El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) anunció la puesta en marcha de un programa diseñado para combatir la roya del café en Centroamérica y República Dominicana. Esta iniciativa se desarrollará por los próximos cinco años y se estima que beneficiará a 330 mil familias productoras de café.
De acuerdo con cifras compartidas por la Institución, “en 2012 y 2013 se perdieron 2.7 millones de sacos de café en América Central y República Dominicana por el brote de la roya, es decir, un 20% de la producción que representó un impacto económico y social significativo”.
Es para evitar situaciones como estas que se implementó el Programa Centroamericano de Gestión Integral del Manejo de la Roya del Café, ejecutado por el IICA con el apoyo financiero de la Unión Europea (UE).
El convenio del proyecto lo firmaron el director general del IICA, Víctor M. Villalobos, y el jefe de Cooperación de la delegación de la UE en Nicaragua, Laurent Sillano, el pasado 27 de enero en la nación nicaragüense; y se puso en marcha el 1 de febrero.
Aunque el área de intervención será en el ámbito regional, a nivel nacional los esfuerzos se focalizarán en Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua; y en el plano local será en cuatro zonas específicas de estos cuatro países.
El IICA establece en su comunicado que con este iniciativa “se pretende alcanzar una producción de café que adopte e implemente medidas de adaptación, mitigación y reducción de riesgos a cambios climáticos, desarrollar un sistema de alerta temprana, diseñar y establecer políticas regionales, fortalecer la institucionalidad y generar fuentes de empleo que contribuyan al bienestar de los poblados rurales”.
Para la ejecución del proyecto, el IICA tiene socios claves como el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE), el Centro de Cooperación Internacional en Investigación Agrícola para el Desarrollo (CIRAD, por sus siglas en francés), la Secretaría del Consejo Agropecuario Centroamericano (SECAC), la Agencia Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ, por sus siglas en alemán) y el Programa Cooperativo Regional para el Desarrollo Tecnológico y Modernización de la Caficultura (PROMECAFE).
Todas esas instituciones enfocarán sus esfuerzos en consolidar los objetivos de la iniciativa, y así mejorar la capacidad de respuesta a choques naturales de la población más vulnerable que depende de la producción de café en esas áreas de intervención.
La roya del café ha sido un problema debilitante para los productores de café en toda la región, quienes han alcanzado pérdidas significativas de sus cosechas. Lo trágico es que en países como El Salvador continúan elevándose las cifras de desempleo por la reducción en la producción de este grano.
A esto también se ha estimado que la cosecha 2015-2016 caerá a 800 quintales, siendo esta una cifra preocupante para los agricultores, tomando en cuenta que hace unos años se estaban produciendo hasta más de 1.5 millones de quintales.