Perspectivas de una alianza El Salvador – Cuba

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Perspectivas de una alianza El Salvador - Cuba

Por Por Ricardo Esmahan*

2014-04-24 6:00:00

De todos es conocido que Cuba ha sido un estrecho aliado del FMLN desde la fundación del ahora partido político, que fue creado en 1980 como un frente guerrillero y de organizaciones de masas. Tras su victoria electoral este marzo, el presidente electo Salvador Sánchez Cerén ha visitado varios países, entre ellos Cuba, viajando recientemente a La Habana para reunirse con el presidente Raúl Castro, en donde conversaron sobre el avance de las relaciones bilaterales y sus perspectivas. Pero ¿cuáles son las perspectivas del desarrollo de Cuba?

El parlamento cubano considera’ crear una nueva Ley de Inversión Extranjera que promete alterar significativamente la estructura legal, en vigor desde 1995. Aunque los detalles oficiales son escasos, la nueva ley es probable que realice cambios significativos en temas como impuestos, mano de obra y el proceso de aprobación de las inversiones. Está en juego el futuro de la economía de Cuba, que crece muy lentamente y sufre décadas de marcado subdesarrollo. La inversión extranjera podría ofrecer una fuente muy necesaria de fondos y nuevas tecnologías, si Cuba puede atraer dicha inversión. Sin embargo, junto a los otros desafíos económicos en curso en Cuba, atraer la inversión extranjera conlleva también introducir cambios sociales y políticos difíciles.

Este no es el primer experimento de Cuba relacionado a inversión extranjera, es de recordar que los esfuerzos anteriores han sido obstaculizados por una oposición política interna y las barreras burocráticas excesivas. El régimen regulatorio vigente fue aprobado sin el pleno apoyo de Fidel Castro, y mientras varios cientos de empresas mixtas se han formado durante los últimos 20 años, éstas no han sido un importante motor de la actividad económica todavía dominada por el Estado.

A fin de que las nuevas leyes sean eficaces Cuba tendrá que reducir significativamente sus barreras a la inversión. Por ejemplo, con el fin de invertir, las empresas ahora deben pasar por un proceso de solicitud arduo y prolongado, que requiere la aprobación del propio presidente. Los impuestos son altos, en particular en materia de trabajo, contratados a través del Estado en lugar de una contratación directa entre empresa y empleado. La transparencia también es extremadamente baja en Cuba, con muy poca información facilitada a los inversores potenciales sobre los contratos existentes. En general, el mayor impedimento ha sido un fuerte desinterés por la reducción del papel del Estado en manos de la dirigencia política de La Habana.

Esto parece estar cambiando. Después de un debate político interno que se ha prolongado durante más de un año el gobierno sigue adelante con cambios modestos pero significativos. Estos cambios son cada vez más urgentes a medida que Cuba ve hacia el sur y observa la inestabilidad en Venezuela, país que todavía le proporciona miles de millones de dólares con petróleo subsidiado. Cuba tendrá serias dificultades para pagar por sí mismo el petróleo que necesita si la situación en Venezuela continúa deteriorándose, convirtiéndose en una amenaza inmediata; sin embargo, Cuba ya está evolucionando.

La caída de la Unión Soviética dejó a Cuba sin subsidios externos, por lo cual la década de los noventa fue extremadamente difícil para la isla. Desde ese momento, Cuba ha desarrollado una industria turística de tamaño moderado y apoyada por relaciones económicas bilaterales con países amigos, entre ellos Venezuela, China y Brasil. Con la inestabilidad de Venezuela, Cuba está considerando una serie de opciones. Las reformas económicas liberalizadoras internas ya están en marcha, pero los cambios van a ser lentos y obstaculizados por la falta de recursos. China y Brasil ofrecen algunas oportunidades de cooperación, pero no se acercan en nada al nivel de las que le regala Venezuela.

* Colaborador de El Diario de Hoy.

resmahan@hotmail.com