaje a Guayaquil, ciudad que dicho sea de paso tiene un aeropuerto de primer mundo producto de la visión del alcalde opositor Jaime Nebot. Otras idas “al sur” me mostraron que lejos de ser excepción, salir a la rampa se está volviendo la norma por el tráfico que nos está dando Avianca. Y nosotros, pensé, realizando trabajitos básicos en una terminal aérea que clama a gritos S.O.S., so pena de perder millonarios ingresos por el sitial que a duras penas conservamos. Guatemala remozó y amplió “La Aurora”; Costa Rica trabajó el “Juan Santamaría” y Liberia proyecta cada vez más lo que está destinado a ser.

Para no hablar de Tocumen, en Panamá, la principal terminal aérea de la región por su número de destinos y de visitas, desde donde se constata a qué país está uno llegando al recorrer el aeropuerto. Podría parecer a algunos –por la “importancia” que le dio el gobierno anterior a nuestro aeropuerto en Comalapa– que esto sea un asunto baladí, pero no lo es. Existe rentabilidad para mantener un buen aeropuerto, más nosotros que tenemos a una tercera parte de nuestra población viviendo en el exterior y que seguimos siendo “hub” de Avianca. Asunto de máximo interés nacional debería ser el aeropuerto, así como el funcionamiento del puerto que reposa en la zona oriental.

En la aldea global, donde las aerolíneas se agrupan y por las facilidades de vuelos que ofrecen, transbordo de equipajes, los incentivos a los viajeros frecuentes, etcétera, van en esencia quedando como opciones de vuelo “Star Alliance” o “One World”. El aeropuerto londinense de Heathrow, el más congestionado de vuelos en Europa con sus cinco terminales, recién remodeló su terminal 2 (T 2), a la cual están trasladándose las aerolíneas agrupadas en “Star Alliance”. Londres hace este tipo de inversiones para seguir siendo la cosmopolita “London”, una de las ciudades más bellas y más visitadas del mundo.

Quienes hace cuatro décadas impulsaron la construcción del “Aeropuerto Internacional El Salvador” en Comalapa, querían un país más moderno y más próspero. En modernidad y prosperidad subyace la decisión de qué hacer con una obra que se nos quedó anclada en el tiempo y que es la puerta de entrada a nuestro país.

* Director Editorial de El Diario de HoyU