Las empresas telefónicas y las extorsiones

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Las empresas telefónicas y las extorsiones

Por Por Marlon Manzano*

2013-11-04 8:02:00

No somos usuarios, somos salvadoreños, seres humanos con aspiraciones y sueños, con ganas de salir adelante, y aunque la realidad parezca distinta, nuestros anhelos están por encima de cualquier modelo de celular que nos venden las compañías telefónicas del país.

Los contextos y circunstancias específicas de la realidad en la que se desarrollan sucesos sociales y políticos determinan en gran medida la lectura y comprensión de los hechos para luego conceptualizar estos mismos sucesos. La extorsión tuvo un crecimiento exponencial desde el 2005, y en los últimos años es de todos conocido que la principal herramienta que ocupan los delincuentes, primordialmente pandilleros para cometer la extorsión son los celulares. Al indagar el rol de las telefónicas en la creación de soluciones conjuntas con las autoridades de Gobierno como la FGR y la PNC, es difícil encontrar comunicados o notas de prensa al respecto, una que me llamó mucho la atención fue esta: “Extorsiones se han disparado por transferencias móviles: Perdomo”, publicada el 25 de septiembre de 2013 en La Prensa Gráfica; en esta nota de prensa el ministro de Seguridad Perdomo denuncia como el nuevo servicio de “Tigo Money” ha incrementado y facilitado las extorsiones en el país, a lo cual Tigo El Salvador respondió, y cito textual de la nota: “Tigo El Salvador se pronunció respecto de las declaraciones del ministro con un mensaje en el que aseguró que integra “las mesas de trabajo dirigidas por la FGR y la PNC”, con el fin de apoyarles con el programa de prevención y detección de diversas situaciones que se puedan dar a través del sistema. “El objetivo es perfeccionar los mecanismos de seguridad en beneficio de nuestros usuarios, a fin de reducir las posibilidades de vulnerabilidad””.

Cuando un ejecutivo de una compañía telefónica se atreve a dar una declaración de ese tipo dentro del contexto que vivimos de extorsiones vía celulares, realmente dan ganas de pedir que “el último que salga que apague las luces de la ciudad” ya que a pesar de toda la amargura, zozobra, intranquilidad, trastornos físicos y mentales, crisis económicas, familiares, desempleo, frustración, desesperanza y lo peor de todo, la perdida de la vida misma de cientos de salvadoreños que no pagan la renta, venga esta empresa y nos reduzca a sus “usuarios”. La problemática actual de las extorsiones está mucho más allá de planes de responsabilidad social empresarial, estos suman y son valiosos, pero si tu empresa, las telefónicas como actores claves para ayudar y facilitar que este delito pare, no se comprometen y hacen esfuerzos palpables, notables y que los difundan a sus “usuarios”, está claro que el principal incentivo es seguir vendiendo más y más, lo cual en una economía de libre mercado está bien… pero ante una problemática social tan compleja como el delito de la extorsión en este contexto actual me rehúso a que las telefonías me vean como un simple “usuario” y no como un ciudadano salvadoreño potencial víctima de extorsión por medio de sus productos, y por ende en peligro de perder la vida.

Las compañías telefónicas que no comprendan que al vender teléfonos y chips indiscriminadamente en este contexto social de crisis de violencia que afrontamos está generando una externalidad negativa a la sociedad, creería que no quieren ver lo obvio, y es algo que como sociedad civil no podemos tolerar y debemos exigir explicaciones a cada una de las telefónicas de los esfuerzos que han hecho para solucionar esta crisis.

Uno de los principios fundamentos de la RSE es que la empresa opera en entornos vivos, cambiantes, multiculturales y con muchas necesidades públicas que el gobierno no ha podido suplir, de esta interacción de la empresa con la realidad surge un interés genuino de querer ayudar a la sociedad por medio de la RSE.

El ministro Perdomo mencionó en la nota de prensa: “Hemos tenido muchas quejas porque las compañías de teléfono no colaboran en quitar las señales de los penales y tenemos temor de que no vayan a colaborar en el combate al sistema de delitos por medio de este sistema, pero vamos a hacer hasta lo imposible”. Para los más liberales quizás pueda servir o incentivar la frase: “soluciones privadas para problemas públicos”, eso es justamente lo que necesitamos como ciudadanía, no estamos pidiendo que dejen de vender, más bien que hagan un vuelco total en ayudar a un país que se ahoga en desesperación por las extorsiones. Nosotros como ciudadanos comencemos hoy a exigir, entra al fan page de tu telefónica o llama al teléfono de atención al cliente de tu compañía y exigí que te informen qué han aportado para detener las extorsiones, y no te conformes con lo que te digan, exigí más, al fin al cabo somos “usuarios” también.

*Colaborador de El Diario de Hoy.