“La onda que simón va, ¿me entendés va?”

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Peña con la elástica tigrilla enfundada. Foto: EDH

Por Por Marlon Manzano*

2013-12-30 5:00:00

Parece que ninguno de los candidatos presidenciales podría tener un diálogo cotidiano y casual con un pandillero/marero, no los culpo, no cualquiera podría entender de manera fluida todo el léxico y su caló popular que ocupan día a día en sus barrios y cárceles.

Esto es un gravísimo problema ya que la comunicación efectiva es el primer paso para el dialogo y búsqueda de soluciones efectivas, pero escuchando las propuestas del movimiento UNIDAD y las del partido ARENA está claro que no hay ningún tipo de apertura a comprender el “lenguaje de las pandillas”.

En el caso del FMLN como co autor, facilitador o en el peor de los casos como un espectador feliz y pasivo con intereses diversos del resultado de la “tregua” entre pandillas, demostró con hechos que no entendió un carajo cuáles son los incentivos y modus operandi de la pandillas, no sé en qué idioma negociaban sus aliados de CAPRES/FUNES, pero no haber limitado y dejar por fuera como punto no negociable la reducción de las extorsiones a la sociedad civil trabajadora, supone que no hubo una comunicación efectiva en entender la problemática y negociar soluciones integrales con los pandilleros, o quizás sencillamente ninguno de los negociadores había sido extorsionado.

Se enfocaron en el indicador de reducción de homicidios, indicador que el principal interesado en reducirlo era el FMLN y FUNES para beneficiar su campaña política que estaba a la vuelta de la esquina en ese momento, y que donde a toda costa tenía que cumplirse esa reducción, sin importar que al escarbar 1cm. de profundidad nos damos cuenta que los que se dejaron de matar fueron los criminales, o sea entre los pandilleros, y no a la sociedad civil; extorsionar está comprobado que tiene repercusiones en la salud mental y física que pueden llegar ocasionar enfermedades crónicas, por lo que al final este grave problema de no poder plantear una solución efectiva por medio de la tregua permitió que los pandilleros dejaran de matarse entre ellos, pero les facilitó “seguir quitándoles la vida” lentamente a la sociedad civil, desde ese punto de vista, ni los negociadores, ni el FMLN, ni FUNES comprendieron tampoco “el lenguaje de las pandillas”.

Cuando escucho a los candidatos de UNIDAD y ARENA decir que van a “acabar” con las pandillas, que “no van a pactar” con ellas, que “no hay nada que negociar con ellas” y que sólo “van a pactar con los ciudadanos honrados”, me preocupo muchísimo ya que al parecer estos candidatos aún no han visto que el monstruo no es de una sola cabeza… y qué gusto sería que fuera como el monstruo de la mitología griega, un monstruo de “7 cabezas”… la problemática de las pandillas desborda cualquier análisis de seguridad ciudadana, económico, político, y coyuntural, son parte ya de nuestra cultura, de nuestra sociedad, están inherentes a El Salvador…son ese “monstruo de 500,000 cabezas”.

Según estudios se estima que la estructura social que las apoya y que se relaciona de manera directa/indirecta con los pandilleros ronda en unos 500,000 salvadoreños, y para hacer aún más compleja la situación, las pandillas son un (sub)cultura y un fenómeno social a la vez, lo cual quiere decir que se deben estudiar por medio de diferentes variables y análisis simultáneos, que son constantemente afectados por otras variables externas que reaccionan y mutan constantemente ante estos sucesos en el tiempo, por lo que hablar de un solo perfil e historial de un pandillero o de medidas de prevención o represión por otro lado, se queda extremadamente corto. Para hacerle esto más gráfico véalo así: la probabilidad de que usted y yo pudiéramos haber sido pandilleros en El Salvador son altísimas, mucho más de las que se imagina en este momento, hasta en este tema es bueno sacarse el clasismo por un rato.

Y es en este punto donde hay que rescatar el único punto de honor del concepto y finalidad de la tregua entre pandillas: la promoción del diálogo y la comprensión del lenguaje del “fenómeno social”, ya que es algo que no se puede dejar de lado para la búsqueda de soluciones que en lugar de desear una matanza de 500,000 personas al estilo del Holocausto nazi nos permita comprender en primer lugar cómo es posible que 2 estructuras que suman 60,000 personas se renueven y se engrosen constantemente de nuevos jóvenes, y cómo éstas han sido progresivamente apoyadas y protegidas por sus familiares y muchos ciudadanos, dando como resultado su control territorial a nivel nacional, mucho más fuerte que el que tuvo la guerrilla y la fuerza armada juntos durante el tiempo de la guerra civil, ¿me entendés va?

*Colaborador de El Diario de Hoy.