La Iniciativa Ciudadana para las Pensiones (ICP), que aglutina a más de 40 organizaciones civiles, presenta una nueva propuesta de reforma de pensiones que promete más beneficios para los cotizantes y es totalmente diferente a la de un sistema mixto planteado por el Gobierno.
La nueva propuesta no plantea ninguna idea de traslado de dinero al Gobierno, ni tampoco subir la edad de jubilación. Más bien, muestra soluciones con las que más salvadoreños puedan ahorrar para su pensión y tengan certeza de que recibirán su dinero sin falta hasta el último día de sus vidas.
Además propone mecanismos para que aquellos que quieran utilizar una parte de su dinero puedan hacerlo bajo ciertas condiciones. Todo con el fin de que los trabajadores sepan y sientan que el dinero que están ahorrando para su futuro está bien administrado y les alcanzará para tener una pensión que les permita vivir mejor.
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Y además de mejorar las condiciones de los trabajadores, la propuesta también plantea ideas para reducirle al Gobierno el gasto en pensiones mínimas, que según los funcionarios, están absorbiendo los recursos del Estado de una forma insostenible.
La nueva propuesta es el resultado de más de siete meses de trabajo en los que se consultó a sindicatos, universidades, tanques de pensamiento, empresa privada y otros, con el fin de recoger la esencia de lo que los salvadoreños quieren en el tema previsional.
La ICP las ha categorizado en tres grupos que te presentamos a continuación:
Hasta hoy la única propuesta discutida en la Asamblea Legislativa es la que presentó el Ministerio de Hacienda y que plantea el traspaso de más de $4,500 millones de los ahorros que ahora están en las cuentas individuales de los trabajadores a un fondo común administrado por el Gobierno.
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Las más innovadoras
Entre las propuestas más innovadoras está la creación de una Reserva de Pensión Vitalicia, la única que plantea un sacrificio de subir al 15% el monto de la cotización. Actualmente se cotiza un 13% del salario.
Pero con dos puntos porcentuales más (1% pagado por las empresas y otro 1% pagado por el empleado) se redistribuiría la cotización en 10 % para el ahorro individual y 5% conformaría una reserva que le garantizaría al jubilado que, en el momento en que se le acabe el saldo de todos sus ahorros, siga recibiendo al menos un 75% de su pensión, sin necesidad de que el Estado le pague una pensión mínima.
Otra de las propuestas es que el trabajador que haya cotizado al menos 10 años consecutivos tenga la opción de retirar hasta el 25% de sus ahorros a manera de préstamo personal y pagarlo en un plazo máximo de cinco años. Y si esos cinco años pasan y no ha completado su préstamo, pueda reponerlo con más años de trabajo, a fin de que el trabajador tome conciencia de que si no lo hace, el más afectado será él mismo y su ahorro.
Una tercera propuesta con la que se pretende mejorar la rentabilidad de las pensiones es que se creen incentivos para el ahorro voluntario. En esta propuesta la ICP plantea que se abra la recepción de ahorros no solo a las AFP, sino que también lo puedan recibir bancos y aseguradoras.