Carta al Presidente de la República

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elsalvador.com

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2014-07-14 7:00:00

“Estimado profesor Salvador Sánchez Cerén: Hace menos de dos semanas, las cámaras de televisión, la bulla de la radio, la arrogancia periodística y usted entraron en la comunidad Las Palmas.”

Así arranca una carta dirigida a usted, que vecinos de Las Palmas me hicieron llegar. Habla de su programa de radio y TV “Gobernando con el Pueblo”, que inauguró el sábado 5 de julio, precisamente, en Las Palmas.

La carta sigue así: “Y como usted prometió un diálogo directo con las comunidades, le pedimos que atienda este clamor colectivo: La noche del martes 8, cerca de las 12 de la noche, un grupo de la PNC encapuchados y fuertemente armados, encontraron enterrados dos fusiles en la comunidad, y salieron a pescar inocentes: en su camino encontraron a Alvin Alexander Carreño Méndez, y según su mamá (testigo de la detención), los policías ‘encendidos’, lo esposaron y golpearon al joven de 21 años. Con la arrogancia del poder y la prepotencia de las armas, los efectivos afirmaron en voz alta ‘tener carnada’ con esta detención. Luego detuvieron a 3 jóvenes más, y se marcharon. Todo lo demás es de conocimiento público: la televisión grabó a los jóvenes y los medios impresos prepararon largas notas con titulares durísimos. Hasta el Twitter de la PNC sirvió como plataforma para criminalizar a la colonia y a los pobres.”

Bueno, presidente: Yo también me sorprendí mucho cuando leí esta historia increíble de unos bichos que capturaron en un supuesto entreno militaren en Las Palmas. Imagínese, presidente: ¡en la cancha de la misma colonia donde viven! No puedo creer que alguien sea tan estúpido de armar prácticas militares en frente de su casa. Ambos hemos sido guerrilleros, presidente, y sabemos que quien actúa así de idiota, no sobrevive.

Mandé a preguntar a ‘Morrison’, el jefe de la pandilla 18 que opera en Las Palmas, si estos bichos eran pandilleros. Desde la cárcel de Izalco me respondió: “Son hijos de mamá que nunca han roto un plato. No son pandilleros. Les sembraron los fusiles.”

Bueno, diría usted, ¿por qué confiar en los pandilleros. Pero los vecinos dicen lo mismo: estos bichos, lo que estaban entrenando es fútbol, como todos los martes. Es el equipo ‘Roma’. Y en la carta dicen: “Tienes que saber quién es Alvin: un joven de 21 años, estudiante de administración de empresas, que con mucho esfuerzo trabaja, estudia y juega al fútbol (deporte que le apasiona). Al mismo tiempo, forma parte de una iglesia, donde se congrega y comparte la fe. ¿Fusiles? ¿asociación ilícita? ¿ser antena? ¿pandillero? Nada más alejado…”

“Señor presidente, ¿todavía quiere escuchar nuestros dolores, todavía le interesa conocer nuestras denuncias? Pues aquí están: denunciamos la criminalización de la juventud y de la pobreza, denunciamos que el operativo de la noche del martes 8 y madrugada del 9 fue una ‘caza de brujas’.”

De este supuesto caso espectacular de pandilleros, que bajo las narices de sus vecinos y a la par del Estado Mayor de la Fuerza Armada se entrenan con armas de guerra, los medios se aprovecharon para repetir lo de siempre cuando mencionan Las Palmas: que desde esta comunidad se asaltan y extorsionan los negocios de La Escalón y San Benito. Hay algo que usted probablemente no sabe, señor presidente: Precisamente, los pandilleros del Barrio 18 de Las Palmas, en el contexto de la tregua, implementaron acciones unilaterales para reducir sensiblemente las extorsiones y los asaltos en La Escalón y en la Zona Rosa. Y me consta que su jefe ‘Morrison’ ha sido clave para esto. Los pandilleros, al igual que los vecinos, no quieren que Las Palmas siga siendo sinónimo de peligro y delincuencia.

Todos los vecinos insisten en los mismo. No he encontrado a nadie en Las Palmas que cree en esta historia que armó la PNC y que reprodujeron los medios. Lo niegan los pandilleros y lo niegan enfáticamente los vecinos y sus líderes. Y en su carta concluyen: “Por todo esto, y en nombre de los derechos humanos, pedimos que la fiscalía investigue como corresponde a Alvin y se le conceda la libertad de inmediato; y que la comunidad Las Palmas, como todas las comunidades ‘marginales’, sea un espacio de opción de este gobierno para repensar un desarrollo para todos y todas. No queremos ser una linda vitrina para su programa, sino que queremos seguir siendo una comunidad que con sus Palmas saca adelante día con día a este país. Aquí, en la comunidad, hay violencia y muchos problemas, pero somos mayoría los que peleamos por un país mejor y ponemos nuestras Palmas al servicio de la vida. Alvin es uno de estos, de los que trabajan por la paz.”

La carta la firman: Olinda Marisol Méndez y Adalberto Carreño Mejía (padres de Alvin), y muchos vecinos de Las Palmas.

Yo también la firmo, presidente.

Paolo Lüers

PS: Si necesita la carta completa, estará reproducida en mi blog www.siguientepagina.blogspot.com