Banco Mundial: Inseguridad y problema fiscal afectan crecimiento de El Salvador

Las economías de la región se mantendrán constreñidas hasta 2017. El Salvador y sus vecinos arrastran problemas de violencia que afectan el crecimiento.

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Augusto de la Torre, economista jefe para América Latina del Banco Mundial, sostiene que las economías del Triángulo Norte son afectadas por el crimen y el tráfico de drogas.

/ Foto Por Tomás Guevara

Por Tomás Guevara

2016-10-05 9:15:00

El crimen organizado, el tráfico de drogas y las altas tasas de violencia que sufren los países del llamado Triángulo Norte de Centroamérica (formado por Guatemala, Honduras y El Salvador), además de los problemas fiscales, pasan una alta factura a los procesos económicos y al crecimiento de estos países, señaló ayer el economista en jefe para América Latina del Banco Mundial, Augusto de la Torre.

El vocero del organismo multilateral dio  estas declaraciones luego de la presentación del informe semestral del Banco Mundial sobre Perspectivas de crecimiento para América Latina y el Caribe, que este otoño se tituló :  “El gran giro: restaurar el crecimiento a través del comercio”, 

Para este economista, el bajo crecimiento en países como El Salvador, donde además urge hacer reformas fiscales y fomentar el ahorro, es muy probable que el clima de inseguridad repercuta en el complejo panorama económico.

Considera que estos países, que sufren altas tasas de violencia que superan a otras regiones del planeta, deben trabajar estrechamente y de manera coordinada para atacar el problema y para acogerse al crecimiento.

 Además, apuntó, El Salvador  tiene una tarea pendiente y urgente de  resolver en materia fiscal, pues de no hacerlo se pone en mayor riesgo el crecimiento nacional.

Para el caso de El Salvador:  “hay unas tareas fiscales importantes e inmediatas, a diferencia de Guatemala y Nicaragua que no hay problemas fiscales importantes”, comentó De la Torre.

Crimen afecta a México, Centroamérica y Caribe

“Es indudable que los problemas de crimen organizado, tráfico de drogas y violencia son un cáncer que no solo infecta los procesos políticos e institucionales sino que infectan también los procesos económicos, parte de ese cuadro donde yo mostraba que el grupo de países de México, Centroamérica y el Caribe, con excepción de Nicaragua, Costa Rica, Panamá, el resto está creciendo por debajo de sus pares”, explicó Augusto de la Torre, luego de la presentación del informe y la rueda de preguntas.

Otro factor que mantiene atascadas las economías de esta subregión, que el banco por efectos técnicos la adhiere a México, por sus similitudes, es la falta de integración, más allá de tratados comerciales o sistemas arancelarios, ya que en un mundo globalizado las economías de bloque tienen mayor capacidad de incursión, explica.

“Centroamérica necesita aprovechar más de la proximidad de otros países. Los países pequeños confrontan problemas de escala que debilitan la capacidad de crecimiento, la manera de superar esos problemas de escala es a través de la integración a mercados internacionales y, otras formas, entonces hay una tarea en la que se puede trabajar mucho que es integrar las economías centroamericanas, algo que vaya más allá de los tratados comerciales”, sugiere el alto dirigente del BM para la región.

En el marco del informe regional, a los países de Centroamérica y México, agrupados como subregión, no les pinta una perspectiva tan difícil, en especial  porque este grupo de países  no dependen tanto de las exportaciones de materias primas, como los del cono sur, ya que están más atados a la recuperación económica en Estados Unidos.

Con esa premisa, Centroamérica y México mantendrán un crecimiento positivo para este año y el próximo de hasta el 2.4 y 2.7 por ciento.

Pequeñas esperanzas para el sur en 2017

A nivel general la contracción económica para América Latina seguirá alargándose para el 2017, pese a esperarse leves mejorías según proyecta el Banco Mundial en su informe semestral sobre el crecimiento económico de la región,  que esta vez se enfoca en el mercado y las exportaciones como una tabla de salvación para los países del hemisferio; algunos de estos en menor o mayor escala sortean una crisis que se ha prolongado por más de cinco años.

El economista en Jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, Augusto de la Torre, en la presentación del informe vaticinó un sombrío panorama para el hemisferio en especial para aquellos países que están atravesando severas procesos de recesión, que apenas verán tímidas luces a partir del próximo año, si realizan los ajustes que les aconseja la multilateral.

Así en números fríos, el economista De la Torre, dijo que las estimaciones del banco prevén que la región se contraerá el 1.1 por ciento en 2016 y, para el próximo año, prevé  ver mejorías con crecimientos en promedio de 1.8 por ciento, gracias a la reactivación que espera suceda en los países del cono sur que están en clara recesión.

Los datos del informe del organismo multilateral presentados este miércoles, en el marco de las reuniones anuales de gobernantes del Banco Mundial en Washington, indican que la gran apuesta para Latinoamérica está ligada al comercio exterior.

Con la desaceleración de la economía regional que parece estar llegando a su fin, y con los pronósticos de crecimiento moderado para el año 2017,  los países deben apurar sus estrategias para salir avantes del rezago que ha dejado el lustro de contracción.

Como punto de partida, los países y sus fuerzas productivas deben poner hincapié en direccionar los recursos, como capital humano (trabajadores), talento empresarial y financiamiento hacia rubros y productos que tengan demanda en el mercado internacional, que en el lenguaje técnico se consideran actividades transables.

La diversificación y apostar por productos de mayor calidad y mejor precio es otro elemento de valor para optimizar los recursos, y elevar el nivel de los productos con  mercados más exigentes, como los de Estados Unidos y la Unión Europea. 

El informe enfatiza que ante la nueva realidad de bajos precios de las materias primas y productos como el petróleo, del que se beneficiaron los países en tiempos de bonanza, ahora la región en general ya no puede depender de su demanda interna para impulsar el crecimiento, como lo hicieron en la buena época. Hoy debe volcarse a los consumidores externos, un elemento crucial para el crecimiento económico. Sin embargo, en el informe se deja ver que al tiempo que América Latina estaría lista para encaminarse a una etapa de expansión del comercio exterior, los grandes mercados internacionales parecen marchar en la dirección contraria, es decir: reducen el consumo o en algunos casos se están aplanando.

Este fenómeno podría explicarse con varios factores como la baja del volumen de importaciones de países industrializados, como china,  que ha entrado en una etapa de contracción  o el proteccionismo que está tomando auge en naciones desarrolladas como Estados Unidos.