En El Salvador, los costos de inseguridad llegan a los $4,000 millones de dólares, cifra que reúne los gastos en concepto de pago de vigilancia privada que realizan los empresarios, civiles y el mismo gobierno. Esa cantidad también incluye el pago de extorsiones que cobran los pandilleros en las diferentes zonas del país, según los datos arrojados en un estudio preliminar que realiza el Banco central de Reserva (BCR), anunció su presidente, Oscar Cabrera.
Lo más sorprendente de esta cifra anunciada por el BCR es que es semejante a la aprobada por los diputados como Presupuesto general de la Nación, el cual fue de $4,860 millones. Hace seis años, aproximadamente, el Banco Mundial había calculado que el gasto de seguridad del país acaparaba el 11% del PIB.
Otro de los hallazgos significativos, es que entre esos gastos millonarios también se suman los realizados en el mantenimiento de efectivos de la Fuerza Armada y de la PNC, así como sus tratamientos de salud.
El estudio del BCR, el cual será dado a conocer próximamente, incluye el impacto económico que tiene en el país el incremento de los índices de asesinatos de jóvenes que forman parte de la Población Económicamente Activa (PEA), indicador que al verse disminuido, repercute negativamente en los niveles de consumo y por ende, de la demanda en el mercado.