CID Gallup: Cigarrillos ilícitos financian actividades de las pandillas de El Salvador

Casi 15 millones de dólares al año deja de percibir Hacienda por este mercado negro.

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2017-02-07 10:00:00

El contrabando de cigarrillos ilegales en Centroamérica ha pasado de ser una hormiga a un elefante en los últimos años, con consecuencias peligrosas para la salud pública, el fisco y también para la seguridad porque financia grupos del crimen organizado, afirman expertos en el tema.

El estudio de la firma CID Gallup “Del contrabando hormiga a un elefante en el mercado”, indica que los países de Centroamérica dejaron de percibir por impuestos al menos 113,6 millones de dólares debido a los cigarrillos ilegales en 2014. Y esta tendencia se mantiene con los años.

El país más afectado fue Panamá con 41,9 millones de dólares, seguido por Costa Rica (26 millones), Guatemala (19,2 millones), El Salvador (15 millones), Honduras (9,3 millones) y Nicaragua (2,2 millones).


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El gerente de CID Gallup para Latinoamérica, Esteban Álvarez, declaró que estas pérdidas económicas son apenas las cantidades que pueden ser cuantificadas de alguna manera, por lo que el fenómeno puede estar subestimado.

“Empezamos estudiando fenómenos micro de un aumento sustancial en los países, pero nos damos cuenta que todo este fenómeno está interconectado con otras actividades ilícitas de redes criminales más amplias”, explicó Álvarez.

El investigador dijo que está documentado que el contrabando de cigarrillos ilícitos financia actividades de las pandillas de El Salvador, conocidas como Maras, y de grupos narcotraficantes de Belice.

El estudio de CID Gallup, encargado por la Cámara de Comercio Costarricense Norteamericana (Amcham), revela que hay dos puntos principales de distribución de los cigarrillos ilícitos: Belice, que abastece a Guatemala, Honduras y El Salvador; y Panamá, desde donde se mueve el producto a Costa Rica y Nicaragua, pero también al resto de la región.


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Las empresas detrás de las marcas ilegales más reconocidas en las investigaciones de mercado en Centroamérica son propiedad de China Tobacco International, Grand River Entrerprises, de Canadá, y de Overseas United Inc. (OUI), de origen chino que etiqueta en Panamá diversas marcas que luego coloca en los países de la región, según el estudio de CID Gallup.

En Panamá el 67% de los cigarrillos son de marcas ilegales, en El Salvador la cifra es del 31 %, Guatemala (21 %), Honduras (20 %), Costa Rica (16 %) y Nicaragua (5 %), agrega el informe.

También se ha detectado producto ilegal de marcas de la India y Dubai.

Álvarez señaló que los cigarrillos ilegales también tienen impactos en la salud pues “no cumplen con estándares y no están sometidos a las normativas de calidad, por lo que no se sabe de qué están hechos, qué contienen”.

El viceministro de Hacienda de Costa Rica, Fernando Rodríguez, advirtió durante la presentación del estudio que este es un fenómeno subestimado por autoridades y la sociedad en la región, pero que podría estarse equiparando al narcotráfico.

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“Hemos llegado a un nivel en el que si no ponemos atención a nivel regional, podríamos llegar a un punto donde nos va a costar contener este fenómeno como ha ocurrido con el narcotráfico”, manifestó Rodríguez.

El funcionario señaló como retos de Centroamérica buscar más recursos para combatir el contrabando de cigarrillos y una mayor coordinación a nivel regional.

“Es un fenómeno grande y cuidado si no está ya a la par del narcotráfico. Es un producto que se camufla fácilmente y que es poco condenado por la sociedad”, comentó.

El estudio de CID Gallup señala como los malos controles en aduanas de la región como uno de los factores que favorece el contrabando de cigarrillos, a lo que podría sumarse la corrupción.

“Esta es una actividad muy lucrativa. Es la segunda más rentable después de las drogas y es fácilmente disfrazable de una actividad legal”, comentó el investigador Álvarez.

A todo esto se suma el incremento de los precios en la región debido a las leyes antitabaco que establecieron impuestos a los cigarrillos a partir de 2011.

“Esta documentado que en todos los países aumentó el comercio ilícito una vez aprobadas las leyes antitabaco. Es una lógica sencilla: el producto sube de precio y hace atractivo al consumidor buscar opciones de menor precios”, afirmó.