Un grito de Francisco Gavidia

descripción de la imagen
El jugador de Nigeria, John Obi Mikel, centro, disputa un balón en un partido contra Etiopía por las eliminatorias de Africa el sábado, 16 de noviembre de 2013, en Calabar, Nigeria. Foto EDH/AP

Por Por Teresa Guevara de López*

2013-11-16 6:05:00

La estrofa que encabeza este artículo pertenece al poema de Francisco Gavidia “El abuelo y los nietos”, que pareciera escrita para al momento presente en que estamos siendo testigos de una cacería de brujas, en nombre de la justicia.

Todos celebramos que se investigue y castigue a funcionarios culpables de actos poco transparentes realizados durante sus administraciones. Averiguar qué se hicieron los millones extra que costó la Diego de Holguín, aunque sea una burla inexplicable, la exclusión del primer titular del MINED, iniciador de las acciones dudosas, y del entonces Presidente de la República, sobre quienes recaen serios señalamientos.

El asunto CEL/ENEL, ha puesto al gobierno de El Salvador en el más vergonzoso predicado ante la comunidad internacional, al negarse a honrar los compromisos adquiridos, rechazando el fallo de dos arbitrajes internacionales, que de antemano se sabía eran de estricto cumplimiento. Las recientes acusaciones a conocidos ex funcionarios, tienen todas las características de una venganza, que además de poner en evidencia la mala fe de los acusadores, descubre su ignorancia y desconocimiento del orden jurídico institucional.

Ya se han escuchado los criterios altamente razonados de prestigiosos analistas, que sienten vergüenza de las acusaciones fanáticas del Presidente, del Fiscal y algunos miembros de la Comisión de la Asamblea. Pero los ciudadanos comunes, que sin ser abogados, somos conscientes de que las leyes deben obedecerse, exigimos que el Presidente y el Fiscal den explicaciones apegadas a la verdad.

¿Por qué acusan a los funcionarios que actuaron de acuerdo a las leyes entonces vigentes, aprobadas por la Asamblea Legislativa? ¿Es delito haber contratado a ENEL para que con su experiencia pudiera extraer la energía geotérmica, y así disminuir el costo de la energía para la población? ¿Por qué no investigar a los funcionarios de CEL, protegidos por el Presidente Funes, por traspasar acciones de LaGEO a la INE, sociedad anónima, que no es auditada por la CCR?

Las declaraciones del Lic. Valdivieso, al frente de la INE, argumentando que su cometido no era rebajar el costo de la energía, sino “generar utilidades” constituyen una afrenta por considerarse lesivas al bienestar del pueblo, que paga la energía más cara de la región. ¿No vale profundizar en la investigación del diputado Zamora, sobre este asunto? Debe aclararse el chanchullo de El Chaparral, y la justificación del señor Salume que se movió la montaña, para realizar nuevo estudio y posterior diseño, y luego negar que hubo tal movimiento, aunque ya se habían pagado $108 millones por una obra inconclusa.

El Presidente Funes debe explicar por qué defiende la tan dudosa transparencia en la INE y en El Chaparral, protegiendo a los responsables, y dar una disculpa por su ofensiva acusación a Don Billy Sol, y que el Padre Flavián Mucci en un difundido video ha refutado enfáticamente, poniéndose de pie para asegurar con valentía “que da la cara por don Guillermo Sol Bang”.

Y aunque cobra actualidad la dura frase de Gavidia: “La justicia está muerta, la ley escarnecida”, ante esta burda campaña de venganza y desprestigio, hay miles de salvadoreños dispuestos a defender a quienes pusieron sus conocimientos y experiencia, al servicio de la Patria. Y preguntar a los acusadores si están tan limpios como para poder tirar la primera piedra.

*Columnista de El Diario de Hoy.