Latinoamérica es el próximo mercado que industrias Sanchia planea conquistar en los siguientes cinco años, como parte de sus estrategias de expansión, tras colocarse en Centroamérica como pionero en la fabricación y distribución de muebles de plástico, desde 2008. Lo que comenzó como un negocio de importación y venta de productos plásticos en 1998 ahora se considera el líder de la fabricación de salas y gabinetes de plástico, en Centroamérica.
Chia Zeng Juang, gerente general y heredero del imperio taiwanés de Sanchia en El Salvador, dejó de ser un corredor de autos de carrera para encabezar la expansión del negocio de su padre. Está dispuesto a alcanzar su máximo nivel de adrenalina en la conquista de dos nuevos países por año, a partir de 2016.
Chia Zeng es muy receloso de las cifras de su imperio. No proporciona datos de exportación, de producción, ni de capacidad instalada, pero asegura que Sanchia ha sido la primer fábrica en Centroamérica en producir salas y camas de plástico, privilegio que además, asegura, los posiciona como el líder regional en este rubro.
Sanchia opera cinco naves industriales en El Salvador y exporta sillas, gabinetes, gabeteros, camas, mesas y salas, su más reciente innovación, la cual ha colocado en el mercado local, como regional, desde hace tres meses.
Sanchia opera en Centroamérica y El Caribe con distribuidores asociados y propios que representan la marca en cada uno de los mercados. Del 100 % producido, el 75 % se exporta y el 25 % restante se vende en El Salvador.
Para 2016 incursiona en el mercado dominicano con los primeros contenedores de salas y camas.
Sanchia explora a la vez posibilidades para entrar en Cuba, Puerto Rico y Sudamérica. Chile es el único país de esa región donde el fabricante tiene presencia y ahora planea ingresar a los países del norte del Cono Sur.
“En toda Centroamérica la meta es crecer más y expandirse en Latinoamérica. Estamos apostando a trabajar con toda la región, que cada hogar latinoamericano tenga un producto Sanchia”, reitera Chia Zeng Juang.
Sanchia, dijo, logró posicionarse y solidificarse en Centroamérica con los “gabinetes Teresita”, cuyo material semeja a la madera con brocados coloniales. Ahora, apuesta por hacer lo mismo, pero con los juegos de sala que simulan el mimbre y el ratán.
Las dificultades del sector
Chia Zeng Juang no niega que el negocio enfrentó serias dificultades durante la crisis de 2008 y el encarecimiento de las materias primas en 2014, año en el que la industria del plástico temía no alcanzar un crecimiento del 1 %.
Para entonces, las resinas de polietileno alcanzaron los $2,000 por tonelada y el barril del petróleo superaba los $110.
El año pasado, parece que la tormenta para la industria del plástico comenzó a superarse y para 2016 se espera que le vaya mejor, al menos del lado del petróleo, el barril ha caído estrepitosamente a los $26.
Según el Banco Central de Reserva (BCR), las exportaciones del país crecieron al ritmo del 5.6 % anual. Para octubre del año pasado, el sector reportó $249.8 millones más que en igual período de 2014, y pasó de $4,446.4 a $4,696.2 millones.
Entre los protagonistas, los productos no tradicionales registraron exportaciones por $3,425.2 millones, de las cuales el 50.7 % ($1,735.3 millones ) se destinaron a Centroamérica y $1,690.0 millones se vendieron fuera de la región.
Los sectores que más exportaron son los textiles, químico, papel, cartón, productos metálicos, el azucarero y por supuesto, el de los plásticos. Según el BCR, estos sectores experimentarán mejores crecimientos en los próximos años y Chia Zeng Juang, como exitoso corredor de autos, no está dispuesto a perder, sino a ganar.